➛ Amor entre una Ladrona y un Asesino [EDITANDO] 𖠵

•Dr. Stylish•

– No, gracias– me negué–. Moriré de cualquier forma menos envenenada por ustedes.

Lubbock tan solo rodó los ojos y luego se regresó hacia adentro de la vivienda.

La lavadora terminó y luego de poner a secar toda la ropa en el sol, seguí con las otras tareas en la lista.

(...)

Cuando terminé ya había oscurecido.

Llegué hacia la habitación de Lubbock y estando frente a él, hice una bola su lista y se la arroje al rostro.

– Ya terminé tus estúpidas tareas. Ahora dime dónde está mi habitación.

– Estás en ella– dijo Lubbock sonriendo pervertidamente.

– Ni creas que dormiré contigo.

– Pues dormirás en el piso. Nosotros no tenemos visitas muy a menudo, por eso no tenemos una habitación para huéspedes– caminó hasta su cama y se dejó caer en ella.

Luego de acomodarse y arroparse con su cobija, palmeó el lugar vacío a su lado invitándome a acostarme junto a él.

Miré la cama y luego miré el piso. Obviamente, la cama me parecía mucho más cómoda.

– Solamente por hoy dormiré en la cama. Porque estoy muerta de cansancio– dije acostándome a su lado y arropándome de igual manera dispuesta a cerrar los ojos–. No intentes nada, cerdo.

– No te aseguro nada.

Rodé los ojos una última vez para después quedar profundamente dormida.

No creo que haya pasado mucho tiempo cuando volví a abrir los ojos. Pues aún no amanecía. Además, Lubbock no se encontraba a mi lado -aunque eso era lo menos que me importaba-.

Me puse de pie soltando un gran bostezo para después salir al pasillo.

Todo parecía estar vacío y en silencio. Hasta que escuché varias pisadas repetidas veces; como si alguien estuviera corriendo por el pasillo.

– ¡Corre!– me gritó Lubbock para tomarme del brazo y animarme a correr junto a él.

– ¿¡Pero qué diablos, Lubbock!?– me quejé–. ¿Por qué corremos?

Él tan solo me señaló para que mirara hacia atrás y cuando volteé mi cabeza mis ojos se abrieron de horror al ver que nos seguía un ejercito de robots.

– ¿De dónde han salido?– le pregunté a Lubbock mientras seguía corriendo.

– ¡Yo que sé! ¡Tan solo corre por tu vida!

Dejamos de correr cuando el ejército de robot fue destruido por Akame quien había salido de su habitación al escuchar todo el alboroto.

– Vayamos afuera con los demás– nos sugirió Akame y los tres salimos encontrándonos con el resto del grupo afuera.

El grupo de asesinos había sido atacado por una persona esa noche y yo claramente conocía a aquel hombre con lentes.

– ¡Stylish!– le saludé–. Tardaste en llegar.

– ¿Yui?– preguntó algo confundido–. ¿Qué haces aquí?

– Cumpliendo órdenes de la general– dije y señalé a Tatsumi, mi respuesta causó confusión en el grupo de asesinos.

Me animé a caminar hacia donde se encontraba el Dr. Stylish, al llegar a su lado él tan solo sonrió al verme y luego regresó su vista hacia el grupo de asesinos.

– Los destruiremos, Night Raid– amenazó y un ejército salió de sus escondites tras los árboles.

Mi mirada cayó en aquel que traía consigo aquellas tijeras gigantes que me hacían sentir el peor ser humano en el mundo.