Unico.

6

Después de varios meses, los chicos ya se habían convertido en personas muy especiales para Felix y en esos meses, se había vuelto mas cercano a Changbin, habían salido varias veces juntos y conversaban de tantas cosas.
El lobo de Felix lo confundía cada vez mas, pues su lobo comenzó a sentir una atracción por él alfa, que ciertas veces hacia notar, y Felix no podía controlar.
Y Felix no era él único, con la diferencia que Changbin tenía mayor control de su lobo. Changbin sabia que Felix era atractivo, eso era innegable, su personalidad complementaba todo, con los meses que Felix llevaba en Corea, comenzaron a recuperar aquella confianza de hace años, pero quería seguir con la idea de que su lobo solo estaba un poco encaprichado.

Era Lunes, y justo era uno de esos días en que para Felix se hacia mas difícil controlar a su lobo, no sabia por que, pero intento tranquilizarse, y controlarlo lo más que podía.
Las clases se estaban sintiendo eternas, al punto de la tercera clase se sentía muy cansado, y comenzaba a sentirse sofocado por él calor dentro del aula.
La clase paso y sonó él timbre, se levanto a duras penas de su silla, para dirigirse a la cafetería con Jisung.
–Te ves terrible.–Dijo Jisung haciendo una cara extraña mientras caminaban por él pasillo.
–No sólo me veo, me siento terrible.
–Bueno, deberías comer algo, tal vez te sientas mejor.–Sugirió Jisung.
Llegaron a la cafetería, y se sentaron en la mesa donde estaban sus amigos, Félix descanso su cabeza apoyándola sobre la mesa.

Changbin lo pudo sentir desde que llego al instituto, las feromonas de Felix. Si podía sentir él aroma de Felix normalmente, ahora lo sentía aun mas. La preocupación lo invadía, pues sabia que se trataba seguramente del celo.
Durante todas las clases hizo un gran esfuerzo por mantener tranquilo a su lobo, pero aquel aroma invadiendo sus fosas nasales no ayudaban.

–¿Pasa algo Felix?–Preguntó Hyunjin
–Desde que estamos en él salón sigue diciendo que no se siente bien.–Respondió Jisung.
–Me siento terrible.. Estoy muriendo de cansancio y calor, ¿Ya dije que me siento terrible?–Dijo Felix levantando la cabeza.
–Espera.. Felix ¿Cuando fue tu último celo? Tu aroma esta demasiado...
–Mierda! Como olvide eso, es mi celo!–Recordó Felix levantandose de golpe mientras se daba cuenta la manera en que muchos alfas lo comenzaban a ver.
–No puedo creer que hayas olvidado eso Felix!– Decía Changbin mientras se quitaba su sudadera para dársela a Felix, pues se percato de los demás alfas que estaban siendo atraídos por él omega.–Ponte esto, y vámonos te llevare a casa.–Ordeno Changbin.
–Quieren que los acompañemos? –Pregunto JeongIn.
–No es necesario, sólo me iré a casa.–Decía Felix mientras se levantaba con la prenda del alfa ya puesta.–Los veo luego.–Dijo sonriendo a todos y revolviendo el cabello del menor en la mesa.
A duras penas se encaminó a la salida del lugar junto con Felix, se comenzó a sentir mas cansado aun, y peor aun, comenzó a sentir como su lobo quería salir y tomar él control, sintió que no fue tan buena idea tener él olor de Changbin impregnado en él, sentía ese aroma tan cerca, su lobo estaba fascinado a decir verdad. Su cabeza dolía, y él calor que sentía se iba incrementando aun mas.
Mientras caminaban, Felix paro en seco, y se dirigió a los baños de la escuela, que seguramente estarían vacíos, pues la mayoría de alumnos estaban en la cafetería, pensó que tal vez refrescarse un poco con agua lo ayudaría a sentirse mejor, y poder llegar a casa por lo menos.
–Hey ¿A donde vas?–Decía Changbin mientras seguía al omega.
Felix no menciono nada y apresuro su paso, escuchando como Changbin lo llamaba.
Entró al baño mientras doblaba las mangas de la sudadera. Changbin solo observo como Felix enjuagaba su rostro varias veces, se seco un poco la cara y se sentó recargándose en la pared.
–¿Estas bien?–Preguntó Changbin acercándose a Felix, poso su mano en la frente del omega, sintiendo como este ardía en fiebre.–Sabes que? te llevaré en mi espalda, vamos.–Dijo levantando a Felix. No pensó realmente en que tan buena o mala idea sería eso, teniendo a su lobo descontrolado por aquel aroma.
Levantó a Felix quien se tambaleaba, él omega no se veía en sus cinco sentidos en absoluto.
Felix comenzó a acercarse bastante a Changbin, este último estaba estático, Felix solía ser cariñoso, así que no le molestaba o ponía nervioso la cercanía, no hasta que estuvo tan cerca al punto de que sus respiraciones se mezclaban.
–En serio no puedo mantener a mi lobo tranquilo mientras te tengo aquí.–Comenzó diciendo Felix en un susurro que Changbin claramente escuchó.–Tu aroma sigue volviéndo loco a mí lobo y tenerte conmigo en todo momento, no ayuda nada Binnie.– Se acercó mas aun, hasta que sus labios se juntaron, que mas que ser un beso casto, término siendo uno lleno de necesidad por parte de Felix.
Changbin se dejo llevar, sabiendo aun, que él menor podría arrepentirse de lo que hacia, si estuviera en sus sentidos. Los dulces labios del omega se movían al paso de los de Changbin.
Se separaron lentamente, Felix tenía una leve sonrojo, y solo dirigió su mirada al piso.
Felix estaba siendo un poco controlado por su lobo, y el lobo de Changbin claramente también cedió ante el omega.

–Debo llevarte a casa.–Murmuró Changbin–Sube a mi espalda, se que no estas en buenas condiciones.–El omega obedeció, y poso su rostro lo mas cerca del cuello del contrario.
Changbin salió del instituto, y caminó dirigiéndose a la casa del australiano, podía sentir la respiración de aquel en su cuello, se sentía mas calmada, así que dedujo que se había quedado dormido.

Al llegar a la casa, toco la puerta varias veces, pero no hubo respuesta y como pudo sacó las llaves del bolsillo del pantalón de Felix y entro a la casa, ya que la señora Lee conocía a Changbin, ya había estado en esa casa, así que se dispuso a llevar a Felix a su habitación, y al llegar, lo recostó en la cama y se sentó a un lado de él. El omega se acurrucó lo mas cerca que pudo de su amigo.

Changbin sabia que él padre de Felix trabajaba en una empresa bastante grande en la cual siempre había bastante trabajo, así que no solía llegar temprano, así que decidió quedarse ahí hasta que llegara la madre del omega, pues él fuerte aroma de aquel podía atraer a cualquiera de los alfas del lugar, así que no lo dejaría solo.
Movió un poco él cabello de la frente de Felix, notando que aun tenía fiebre, así que se levantó y busco alguna compresa fría o algo para poder bajar la fiebre. No encontró nada muy útil, así que solo remojo en agua un pedazo de tela que encontró, y lo puso sobre la frente del omega.
Se sentó de nuevo en la cama cerca del omega soltando un suspiro, era extraño como en ese momento el aroma de Felix tranquilizaba bastante al alfa, al punto de comenzar a sentír sus ojos bastante pesados, sin luchar mucho cerro sus ojos y termino por quedarse dormido.