PAPER HEART ➽ Huang RenJun

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Busqué su mirada con las intenciones de lanzarle una bala con mis ojos, pero ella, muy lejos de hacer contacto visual conmigo, ignoró totalmente mi presencia y, a sabiendas de lo mucho que la iba a odiar luego de eso, lo hizo.

—¿No quisieras quedarte a cenar?.

Quise en ese momento arrancarle todos los cabellos...

—Sería un gusto.

...Y a RenJun también.

Tuve la gran mala suerte de encontrarme a Yoon en la frentera de la casa regando las plantas ubicadas al costado del pavimento, plantas que no eran nuestras a las cuales ella nunca ni siquiera veía, pero hoy sí, las vio y no solo eso, también decidió regalas, a las cuatro de la tarde, justo cuando yo llegaba con el insistente RenJun, quién prácticamente se colgó de mi pierna negándose a dejarme ir sola.

—Es muy guapo. —me codeo y susurró. RenJun no se encontraba a tantas distancia nuestras por lo que era seguro que había oído aquello.

Le lancé un fulminante y asesina mirada algo que ella correspondió con una risa traviesa.

—Tu casa es muy linda. —comentó RenJun girandose a verme, cambié inmediatamente mi expresión asesina por una más neutra.

—Gracias.

Yoon captó la atención inmediata de ambos cuando la oímos hacer un ruido de más escándalo.

—¡Ay! —exclamó llevándose ambas manos a la boca y cubriendo esta—___ nunca dice ese tipo de palabras amables, RenJun debe ser muy especula.

Mi cara enrojecio a tal punto que sentí que explotaria.

La risa burlona de Yoon de dejó oír fuertemente por toda la sala.

—Bueno, yo los dejo. —habló mientras yo mantenía mi rostro agachado ocultando mi sonrojo—La cena estará lista aún en unas horas, vayan a distraerse por ahí.

—Gracias. —expresó amablemente RenJun.

Yoon se marchó y yo pude controlar la sangre de mi rostro.

—Voy a matarla. —susurre viendo como se alejaba.

Escuché una risa juguetona por parte de RenJun así que me giré inmediatamente a él.

—Es muy extraño ver en tí otro tipo de expresiones. —explicó sonriendo.

Lo miré pensativa. ¿En realidad tan poco expresiva era? Por lo general mis reacciones no solían ser demasiado eufóricas y extrañamente le sonreía a alguien, y, en general, toda mi actitud displicente hacia la vida, eran nada más que traumas de niñez.

—Te voy a enseñar mi habitación. —rompí el silencio que se empezaba a hacer incómodo.

Pasé por un lado de RenJun, crucé la sala y me adentre por uno de los tantos pasillos directo a las escaleras hacia el tercer piso.

—Vaya, ¿por qué te mandaron a vivir tan arriba? —se quejó RenJun llegando a mis espaldas.

—Yo elegí esta habitación.

Tomé la mano de RenJun y jalé de esta haciendo que me siguiera. Avanzamos ppr el pasillo hasta la última puerta, mi habitación.

Tomé la perilla y dudé un poco a la hora de girarla, nunca antes otra persona ajena a mi casa había entrado allí mas que Yoon, Lia y extrañas veces mi mamá. Incluso Ji Hwa, quién se podría considerar una amistad, ni siquiera conocía el exterior de mi casa, y ahora yo dejaría entrar a aquel lugar a, no solo alguien ajeno, si no, a un chico.