Capitulo VI

4.7K 544 42
                                    

Observe hacia el bosque desde la aldea y pude sentir una vibra diferente a las otras ocasiones.

Los niños que antes jugaban, ahora eran adolecentes pero mas que nada ahora aparento 17 años y todos están sorprendidos por mi apariencia que muy poco envejece. Supongo que este problemita no lo puedo arreglar por mas que trate de usar magia para ocultar mi naturaleza.

__ Kaoru __ vi de reojo que la anciana Kaede se acercaba a mi __ ¿Que tanto observas? __ pregunto intriga.

__ Una joven de otra época aparecerá y con ella la perla de Shikon, en mil fragmentos se separaran por todo el continente y con ellos una nueva aventura comenzara en la búsqueda para reunirlos y amigos se unirán e incluso demonios __ mi mirada estaba tan perdida que no me dí cuenta de la cara de sorpresa que tenía la anciana ante mis palabras.

__ *Chirrido* __ mire a mi pequeño compañero que todo este tiempo estaba sentado a mi lado.

__ Anciana Kaede, no odies a Inuyasha cuando el ha sido inocente en un accidente que fue culpado. El será la clave en este viaje __ sonreí cariñosamente ante esta mujer que me cuido con amor estos años.

__ ¿Que quieres decir con tus palabras Kaoru?

__ ¿Eh? __ sonreí __ Ya no recuerdo de que estaba hablando __ me excuse nerviosa. En ese instante sentí como si fuera otra persona y que necesitaba decir eso __ Mañana iré de viaje a buscar al bosque unas hierbas. Prometo volver dentro de una semana __ esta solo asintió un poco insegura.

__ Siempre te vas cuando no hay luna nueva. No se que escondes, pero cuidate...

La luna nueva se acercaba y no quería que ella aun descubriera mi naturaleza. Solo pude sentir remordimiento por mentirle..

******

Al siguiente día partí temprano con  la promesa de volver. Camine hasta lo profundo del bosque donde había una cascada muy linda.

__ Veo que tienes sueño __ dije al ver a Ao cabecear, este solo negó con su cabecita __ Bien vamos a darnos un buen baño __ dije feliz mientras me despojaba de mi ropa.

Así pase la tarde, poniendo trampas a los alrededores o kunai a rangos distantes por si soy atacada y no puedo defenderme.

Ese día me sentía realmente extraña, sentía una calor que me fastidiaba y muy debilitada, cosa que no ocurre en estos días, además de tener una leve fiebre pero nada fuera de lo común.

"¿Será algún resfriado?"

Eso era imposible, desde que llegue aquí, ni una vez me enferme, solo ahora.

__ Puedes dormir un poco si quieres __ insistí al verlo cabecear mucho. Se cuan cansado esta cuando no hace mucho nos enfrentamos a un yôkai que ataco la aldea y el salio herido. Al verlo que se resistía no pude contenerme y use el sharinga para que quedara inconsciente.

Lo puse entre unas mantas cálidas para después salir a fuera, no sin antes poner una barrera para que descansará.

La calor era tan insoportable que no aguante más y me metí al río para relajarme. El sol ya se había escondido en el horizonte y al salir del agua ya había cambiado, mi cabello se había vuelto blanco y mis orejas sobresalía en mi cabeza. En ese momento sentí como si de golpe mi fuerza se fuera de pique así dejándome super débil.

"Algo me esta ocurriendo"

En eso el sonido de unos cascabeles y el golpe en la barrera indicaban que había varios yôkai que trataban de entrar. Eso me asusto más porque eran muchos, mas de lo normal que las veces anteriores. Una presencia en mi espalda me alerto, ahí estaba ese ser que tanto miedo le tenía por su yôki tan fuerte y temible.

DestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora