➛ Amor entre una Ladrona y un Asesino [EDITANDO] 𖠵

•Muerte de Stylish•

Algo perdido en al aire -no sabría decirles qué- hizo que todo el grupo de asesinos cayera al suelo sin moverse como si hubieran perdido el control de sus cuerpos. Sin embargo, aquello no causaba efecto en Stylish, sus sirvientes, ni en mí.

– ¿Por qué nos haces esto?– preguntó Tatsumi elevando su cabeza un poco para mirarme.

– Yo nunca dije estar de su lado– respondí.

Mi mirada permanecía fija en aquellas tijeras gigantes. Juraría ver que es aquella chica de cabello morado quien tenía entre sus manos aquel teigou. Pero no era así, y me siento mal porque pude haber ayudado a colaborar para que su destino aquella noche fuese distinto; pero no lo hice.

Podía escuchar los sollozos de Mine al reconocer con perfección aquella arma. Y Stylish pareció notarlo.

– ¿La reconocen, Night Raid?– comenzó a reír como el demente que era y refiriéndose al teigou de enormes tijeras–. Yo sé que sí.

(...)

– ¡Todo se terminó, Yui!– me gritó Najenda quien recién llegaba con dos personas.

Uno lo reconocí como Susano. Es un teigou. Run me habló sobre él y me dijo que el teigou trabajaba para una persona. Hacía todo lo que aquella persona le pidiera.

– ¡Tu equipo ya cayó!– dijo refiriéndose a Stylish.

Yo miré hacia el suelo mirando su cuerpo bañado en sangre y sin interés alguno me encogí de hombros.

– No estuve de su lado– nuevamente me encogí de hombros.

– ¿Acaso no has visto toda la gente qué la general ha arruinado junto a su equipo? Ya deberías saberlo.

Y mi mirada esta vez cayó sobre Mine quien abrazaba las tijeras gigantes mientras repetía "Bienvenida de nuevo, Sheele". Aquella jodida escena me hacía sentir la peor persona del mundo.

– No me hagas, escoger de lado. Yo al igual que ustedes no soy buena, pero tampoco soy mala. Yo también fui dañada– e involuntariamente comencé a toser bastante fuerte.

No sé si lo he mencionado antes, pero estoy bebiendo medicamentos y me los he olvidado. Desde que logré escapar de aquel infierno aquellos químicos comenzaron a consumir mi vida poco a poco; al igual que a Kurome. Algún día moriría y esa sería la obvia razón, pero aquellos medicamentos calmaban los efectos secundarios de aquellas drogas y alargaban mis días de vida.

Seguí tosiendo bastante fuerte al nivel de que comencé a escupir sangre y comenzaba a sentirme bastante mareada.

– Yo...– comencé a hablar pero incluso me pesaba mencionar alguna palabra–. Mierda, yo me voy.

Y con las fuerzas que me quedaban salí corriendo. Sorpresivamente, el grupo de asesinos no me seguían.

Ya estando bastante alejada me tomé algo de tiempo para respirar con tranquilidad y para recuperar energía para poder proseguir con lo que aún me quedaba de camino.

No pude evitar ponerme a llorar al ver que aún escupía mucha sangre.

Aquello era la prueba de que comenzaba a morirme. Si me quedaba en mi aldea moriría y aún así, a pesar de haber escapado, aún me acecha ese cruel destino. Yo solo quería vivir como cualquier otra persona, tener mejores oportunidades y probablemente formar una familia. Pero solo terminé siendo una víctima de este mundo cruel lleno de pura maldad que tan solo quiere destruir.

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Les quiero agradecer por el apoyo en este fic. Muchas gracias por todo. ❤️