capítulo 10 .- Nuevos Comienzos (Parte 2)

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Fueron a caminar esa noche fría por el parque que bordeaba el jardín botánico. Habían bebido un par de copas así que ya no había nerviosismo además la comida estuvo exquisita.

De hecho Egon se había vuelto un animado interlocutor. Le estaba  contando a Janine una historia en la que Peter se emborrachó con Whisky antes de un certamen de neurociencias, cuando estudiaban en Princeton a mediados de los setenta.

Iban tomados de las manos, era agradable poder conversar sin presiones, era maravilloso saber que era real y estaba sucediendo. Janine le comentaba las ganas que tenía de adoptar un gato y Egon la interrumpió con un beso. No fue un beso apasionado sino más bien uno tierno y cálido, el calor de sus labios le producía una sensación agradable y sus manos en sus mejillas le hacían saber cuánto la quería. Era lejos lo más espontáneo que Egon Spengler había hecho en la vida.

No era que su plática lo aburriera, pero ya no podía aguantar más las ganas de besarla, adoraba el roce de sus labios, el sabor de su lengua, como su respiración se complementaba. La tomó de las mejillas y notó como ella se empinó para besarlo, eso le pareció adorable.

- Te quiero... - dijo casi susurrando

- y yo a tí Egon - sonrió realmente sorprendida por aquel beso tan romántico y tan espontáneo.

Luego la fue a dejar a su departamento, eran casi las 11 y debía cruzar el puente hasta Tribeca.

- Ha sido sin duda la mejor cita que he tenido - dijo Janine dos peldaños sobre la escalera para quedar a la altura de Egon

- habrá que repetirlo entonces...- añadió con una sonrisa en los labios

Janine se mordió el labio y lo besó

- Buenas noches, nos vemos mañana

- Descansa Janine.

Mientras tanto en el cuartel, Peter había preparado una adorable cena para Dana y los chicos.

Winston y Ray ya se habían ido a dormir y Egon aún no volvía así que decidieron ver una película en la sala de estar, estaban en el sofá con una manta tejida.

- Ha sido una adorable velada Peter, muchas gracias - Dana lo miró mientras apoyaba su cabeza en su hombro

- Ya ves, tengo mis momentos también - sonrió y le estampó un beso en la frente, Dana se sentó bien y lo besó apasionadamente. Peter sabía que tenía el tiempo a su favor, abrazó a Dana y quedó ella sobre él, mientras la besaba y besaba su cuello, la respiración de Dana comenzó a hacerse más errática

- ¿He dado en el clavo? - dijo Peter mientras le acariciaba la espalda

El brillo en los ojos de la chica hacia entender que sí y lo besó en la barbilla y en el cuello mientras el acarició su espalda por debajo del sweater.

Dana le quitó el jersey a Peter dejando ver su torso evidentemente trabajado, ella lo acarició y siguió besándolo con avidez.

El la imitó y le quitó el sweater dejando al descubierto el niveo torso de la chica, sus pechos redondos y proporcionados con pezones rosados a través de un encaje, Dana se quitó el brassiere.

La observó por un instante y contempló lo hermosa y sexy que era. Había tenido mujeres de todos los colores y tamaños en el pasado, pero ninguna cómo ella.

- Eres hermosa - le dijo Peter acariciando su hombro desnudo, viendo el hueco en su cuello, su breve cintura, sus clavículas. Teniendo una perspectiva de lo perfecta que le parecía Dana Barrett.

Ella lo abrazó, el calor de sus cuerpos era una sensación increíble, ella dio el primer paso y le desabrochó el pantalón. Peter tenía una evidente erección, Dana sonrió con picardía

- ¿Traes un arma o estás feliz de verme?

Peter río por lo bajo, no quería hacer demasiado ruido y la besó suavemente mientras con su mano derecha acariciaba un pecho de Dana, ella reaccionó ante la caricia y gimió débilmente en su boca, el acarició su pezón con la yema de los dedos mientras ella le ayudaba con el pantalón.

Peter se sentía afortunado con Dana, cuan maravillosa era y le enloquecía que tomara la iniciativa.

El la ayudó con sus leggins dejandole solamente las pantaletas y él también estaba solo en boxers.

- ¿Estamos seguros esta noche? - susurro Dana

Peter chasqueó la lengua y sacó un condón de su pantalón, ella sonrió y lo besó - Es muy sagaz Dr Venkman y lo ayudó. Quedaron como al principio, Dana sobre Peter en el sofá, con la colcha a sus pies. Se estremecieron al momento de hacerse uno, se besaron pero no se movieron, querían disfrutar el momento, besarse hambrientamente para luego darle rienda suelta a la pasión. 

Casi pasada la media noche llegó Egon, Peter dormía en el sofá cama con Dana pero escuchó los pasos de su amigo en la escalera. Esperaba que hubiera tenido éxito con Janine, y que este fuera un nuevo comienzo.

Cruzando los circuitosWhere stories live. Discover now