Capítulo 7.- Terror en Nueva York

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Fuera del edificio que estaba definitivamente casi en ruinas llegaron Ray y Winston en el Ecto 1

- ¿Egon, que pasa? - dijo Ray

- La unidad de almacenamiento voló y ellos desconectaron la cuadrícula de protección

- Genial... - Ray se tomó la cabeza a dos manos

- ¿Esto es realmente malo, cierto?- dijo Winston

- ¿Y dónde está el Maestro de las llaves? - Preguntó Peter

- Mierda... - Exclamó Egon mirando a todos lados, cómo había protegido a Janine durante la explosión perdió de vista a Louis

- ¿Quién es el Maestro de las llaves? - Quiso saber Ray

- ¡Vamos, hay que buscarlo! - Dijo Egon y los cuatro iban a emprender marcha pero Walter Peck y la policía les cortaron el paso

- Alto señores, quiero a estos truhanes tras las rejas, capitán, arrestelos, estos hombres son criminales medioambientales y la explosión fue una prueba de ello

- Tú hijo de... - gruñó Egon saltando cómo fiera a golpear a Walter Peck pero Winston y Ray trataron de retenerlo.

Las consecuencias de la explosión no tardaron en evidenciarse y los fantasmas y espectros comenzaron a tomarse la ciudad de Nueva York. Y así mismo que Vinz Clortho fuera en busca de Zuul.

Tras la trifulca era inevitable que los arrestaran, Janine estaba haciendo lo humanamente posible para poder conseguir el dinero de la fianza. Llamó a sus padres, a la tía de Ray y a la mamá de Winston.

En prisión los chicos descubrieron que la estructura del edificio de Ivo Shandor en su techo de Magnesio y Tungsteno era una verdadera antena para Gozer.

- Muy bien Cazafantasmas, el alcalde quiere verlos, la ciudad completa se volvió loca, vamos

-  me tengo que ir, el alcalde tiene cosas que hablar conmigo, cuídense muchachos. - Dijo Peter a los reos

Se dirigieron a la oficina del alcalde donde estaba todo el mundo incluido el arzobispo y ahí también estaba Walter Peck con una sonrisa de suficiencia viendo como llegaban los Cazafantasmas pero nadie le quitaba el moretón que le dejó Egon al propinarle un puñetazo.

- Señor Alcalde acá están los Cazafantasmas

- Oh los Cazafantasmas, Cazafantasmas... ¿Dónde está Peck?

- Aquí señor alcalde, yo soy Walter Peck de la APA y haré un informe sobre estos charlatanes, que mediante de luces halógenas y gases que producen alucinaciones y otros contaminantes tienen a la gente convencida de que ven fantasmas.

- todo nuestro sistema funcionaba maravillosamente hasta que este eunuco nos desconectó la unidad contenedora - Dijo Ray

- ¡Y causaron la explosión! - Replicó Peck

- ¿Es verdad? - dijo el alcalde

- Sí, es cierto... Señores este hombre no tiene pene - Peter dijo con tono solemne entonces Peck iba a agredir a Peter pero lo pararon a tiempo - Bueno... Eso fue lo que oí.

- la situación en la ciudad debe ser controlada pronto - dijo el alcalde

- ¡pero son unos charlatanes! - replicaba Peck

- De no frenar esta situación tendremos una catástrofe de proporciones bíblicas - Dijo finalmente Winston

- ¿Que quiere decir con bíblicas? Quiso saber el Arzobispo

- Bueno, como los del antiguo testamento su señoría, lluvias de fuego, océanos de lava y cosas así como la ira de Dios. - Dijo Ray

- cuarenta años de oscuridad, terremotos, volcanes... - Dijo Egon

- Suficiente, ¿Cuál es el punto?

- Si estoy equivocado nada pasará y nos pueden meter a prisión e iremos felices y sin chistar. Pero si no, habremos salvado la vida de muchos votantes y feligreses.

- ¡No puedo creer que este considerando creerle a estos tipos! - dijo Walter Peck al alcalde

- Llevenselo...- ordenó el alcalde a la policía

- adiosito... - dijo Peter haciéndole un gesto con la mano

- Me las pagarás Venkman, lo juro

- te vamos a enviar una bonita cesta con frutas, lo voy a extrañar.

Entonces salieron de la alcaldía e irían en comitiva al edificio Ivo Shandor, Entre la multitud salió Janine que afortunadamente no necesitó ir por el dinero de la fianza, los chicos la saludaron y le explicaron que irían a solucionar este desastre.

- Egon, quiero que tengas esto... - Le dijo Janine entregándole una moneda

- ¿Que es esto?

- Es un souvenir de la feria de Flushing Meadows de 1964, es mi moneda de la suerte

- No debería tomarla, tal vez no regrese...

- Conservala de todos modos... Tengo otra exactamente igual en casa... - Dijo con la voz quebrada y abrazó a Egon.

La simple idea de que no regresara como dijo hizo que su corazón se recogiera y eran inevitables las ganas de llorar así que quería atesorar esos instantes aunque fuera con su cabeza sobre el regazo de Egon.

- Janine, ¿acaso tu mamá no te enseñó a no involucrarte con un Cazafantasmas? Será mejor que vayas a casa, Egon vámonos. - Dijo Peter en seco

Janine miró al piso y Egon se sintió algo turbado no era el momento ni el lugar, Peter tenía toda la razón, debían irse a detener la venida de Gozer. Janine caminó por la vereda y Egon la miró alejarse.

Fue inevitable llorar, estaba enamorada de Egon Spengler y no quería perderlo. No iría a casa como sugirió Peter. Ella también iría al edificio Ivo Shandor con la esperanza de que Egon volvería y cuando eso pasara lo besaría y le declararía su amor.

Cruzando los circuitosWhere stories live. Discover now