14.

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Vic

Ninguno de los dos saluda, yo estoy turbada y él está molesto.

—¿Qué haces aquí? 

—¿Dónde has estado?

—¿Perdón?

—Deja de hacerte la inocente, pasé cerca de la tienda, no te vi ahí... han sido varios los días en los que me han dicho que Rafael regresa solo, ¿con quién has estado?

—Por la forma en la que me lo dices, parece que ya lo sabes. —digo entonces. —Si ya lo sabes no entiendo que estás haciendo aquí.

—Creí que era simple difamación, pero cuando Chris me lo confirmó...

—Ah, claro. —rodé los ojos. —Todos podrían decirte lo contrario, pero si ese idiota lo hace, pierdes la cabeza.

—¿Cómo piensas mantener a nuestro hermano y a ti si no estás trabajando?

—Yo no me meto en tus asuntos, no te metas en los míos.

—¿Con quién has estado? —insiste.

—Si tanto te urgía saberlo, pudiste preguntarle a Rafa.

—Lo hice, y me contestó exactamente lo mismo, que no me metiera ne tus asuntos... Dorotea y Jessica no quisieron decirme nada tampoco.

—¿No crees que es suficiente señal para no meterte en lo que no te importa?

—Es Joel Pimentel. —dice con veneno en las palabras.

—Sea quien sea, no es tu asunto.

—¡Después de todo lo que Chris te ha ofrecido! —suelta ofendido, como si él fuese el rechazado. —Y prefieres arriesgar tu futuro enredándote con ese imbécil.

—No es ningún imbécil. —reclamo haciendo todo lo posible por no ponerme a gritar como idiota, así como él lo está haciendo, la última vez que ambos estábamos gritando, el se fue de casa. —Es el hombre con el que más me he sentido segura, además de papá y de nuestro hermano.

Se ríe cargado de burla en la mirada. —No seas tonta, ¿crees que no sé como son los hombres? ¿Te engatusó en tan poco tiempo? Creí que eras mejor que eso.

—Perdona, pero no soy como las pobres ilusas que salen contigo o con tus amigos. Y el que Chris Vélez o tú sean una mierda, no quiere decir que Joel Pimentel también lo sea, el no se atrevería a tocarme ni un pelo sin mi consentimiento.

—¿No te has puesto a pensar que hace esto sólo por hacerme enfadar? —discute y esta vez soy yo la que lo mira con sorna.

—¿Tan importante te crees? —no puedo evitar soltar una risa que lo hace cabrearse más.

—Piénsalo un momento, el tipo me detesta, a Chris también, y somos amigos de su némesis. Claramente sólo lo hace para joder la existencia... y a ti, una vez usada no te va a querer, aunque no sé si eso esté mal del todo, no tiene nada qué ofrecerte.

Mejoro mi postura, me siento ofendida por mi propio hermano y tengo la enorme necesidad de molerle la cara con mis propias manos. Entonces pregunto:

—¿Estás preocupado por mi virginidad? ¿O estás celoso de que Joel Pimentel te preste menos atención por estar conmigo? —La cara que pone me hace soltar una risa histérica. —En estos meses lo único que has hecho es decepcionarme, deberías hacer menos caso a tus pensamientos pervertidos y los chismes que Christopher te dice, Joel Pimentel y yo no somos amantes, te repito que no sería capaz de aprovecharse de mí. De hecho, ni siquiera me está cortejando, y aunque lo hiciera, estoy segura que no lo haría por fastidiarte a ti o a tus amigos, ustedes no son el centro del universo, ni las personas más importantes en Kalë.

Riendas » joel pimentel || TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora