Capítulo 16.- Recuerdos

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Los días pasaron y le dieron el alta, cómo no tenía parientes vivos en Nueva York y era un hombre adulto le dijeron que volviera a casa. Los muchachos consideraron que era demasiado riesgoso que volviera a su departamento, así que lo llevaron al cuartel.

Cuando llegó obviamente no reconoció nada, Ray pacientemente le mostró las instalaciones, su oficina (desordenada como siempre) le pareció demasiado asquerosa para permanecer mucho tiempo ahí, el laboratorio le llamó la atención y la sala de estar. 

- Creo que será prudente que te quedes con Janine acá, mientras tanto nosotros vamos a la acción - Dijo Ray  a Peter con calma

Él asintió tranquilo, no había tenido tiempo de charlar tampoco con Janine, solo la vio un par de veces en el hospital y supo que era la secretaria.

- De acuerdo Peter, si quieres te traigo un café - Dijo Janine dulcemente a Peter y este le sonrió

- Me parece bien

Janine volvió con dos tazas y una bolsa de magdalenas bajo el brazo y le dio su café a Peter, sentándose junto a él. Peter desde que volvió en sí era más retraído, estaba callado casi todo el tiempo, mirando todo. Janine lo miraba y era imposible no esperar algún comentario sarcástico o algún chiste cruel, le era tan raro ver a un Peter en blanco...

- Muchas gracias por el café...

- Janine, soy tu secretaria y además tu amiga - Sonrió y le ofreció una magdalena de vainilla

- Janine... Gracias. ¿Así que sería algo así como tu Jefe?

- Así es, en su debido momento te mostraré cómo hacer tu trabajo de jefe tirano.

Peter cambió el semblante - Lo siento mucho

- ¿Qué? No, lo de tirano era solo un chiste - suspiró profundamente - eres buen jefe y además me gusta estar acá con ustedes - en eso apareció Pegajoso viendo las magdalenas y Janine le arrojó un par, que devoró en el aire. - No te alarmes, el es uno de los nuestros, es Pegajoso.

- ¡Hola Peter!

- Tú, a ti te recuerdo, ¿Que tal amigo?

- me gusta verte - y lo abrazó dejándolo lleno de baba

Peter se sintió incómodo pero Janine le pasó una toalla para que se limpiara la mejilla izquierda

- ¿Estás bien?

- Sí Janine, gracias

Así transcurrían los días, lentamente Peter iba retomando el ritmo con cosas cotidianas como aprender los nombres de sus amigos, realmente disfrutaba de la compañía de Pegajoso. Había accedido a salir con Dana a pasear por Central Park, aunque aún era extraño para él el concepto de romance, Dana entendió eso y le pareció prudente ir con calma. Respecto a su memoria, recordaba vagamente que era un Cazafantasmas, a veces recordaba cómo usar las cosas y luego lo olvidaba. Janine se había convertido en su brazo derecho básicamente, le explicaba las cosas, le ayudaba siempre y hasta le gustaba acompañarla a hacer cosas que usualmente el antiguo Peter consideraba un fastidio, cómo ir por víveres.

Recordaba que Egon Spengler y Raymond Stantz fueron sus colegas en una universidad... Pero no porqué seguían ahí o como se hizo amigo de Winston, a quién consideraba agradable.

- Es realmente agradable saber que evolucionas de forma positiva, Peter - Dijo Egon mientras comía unos M&M's

- Le debo mucho a Janine por esto, realmente ha sido muy dulce

Egon sonrió y asintió - Es maravillosa...

Un día estaba Peter en su oficina, que ahora estaba impecable, no había más basura en el escritorio, ni tazas de café, los libros finalmente tenían espacio en los estantes y su diploma de Doctorado en Psicología Clínica y Parapsicología de la universidad de Princeton estaba enmarcado.

- Peter, Dana está al teléfono... ¿Te paso la llamada? - Dijo Janine

- No... No me apetece recibir llamadas...

- ¿Te sientes bien?

- Me siento excelente

Janine frunció el ceño. Luego de colgar fue a ver a Peter a su oficina. Peter miró detenidamente a Janine, su cabello rojo y corto, sus ojos verdes tras esos lentes de marco de acetato del mismo tono, su figura menuda y agraciada, llevaba una falda color coral y un top color rosa, era lo suficientemente discreto y a la vez coqueto para el calor de Julio, sus piernas eran realmente bellas. ¿Empezaba a sentirse atraído por su secretaria? ¿Su única amiga?

- No deberías evitar hablar con Dana, ella realmente se preocupa por ti y te ama

Peter suspiró y se frotó el cabello castaño, se puso de pie y caminó hacia Janine

- ¿Y que pasa si no quiero seguir con ella?

- ¿Cómo dices?

- Quizás antes sentía cosas por ella pero ahora es diferente... Es una joven adorable y muy guapa, pero no siento lo mismo... Siento algo así pero no por ella...

- Peter...

Peter le tomó suavemente la barbilla con la yema del dedo índice y la besó suavemente.

- ¡No! - Gritó Janine echándose hacia atrás - Esto no es correcto, tú amas a Dana y yo amo a Egon más que a nada en este mundo.

Peter estaba algo confundido, Egon y Janine no tenían muchas muestras de afecto en público, por lo que pensó que ella estaba soltera... Y no que era la novia de su mejor amigo.

- En serio lo lamento mucho... No sabía que Egon y tú...

- Sí, él es mi novio y lo amo desde el primer día que lo vi... Gracias a tí, por haberme contratado.

Peter cerró los ojos y sintió un dolor agudo y punzante en las sienes, de pronto recordó la cara de Egon Spengler tras la entrevista de Janine, cómo sus ojos brillaron y una leve sonrisa se dibujó en su serio rictus. "tiene unas piernas de infarto" - Dijo Peter - "debería considerarla apta" Egon cambió su rictus al habitual y le dijo "¿Cómo estuvo en las preguntas?". Otro recuerdo más, Janine respondiendo todas las preguntas relativas a sucesos paranormales sin siquiera consultar un concepto y de manera apropiada. Le hizo una pregunta certera y ella fue honesta. Eso sumado a sus piernas lo hizo considerarla pero al ver los ojos de Egon mientras ella salía de allí, solo lo corroboraron. Era la indicada, para el puesto y para Egon.

- ¡Peter! ¿Estás bien? - chilló Janine al ver que Peter se doblaba de dolor.

- Me duele la cabeza

Corrió por una de las píldoras que le dio el doctor por si eso sucedía, y volvió con un vaso con agua a la oficina pero no estaba... Tampoco en la cocina, la sala de estar o su alcoba. Janine frunció el ceño y subió a la azotea, allí estaba Peter Venkman, en una tumbona con los ojos cerrados, Janine le dio la pastilla y el agua.

- Recordé porque te contraté

- ¿A sí, por qué Peter?

- Porque además de ser lista y guapa, mi mejor amigo también se enamoró de ti a primera vista.

Janine no supo que decir al respecto, su corazón dió un vuelco y lo abrazó

- Estaba confundido... El amor que me haz dado en este tiempo no es el mismo que me comentaste sentir por Egon... Quisiera que Dana sintiera esa devoción por mí...

- ¿Qué dices? Ella te ama mucho, ha sido comprensiva y siempre pregunta por ti

- Pero jamás seremos como ustedes dos...

- Peter, quizás debas hablar con Dana - Sugirió Janine mirando a Peter algo preocupada

Cruzando los circuitosWhere stories live. Discover now