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Me aferraba a su cuerpo con toda mi fuerza y, pese a que todo a mi alrededor iba mal, en estos precisos momentos me sentía tan segura con su sola presencia. Sus manos acariciaba mi cabello y espalda provocando también que mi corazón sienta esa calidez de su cariño.

—Por favor sacame de aquí. —pedí escondiendo más mi rostro en su pecho, mi voz quizás se oía algo quebrada y débil, pero las ganas de llorar se iban marchando poco a poco y la calma se apoderaba de mí.
Solo necesitaba verlo y sentirlo para saber que todo iría bien.

—Sabes que permanecer a tu lado ha sido siempre mi más grande deseo, pero ahora no puedo sacarte de aquí. —sus dedos se enredaron en mi cabello y dejó un suave beso en mi cabeza. Entendí sus palabras y supe que aquello que le pedía era un imposible, pero yo esperaría lo que deba esperar—___, Jeno es mi mejor amigo. Hace unos meses tocó la puerta de mi casa y me pidió que lo ayudara en un asunto urgente. Su hermana vendría pronto a vivir con él y necesitaba que yo me hiciera cercano a ella para poder conocerla un poco más, quería saber qué color era su favorito, cual era su postre más deseado, cómo era su forma de ser, por fuera y por dentro; y mes a mes me encargué de informarle lo que lograba conocer de ella.

Oí atentamente cada una de sus palabras luego de oír el nombre de Jeno, mi ahora hermano, y como toda una propia tonta me pregunté a quién se podría estar refiriendo. Era yo. Yo era la hermana que vendría a vivir con él en un tiempo, yo era a quién RenJun debía hacerse cercano solo para ayudar a su mejor amigo a saber más de esa persona que creció tan sola y por un momento creyó tener la sinceridad de alguien pero ahora es cruelmente apuñalada como una res en un matadero.

Entender todo a totalidad con sus pocas palabras fue lo más decepcionante del día, creo que nada en mi vida fue tan decepcionante como él.
De nuevo todo yo era un torbellino de sentimientos, no lo quería creer, no lo podía creer. RenJun no, él no me engañaria de esa forma.

¿Pero que digo? Él mismo me lo acaba de confesar.

Mis brazos que se aferraba fuertemente a su última esperanza cayeron y soltaron el cuerpo que mantenía prisionero. Retrocedi unos pasos levantando mi mirada poco a poco encontrándome con sus ojos. Un odio inmenso se apoderó de mí, pero la pena quizás era más grande.

Sentí cómo una lagrima empezó a deslizarse por mi mejilla y fue secada rápidamente por sus manos que en un rápido movimiento acunaron mi rostro, pero no lo dejé acercarse demasiado, haciendo uso de toda mi fuerza e impulsada por mi ira, di un fuerte golpe a su pecho haciéndolo retroceder un paso.

—¡Yo hubiera hecho cualquier cosa que tú me hubieras pedido! . —a penas pude gritar aquello, el dolor de mi garganta y pecho eran muy fuertes, mi voz se quebraba y eso ya no podía controlarlo—. Incluso si me hubieras pedido venir a vivir aquí por voluntad propia ¡yo lo hubiera hecho! Pero esperaste a romperme el corazón para decirme todo. ¡Yo en verdad confiaba en tí!.

Y empecé a alterarme. Le grité tan alto como pude en un intento de desfogar algo de furia, pero no, mi pecho dolía aún más y mi garganta también.

Parpadeo muchas veces y abrió sus ojos con fuerza. Una lagrima dejó un camino por su mejilla e intentó avanzar unos pasos más a mí, pero se lo volví a impedir; lo empuje haciéndolo chocar esta vez con la pared.

—Yo te amo, en verdad te amo mucho. —habló frunciendo su ceño y se oyó tan seguro de lo que decía, pero yo no caería, no más; nadie me vería más la cara de tonta.

—Eres una asquerosa mentira. —apreté mis puños y deseé mucho golpearlo—Todo tú eres una mentira. Traidor de mierda —masculle entre dientes con cólera.

Y de nuevo estaba sola.
¿Cómo no pude verlo antes?
Era obvio que jamás me quiso, yo misma me odio, no hay forma que alguien más pueda quererme. Nadie se acercaría a mi porque sí, nadie me daría cariño tan espontánea y naturalmente, nadie. Siempre estuve sola, pero le creí. Creí cuando decía que me quería, cuando decía que estaría siempre conmigo, cuando prometía no abandonarme nunca.
¿Es así como tratas a alguien a quién amas, RenJun?
No, no me amas, no tienes ni un poco de afecto hacia mí, solo he sido un encargo que te dieron. Y yo fui tu víctima, tu estúpida víctima.

PAPER HEART  ➽  Huang RenJun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora