Noviembre 1989
Habían pasado unos meses de que decidieron darle fin al negocio, cada uno había emprendido su propio rumbo. Peter tenía éxito en televisión, Winston era el socio de su padre en la empresa de construcción, Egon finalmente decidió iniciar estudios en un instituto de investigación teórica avanzada llamado Weaver Hall y Ray estaba teniendo muy buenas ventas en su librería sobre ocultismo.
Ray extrañaba ver el cuartel con movimiento y no solo la unidad contenedora encendida. Echaba de menos compartir con los chicos, con Pegajoso.
Andaba ido y Bárbara lo sabía estaba apilando los libros como solía hacerlo Egon en lugar de ponerlos en los estantes correspondientes. Ella sabía que debían conversar al respecto pero tampoco quería ser demasiado agresiva con él, habían decidido casarse el año entrante y entre sus planes estaba viajar a Suecia para visitar a sus padres con Ray.
- Ray, ¿Estás bien?
- Si cariño, es solo que siento que me falta algo...
Ella asintió y lo abrazó por la espalda y le besó la mejilla. Él le tomó las manos pero no dijo nada.
- Los muchachos están bien, y de seguro te extrañan también Ray
El miró el piso de la librería, luego ordenó los libros en los estantes en silencio.
Por otra parte en Manhattan, en una napa subterránea una masa rosada y viscosa comenzó a emerger entre las grietas del pavimento, siendo pisada por un cochecito
La gente estaba mal genio y se insultaba al pasar, nada inusual tratándose de Nueva York... Era una de las cosas que no extrañaba ella de esta ciudad. Iba con su hijo en el coche y llevaba unas bolsa con víveres, se le acercó a Frank, el conserje del edificio y éste le dijo a otro hombre
- muy bien, quiero que vayas al sótano y revises las cañerías y la caldera, revisa la presión ¿Podrías hacerlo hoy?
- Frank, ¿Te molestaría echarme una mano con esto? - Dijo Dana aparentemente con problemas con las bolsas de compras
- Demonios no soy el portero Srta Barrett, soy el conserje
- Y también un ser humano - y le pasó las bolsas con víveres
- ok no es mi trabajo, pero que diablos, estoy haciéndole un favor
- ya que irás al departamento, ¿podrías revisar el radiador en la habitación del bebé?, Me parece que te lo había pedido la semana pasada...
Y el cochecito comenzó a andar calle abajo
- ¿Y no lo hice?
- está empezando a hacer frío - y notó el coche - yo... yo... yo...
- entonces no hay problema
Y Dana corrió tras el coche, el coche iba cada vez más rápido y ella gritaba - ¡Paren el coche, es mi bebé, es Óscar! ¡Ayuda!
La gente no hacía nada, solo se remitía a mover la cabeza en desaprobación o esquivarla mientras ella corría, el coche viró a la derecha por la primera avenida, ella corría con fuerzas, casi tropezó y gritaba desesperada pero el coche se detuvo justo antes de chocar con un bus, ella finalmente lo alcanzó, el bebé reía y aplaudía en el cochecito y ella lo tomó y lo abrazó fuerte.
- Óscar por el amor de Dios, me diste un susto de muerte
Dana llevaba un par de meses en los Estados Unidos, su matrimonio con André Wallace no fue para nada un cuento de hadas, ella se fue a Inglaterra con él, a Londres, dónde vivieron en la antigua casa que perteneció a la familia de su ex esposo. La familia de éste siempre se encargó de hacerle notar que no pertenecía allí, y el tampoco le hizo sentir lo contrario, muy americana, muy corriente.
Cuando ella quedó embarazada pensó que su matrimonio mejoraría pero él aceptó una vacante como primer violín en la Filarmónica de Viena. Dana no tenía tiempo para la música y eso la fue deprimiendo más y más.
Las cosas empeoraron finalmente cuando él prefirió su carrera por sobre su familia y eso la devastó, volvió con un bebé de pecho a Nueva York, la ciudad donde amó y se encontró a sí misma.
Encendió la televisión mientras el conserje revisaba el radiador y estaba Peter en televisión, en una entrevista con Larry King
- Tu programa es un éxito rotundo, además de sus conocimientos en el área paranormal como un ex Cazafantasmas ¿Cómo lleva su nueva vida Dr Venkman?
- Larry es una bendición tener el amor del público y por sobretodo la audiencia
- Tienes el don de la palabra Peter, ¿Eso funciona también con las chicas?
Peter sonrió y le hizo un gesto a Larry afirmando lo que dijo
- De seguro hay alguna mujer importante en tu vida
Dana apagó el televisor y tomó a Óscar en brazos para darle de comer
En el estudio Peter rió incómodo y miró a Larry King - No, no hay nadie en mi vida en estos momentos.
Fueron a corte comercial y Peter pensó en Dana, habían pasado unos años de su quiebre pero en un rinconcito de su corazón aún la seguía amando.
Los chicos decidieron reunirse después de varios meses sin verse, llegaron a la estación, primero Ray, luego Winston, Egon y por último Peter.
- Aquí estamos - Dijo Ray con una sonrisa nostálgica
Peter lo abrazó y saludó a los demás, llevaba ropa de diseñador y a la moda pero seguía siendo el mismo, la fama no se le había subido a la cabeza y menos con sus mejores amigos.
Se sentaron en la sala de estar y pidieron una pizza, era extraño ver las luces apagadas, el Ecto 1 cubierto con una lona y solo oír el zumbido de la unidad contenedora. Ni siquiera Pegajoso revoloteaba por ahí, luego de cerrar el negocio se fue del lugar.
- Hay veces en las que me encantaría volver al negocio - Dijo Winston mirando la estancia
- ha sido difícil volver a quedar en números azules de manera individual - dijo Egon sacando un pedazo de pizza - Pero es francamente imposible
- tenemos una celebridad entre nosotros - Bromeó Ray mirando a Peter y este hizo un gesto como de restarle importancia mientras bebía una cerveza
- Mi programa es un éxito pero no es lo mismo, los extraño, incluso a Pegajoso...
- Pegajoso... - Dijo Ray un poco apenado - de seguro se fue a alguna pastelería o algo así
Rieron y compartieron un rato juntos en honor de los viejos tiempos. No volverían a ser los Ghostbusters pero el espíritu seguía intacto
YOU ARE READING
Cruzando los circuitos
Science Fictionfanfiction sobre Ghostbusters, obviando la "relación de Janine y Louis" la cual no es Canon y jamás lo será. Narra eventos desde 1984 hasta el 2014