PAPER HEART ➽ Huang RenJun

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— ¡No voy a ir a la escuela! —grité al oír los insistentes toques en la puerta.

Oí la puerta abrirse.

— Dame un buen motivo para no hacerlo —habló Yoon entrando a la habitación.

Ella tiene todas las llaves de repuesto de la casa, fue más que inútil poner el seguro a la puerta.

— Me siento enferma —mentí y obviamente que se notó, yo era mala mintiendole a Yoon, solo a ella.

— Si sigues repitiendo eso probablemente te enfermes de verdad —se sentó al borde de la cama y empezó a acariciar mi espalda— Repetiré mi pregunta, ¿Por qué no quieres ir a la escuela?.

Dejé de darle la espalda para girarme lentamente hacia ella y poderme sentar en la cama.

La mire por un largo rato mientras me cuestionaba si contarle o no lo sucedido el día anterior.

— No quiero verlo —respondí luego de acceder a contarle todo.

Yoon frunció su ceño con extrañeza y con una leve sonrisa ladeo su cabeza.

— ¿A quien? —volvió a preguntar aún sonriendo.

— ¡A ese maldito idiota que se atrevió a besarme! —exploté.

Yoon abrió sus ojos hasta el punto que casi se salen de sus orbitas.
Un largo silencio se hizo presente.

No pude reaccionar a ese beso, simplemente me quedé estática e inmóvil como una propia tonta.

Me castigue a mi misma por no haber podido, aunque sea, empujarlo lejos, simplemente dejé que lo hiciera.

Y lo que me enfadaba más, aún mucho más, era aquella sensación que tuvo mi estómago cuando sentí sus labios tocar los míos, ¿Acaso esas eran las tontas mariposas de las que todos hablan?

Y hay algo que me enfurece mucho más que lo anterior, es que, ese maldito tuvo mi primer beso, el primero de todos.

Se supone que no debía ser así ¿no?.

Lo arruinaste todo Huang RenJun.

— ¿Y que sentiste? —Yoon rompió el silencio haciendo la pregunta del millón.

— ¡Me gustó! ¿Entiendes? ¡Por eso estoy molesta! ¡Porque me porte como una tonta débil! —respondí en modo demasiado sincero y gritando.

La mujer se hecho a reír y carcajearse, tocaba su estómago y tapaba su boca con su mano.

— ¿Qué es tan gracioso? —crucé mis brazos para luego mirarla con el ceño fruncido con notable molestia.

Trató de clamar su risa y empezó a respirar profundamente.

— Las mismas palabras ya las he oído antes —aclaró— Tu padre tuvo la misma reacción cuando lo beso una chica en la universidad.

¿Universidad? ¿No se supone que era adulto ya?.

— Tus abuelos lo mantuvieron en colegios de hombres en toda su niñez y adolescencia. Pero al ingresar a la universidad, tuvo que aprender a convivir con las personas del género opuesto —siguió explicando— Y la reacción que tuvo cuando una chica lo besó fue exactamente a la tuya, claro que él no salió de casa en toda una semana.

Aquello no lucia tan mala idea, estar encerrada en mi habitación por toda una semana probablemente me ayude a resolver mis líos internos.

Siempre, a lo largo de mi vida, había oído todos los miles de parecidos que tenía con mi padre, obviamente yo no iba nunca a ratificar aquellos rasgos similares de ambos, yo nunca lo conocí.