Park Chanyeol sabe que corregir textos no es precisamente la ocupación más sencilla del mundo, no obstante, no va a negarse a hacerlo cuando recibe un correo electrónico equivocado donde un chico de palabras tan dulces como su persona le solicita ay...
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Baekhyun no recuerda haber conocido sensación más acogedora que el dejarse cubrir de mantas por un Chanyeol tímido cuyas manos vacilantes se encargan de arroparlo torpemente, y dulce a la vez.
Mientras el alto se concentra en su faena cuidadoso de pegar las colchas al cuerpo de Baekhyun de modo que ninguna corriente de aire pueda entrar, éste no aparta la mirada de su rostro. Permite que el trayecto de sus ojos dibujen el rostro de Chanyeol para grabarlo en su memoria, como si no estuviera ya incrustado ahí de todos modos. Al cabo, Chanyeol termina y admira su trabajo desde arriba, riendo cuando ve a Baekhyun cubierto de cuerpo entero excepto por la mitad superior de su rostro, permitiendo que sus ojos le sonrían en agradecimiento.
—Descansa bien —dicta como una madre dulce y regañona—. Me voy a asegurar de que duermas tus ocho horas así tenga que venir todas las noches a arroparte ¿entendido?
La risa de Baekhyun sale atropellada contra las cobijas y asiente con la cabeza un par de veces.
Chanyeol se queda ahí parado moviendo las manos ansiosamente sin saber si irse o decirle algo más, es decir, quiere hablar con él de muchas cosas. Si fuera decisión suya se quedaría toda la noche platicando con Baekhyun, pero quiere cuidarlo y es mejor dejarlo dormir.
—Muy bien, ya me voy.
Con sumo pesar da media vuelta, arrastrando los pies al momento de irse.
—¿Chanyeol?
—¿Sí, Baekhyunee? —se voltea rápidamente con una sonrisa esperanzada en el rostro, dándose cuenta muy tarde de la forma melodiosa en que lo ha llamado. Se sonroja pero ya no lo evita y se acerca a la cama hasta que sus rodillas tocan el colchón. ¿Desde cuándo se volvió un perseguidor de lo que sea que Baekhyun tuviera para decir?
Oh, sí. Desde el mero principio si ha de ser sincero.
—¿Vas a hacer algo mañana?
—Mmmm. Probablemente estudiar, mi examen es en dos días —ve a Baekhyun asentir y puede leer lo inconforme que se siente bajo esa incómoda sonrisa— ¡Ah! P-pero podríamos estudiar juntos. Después del jueves soy completamente tuyo.
Muy tarde nuevamente para retractarse de lo dicho, le da una sonrisa nerviosa y apresurada sin pasar por alto el breve shock de Baekhyun. En una pérdida de palabras por parte de ambos, reúne el valor para inclinarse sobre ese rollito de cobijas viendo sus ojitos apretarse ante la espera, para dejar la caricia de un beso sobre su frente a modo de despedida. Después de eso no puede evitar precipitarse hacia la salida con las orejas más rojas y calientes de lo que han estado en su vida jamás, dejando a Baekhyun hecho un lío estático en su cama.
Observa la puerta por la que Chanyeol acaba de irse y sonríe. La marca del beso permanece caliente y perceptible todavía, causándole cosquillas en el estómago.
