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Abrí mis ojos lentamente y encontré frente a mi la imagen más adorable y descarada con la que puedo haber despertado.

Tenía su cabello revuelto y lucia tan tranquilo cómo un bebé, sus mejillas estaban sonrosadas y el sol chocaba directamente a la piel de su pecho, tan blanco y terso; y cambiando radicalmente la vista inocente, su labio tenía una mancha roja y sus clavículas tenían manchas violáceas y rojas que hacían un lindo contraste con su tono de piel.

Mi RenJun.

Sonreí como tonta y sacando lentamente mi mano de debajo de las sábanas, pasé delicadamente mi dedo dibujando su perfil y disfrutando de su respiración cuando llegué a sus labios.

No lo resistí y me incliné a él para dejar un beso en la punta de su nariz.

Se removió en su lugar y sus párpados empezaron a levantarse pesadamente.

Me miró y sonrió, y mi corazón latió cómo loco.

Parecía tan irreal, porque tantas veces antes había despertado con él a mi lado, pero a penas había intentado abrazarlo, él se había esfumado.

— Buenos dias linda. —susurró para luego apegarse más a mí y rodearme en un abrazo.

Escondí mi rostro en su cuello e inhale el delicioso aroma de despedía naturalmente su piel.

Dejó un camino de besos desde mi hombro hasta detrás de mi oreja.

Seguí sonriendo como una tonta y solté un risa cuando sus besos me hicieron cosquillas.

No entiendo el porqué me sentía un poco tímida si la noche anterior no existía ningún rastro de vergüenza en mí. Tal vez era porque mi cuerpo ardía en ganas de sentir su piel contra la mía, y volver a sentirme suya.

Hemos dormido bastante.

Me sentía tan liberada y puede que aún si hubiera llegado a la cama con otro chico, no me hubiera sentido de la misma forma que con él.

— Antes de que te vayas a clases ¿podemos bañarnos juntos?. —preguntó acariciando mi espalda.

"Claro que quiero bañarme, pero no precisamente con agua"





[ un mes después ]







La definición perfecta de este día era: mierda.

Empezando por el hecho de que tenía que presentar una exposición grupal y todo el resto de "mi grupo" se les había antojado de faltar, odiaba que me dejaran en esta clase de situaciones. No pienso dirigirles la palabra ni una sola vez más hasta que saque el maldito título.

Pero ese no fue el único suceso del día que malogró el buen ánimo con el que salí de casa luego de ser despachada con un lindo beso.

Un tipo en el trabajo quiso pasarse de listo y se le ocurrió que sería buena idea darme una a nalgada.

No tiene sentido seguir ahondando más en la situación puesto que lo único o, él único, capaz de hacerme feliz estaba en casa, lugar al cual me dirigía prácticamente corriendo, y me esperaba impaciente.

Abrí la puerta de casa y, a comparación del silencio sepulcral que hasta hace un mes me recibía, esta noche estaba aromatizado de un delicioso olor a comida y de una suave música.

— ¡Llegaste! —salió corriendo de la cocina con los brazos abiertos y asustandome por su repentino grito.

Me abrazó y sentí cómo de toda mi atormentada mente empezaba a irse esa sensación de querer golpear algo.

PAPER HEART  ➽  Huang RenJun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora