Semanas dedicadas

Siete fanfics

De todos los fanfics para nuestro fandom que has escrito, ¿cuáles no deben faltar en nuestra semana temática?, ¿por qué?

Esta ha sido una pregunta bastante difícil de responder. Cada uno de mis escritos tienen un pedacito de mi corazón y siento que he hecho un esfuerzo consciente para dar lo mejor de mí en cada una de las premisas planteadas, hayan sido ideadas por mí, o hayan sido temas que me regalaron otras personas importantes.

Pero si tengo que atenerme a solo siete:

Reminiscencia: Creo que a este fic le tengo mucho cariño pese a lo desconocido que es en el fandom. Nació cuando tras ver unas imágenes shotacon de Yuri on Ice, me atreví a tocar ese tema desde un punto de vista más real. Amo como salió y amo lo que intenté transmitir en él. Creo que pocos fics del fandom se han atrevido a tocar este tema de forma sensible y honesta sin llegar a ser grotesco o morboso.

¡Libertad!: No voy a decir que quedé 100% contenta con el resultado. Incluso creo que pudo haber quedado mucho mejor. Sin embargo, la premisa de este fic es una de las cosas que más me gusta abordar en escritos, pero había intentado no hacerlo propiamente en Yuri on Ice, porque me gusta respetar el universo libre de la homofobia que nos plantearon Sayo y Kubo. Creo que la realidad de la homofobia debe ser vista desde un ojo crítico y hacer conciencia sobre ello.

Vetados: A pesar de que tengo omegaverse más reconocidos como Escogidos o Juicio de Alfas, este es el omegaverse que salió completamente de mi corazón. Vetados es una historia ligera, muy romántica, pero a la que le tengo un amor muy especial porque quise usar el universo desde un punto de vista por lo general olvidado y crear un amor donde los destinados, olores y celos no estuvieran interviniendo. Es el omegaverse que nació por completo de mí, sin ideas prestadas.

Estoy aquí: Creo que este fic es uno de mis más ignorados no solo porque es canon sino porque es de una pareja no popular como el Emil x Michelle. Pero amé cada minuto que invertí escribiéndolo, desarrollando la idea y llevándola a su fin. Me siento muy orgullosa de él, a pesar de que no gané el concurso para el cual lo escribí.

Grand Prix Final: Es el primer bosquejo canon que intenté hacer cuando apenas iniciaba en el canon. Un pequeño acercamiento a los pensamientos de los seis concursantes que estaba en la final del anime. Siempre el canon ha sido lo que más me ha llamado, así que considero a este pequeño niño el primer borrador de ideas para luego embarcarme en Matryoshka. Representa lo que vino a buscar Carolina Villadiego en el fanfiction y no encontró.

Iridiscencia: Sin lugar a duda, este bebé representa mucho para mí. Recoge la visión que tengo del amor de Víctor y Yuuri a pesar de moverse en un universo completamente diferente. Quise mostrar su crecimiento y el amor que empieza a gestarse con admiración pura, la manera en que creo que esto pudo cumplirse paralelamente en Yuri on Ice. Contrario a lo que cree la mayoría, para mi Víctor lo último que vio en Yuuri fue su físico: Vio su talento, su esfuerzo, su sensibilidad a través de la música y eso lo atrajo a él: el físico fue un plus.

Matryoshka: Creo que este fic recoge todo lo que vine a buscar en el fanfiction y no encontré. Es todo lo que yo quería leer. Una historia de superación, de entrega, de amor en diferentes etapas, de perdón, de crecimiento y de cooperación. Competencias reales, todos los personajes que amo de YOI de nuevo aquí, sin villanos, sin rivales que quieran destruirte, sin personas que quieran hacerte infeliz. Ellos y sus decisiones convergiendo en un mundo donde debían crecer. Agregué la cuota de drama que sé que no veríamos en Yuri on Ice porque no es el deseo de Kubo y Sayo, agregué las lesiones, los conflictos, la prensa que puede ser tan destructiva para los competidores, los miedos, la competitividad, el ego, incluso las enfermedades mentales que tantas veces son minimizadas e ignoradas. Agregué el Victuuri enfrentándose a la mayor de las pruebas, imaginé al Victuuri que amo sufriendo por los hechos que ocurrieron y como lo enfrentaron. Quería ver al Victuuri que amo enfrentándose a ello y volviéndose a levantar con fuerza. Al Yuri Plisetsky que amé en la serie enfrentándose incluso a sí mismo, sufriendo, equivocándose y levantándose. A todos los personajes madurando y cumpliendo sus sueños con el patinaje como el mayor centro de todas esas situaciones. No sé, quería leer algo así, quería vivir algo así y viendo que no lo encontraría, me enrumbé a escribirlo y jamás pensé que esta se convertiría en mi obra más emblemática en el fandom, con detractores y lectores fieles, con gente que la detestan e incluso le temen por solo leer la premisa. Matryoshka es la línea caótica que pensé podría ocurrir en YOI si todo saliera mal y las múltiples señales de todos los personajes que nos dejaron en los doce capítulos se cumplieran, pero quería mostrar que, aún si ocurriera así, hay felicidad al final del camino.