•| Little Lie |• [ KaiBaekSoo ]

6

A pesar de que trató con todas sus fuerzas, le fue imposible dormir después de una media hora. El dolor de su corazón lastimada lo más profundo de su ser, sobre todo cuando algunos ruidos se escucharon de nuevo, para ser exactos... Gemidos.

Baekhyun en verdad trató de respetar la privacidad de KyungSoo, en verdad. Pero su corazón se sentía oprimido, se sentía jodido, le dolía todo al pensar que su ex novio y ahora hermano, el amor de su vida, estuviese teniendo sexo tan salvajemente con un hombre ajeno en su casa. Ellos habían acordado hace mucho que nunca llevarían a un hombre a casa, para Baekhyun eso era respetar los sentimientos que aún vivían ambos. ¿Porqué KyungSoo está lastimando sus sentimientos? No era justo, él nunca llevó a JongIn a hacer aquello ahí por respeto a él.

Los gemidos entonces se hicieron más sonoros y entonces Baekhyun se dió cuenta de algo, esa voz... La otra voz era inigualable, la conocía tan perfectamente y... No. Eso no podía estar pasando, no.

Su cuerpo entonces se sintió pesado, adolorido, en su cabeza no había otro pensamiento, no podía escuchar nada que no fuese aquellas voces que tan bien conocía, entonces se levantó casi moribundo de su cama y a los tres pasos su cuerpo no resistió la anticipación, haciéndolo caer al piso. Mas aquello no importó, porque con un nuevo esfuerzo se puso de pie y caminó de nuevo hacia la puerta.

Frío, dolor, lágrimas y su corazón latiendo cada vez más lento. Baekhyun sentía que su mundo se venía abajo, ¿Eso era siquiera real?, pues no lo supo hasta salir en la oscuridad del pasillo, al final entonces estaba aquella habitación, con una tenue luz que resaltaba el sudor de los dos cuerpos que se mecían el uno contra el otro. Entonces Baekhyun sintió la primera punzada en su pecho, entonces dolió, dolió cada segundo más, por cada estocada, por cada gemido, por cada mirada que los dos hombres que más amaba se daban. A paso lento y silencioso Baekhyun fue, cada pisada dolía más, cada segundo, cada centímetro cerca aumentaba el dolor y cuando estuvo justo en la entrada viendo y escuchando aquello, aquel acto tan íntimo, no pudo, simplemente tomó el pomo de la puerta y cerró con lentitud para que nadie los interrumpiera.

¿Tonto, verdad? Pero no había nada qué hacer. La lluvia había empezado a caer fuerte y su los truenos y relámpagos seguramente estaban danzando al son. Cansado, adolorido, y con dificultades de respirar, el mayor del hogar escondió bien su maleta, tomó su móvil, un suéter y ya abrigado salió de su hogar sin un paraguas, sin siquiera ver hacia atrás, ni siquiera estaba pensando, sólo lloraba desconsoladamente mientras la lluvia cubría sus lágrimas. Eran las cinco de la mañana, las personas corrían a sus trabajos por las principales calles, más él no quería estorbar y por esa razón buscó el camino hacia el bosque, ahí entonces pudo llorar con más fuerza, con sus pasos débiles guiándole más profundo, en donde la oscuridad se llevaba todo de él. Gritó lo más fuerte que pudo lo que nunca imaginó.

— ¡Kim JongIn! ¡Byun KyungSoo! ¡Los odio, los odio, los odio!

Entonces sus pies cansados se debilitaron y terminó de rodillas llorando con más fuerza, ahogándose con sus lágrimas y con la lluvia mojando cada parte de su cuerpo, incluso mojando su alma. No quería sufrir así, nunca lo buscó. Nunca quiso eso. Sin embargo por alguna razón... Las dos personas que más amaba le vieron la cara y eso nunca podría afrontarlo de nuevo.