La cena fue más bien desastrosa. Él no hablaba, ella apenas podía contestar con monosílabos y su señora suegra, aunque lo intentaba, no podía monopolizar la conversación durante el tiempo que duro la misma.
Ella se excusó, diciendo que estaba cansada por la preparación del equipaje y que deseaba retirarse pronto.
Su suegra la indico que ella no pasaría la noche allí y que saldría para sus nuevos dominios.
Rose, la ayudo nuevamente a mudarse de ropa y ella la pidió que la dejara sola a condición de que al día siguiente madrugara y consiguiera un buen trozo de masa de pan para hacer pestiños en el desayuno.
Estaba sentada en el tocador, cepillándose el cabello, intentando dominar las incipientes ondas que se le formaban a los lados de las orejas, cuando se sobresaltó, tuvo que mirar más atentamente para descubrir que efectivamente no estaba sola en su cuarto.
*-¿Cómo ha entrado aquí? Y no me diga que ha llamado.
Los ojos masculinos se enfocaron en el reflejo de su rostro en el espejo.
*-Este es el cuarto de la señora, así que esta comunicado con el cuarto del señor a través del vestidor.
*-Nadie me lo había dicho.
*-Supongo que aún hay muchas cosas que ambos desconocemos.
Ella asintió.
*-¿Por qué ha dejado que la vendan como ganado?
*-Ha sido una boda, no es para tanto, todo el mundo o casi todo el mundo, se casa.
*-Si pero la gente, suele conocerse tratarse y después casarse.
*-Desde siempre han existido los matrimonios por poderes.
*-No la asusto ni un poco que el novio, no se presentara?
*-La verdad....supuse que estaba casi tan reacio como yo.
*-Sin embargo consintió. ¿Por qué?
*-Nunca he desobedecido a mi padre, aunque he de reconocer que he intentado evitar que me casara con alguien que no pudiera darme lo que deseo. Sin embargo el dineral que su familia ofreció, le ha corrompido tanto que esta vez no me dejo salidas, además de que ya he cumplido 22.
*-Vaya con madre. Según parece tiene altas expectativas.
*-Y usted?
*-No tengo ni tenía ganas de casarme o de tener un heredero, pero según parece, mi madre si, y yo amo a mi madre así que...aquí nos encontramos
*-Ciertamente tener un hijo, es un extra en esta situación.
Ella se levantó del tocador, no le paso por alto que antes de hacerlo, había pisado intencionadamente su bata, para así con el movimiento, al terminar de ponerse de pie, esta se la abriera bastante, dejando a la vista el canalillo y nacimiento de sus pechos.
Se acercó a él y le toco el brazo antes de mirarle expectativamente.
*-¿Y vos estáis equiparado y dispuesto a concedernos nuestros deseos?
La mirada que le lanzo a través de las pestañas, hubiera derretido una vela apagada.
*-A que os referís...Maret?
Ella se aupó sobre sus pies y rozo la boca masculina tentativamente, una, dos, tres veces, para que al tiempo que se sujetaba contra el, bajara la cabeza.
Cuando el abrió los labios, ella se los tomo, procedieron a besarse pasionalmente hasta que la respiración de ambos se aceleró.
Entonces el la cogió por las muñecas y la apretó lo suficiente como para interrumpir el beso y alejarla de él en el mismo movimiento.
*-Comportaros Maret, sois mi esposa.
Y la dejo mirándolo irse, mientras la indignación subía por su pecho.
Maldita, quería usar lo que él la enseño para seducirlo.
Sonrió
La iba a costar mucho trabajo.