Park Chanyeol sabe que corregir textos no es precisamente la ocupación más sencilla del mundo, no obstante, no va a negarse a hacerlo cuando recibe un correo electrónico equivocado donde un chico de palabras tan dulces como su persona le solicita ay...
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La mañana siguiente Chanyeol asiste más que dispuesto a saludarlo con una enorme sonrisa. Ansía volver a verlo, escucharlo, ver su magnífica y dulce sonrisa, ya que el volver a hablar como antes le hizo saber que extrañaba a Baekhyun más de lo que pensaba. Se prometió ser fuerte y encararlo, aunque estuviese temblando de anticipación al no saber cómo Baekhyun podría reaccionar. Sin embargo, al entrar al aula a la que hace mucho no accede, solamente distingue la figura de Jinri dando recomendaciones sobre los próximos exámenes finales, cosas a considerar, detalles que no deben pasarse por alto. Está atento a las importantes palabras de la asesora, pero su cara de felicidad ha caído en picada porque durante las dos horas de asesoría Baekhyun no aparece.
Para su infortunio, esto se repite en días posteriores.
La ansiedad de volver a verlo, cosa que no sucedió, se reemplaza por la preocupación. ¿Y si enfermó? ¿Y si volvió a caer por subirse a sitios elevados? Se la pasa rumiando cada dos minutos porque Baekhyun es muy imprudente y despistado a veces que le hace mal al corazón. No debería estarse preocupando tanto, ni siquiera lo hace por Yixing que es su mejor amigo. ¿Qué tiene Baekhyun estrictamente de especial?
Lamentablemente, no lo ha visto conectado y no hay modo siquiera de averiguar si está bien o algo le aqueja.
Siempre que pasa un día sin saber nada de él, Chanyeol regresa a casa suspirando hondo y prometiéndose que el día siguiente será mejor porque tal vez lo vea, con su pulcra y bella sonrisa nuevamente dirigida a él. Los exámenes quedan a la vuelta de la esquina, pero por primera vez Chanyeol no se siente estresado, si acaso preparado para lo que venga; ha aprendido bastante gracias a Baekhyun y no piensa decepcionarlo. No piensa decepcionarse.
—El jueves presentarán el examen teórico. En cuanto al práctico, recomiendo sean concisos y elijan un tema que de verdad cree revuelo para la elaboración de su discurso. En la pizarra están los apellidos de los alumnos que están en peligro de no reunir los créditos suficientes de esta materia, así que a ellos les sugiero que hagan un examen pulcro, de lo contrario, están fuera.
Chanyeol no dudó ni un segundo que su profesora clavaría los ojos en él al decir lo último, y así fue como pasó. A estas alturas no le intimida esa mirada de "estas completamente perdido, Park", ni siquiera el pensamiento de reprobar la materia y quedarse un año más en la universidad para acreditarla. De algún modo, se siente lejos de ese estrés habitual de saber que no es lo suficientemente bueno. Ha recorrido un suave camino junto a su asesor y escritor estrella como para que esas cosas le afecten. Incluso puede sentir la anticipación gustosa de sentarse de una vez a escribir su discurso literario, porque vaya que quiere hacerlo cuando un tema maravilloso se asienta en su cabeza.
Por supuesto. Mejor tema no habrá.
Sin embargo, todavía le queda un pendiente relevante por resolver antes de ir a la guerra y enfrentarse contra el monstruoso examen.
