Capítulo 11

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—Chiara, tranquilízate y hablemos civilizada mente —digo retrocediendo lentamente con las manos alzadas.

—Te pedí solo una cosa —dijo notoriamente enojada—. Confié en que lo harías ¡Pero no!, ¡tenias que decirle a todo el mundo!

—¡Solo lo sabia Lovino, tu fuiste la que lo grito a los cuatro vientos!

—¡No lo estas negando! —me señala y yo choco con una mesa.

—Uhm... ¿Podrían bajar el tono de sus voces por favor? —dice Sakura pero es ignorada. 

—¡No! —le grito a Chiara—. ¡Solo intento aclarar las cosas!

—¡Mientes!

—¡Eso no lo sabes!

—Tal vez si hablaran sin gritar podrían- 

—¡Eres la única persona a la que se lo conté!

—¡Nunca me lo contaste!, ¡lo descubrí por mi cuenta!

—¡Eso es peor! ¡Invadiste mi privacidad!

—¡Estaban en el baño! —digo pasando mi mano por mi cabeza—. ¡Cualquiera pudo haber entrado!

—¡DEJEN DE GRITAR! —grita Sakura dejando a todos perplejos y mudos—. Lo siento, no debí alzar la voz de esa manera —aclara su garganta—. Pero tendrán que discutir en otro lugar y de preferencia sin gritos         

Sin aviso nos agarro de los brazos y nos arrastro hacia uno de los baños que estaban alejados y por lo tanto vacíos, nos dejó ahí con la advertencia de no seguir gritándonos o volvería y como si fuéramos niñas pequeñas nos haría hacer las pases. Ni una de las dos quería eso a si que se lo prometimos y no dijimos nada hasta que Sakura desapareció de nuestra visión y nos quedamos ambas mirándonos con un ceño fruncido que demostraba nuestra irritabilidad. Chiara porque sentía que su privacidad había sido invadida y porque detestaba que las personas supieran más de lo debido de ella, yo por otro lado está irritada por este numerito que Chiara me había montado por una confusión.

—Chiara, yo... —me acerco a ella—. En serio no dije nada de lo tuyo con Govert, en serio. Créeme —digo con una voz calmada.

Chiara deja caer sus brazos y se apoya en una pared para dejarse caer hasta que toca el suelo .

—Mis padres lo odian y él es el mejor amigo de mi hermano, uno de los pocos que tiene —dice mirando el suelo—. La vida de Lovino ya es difícil y no tiene que ser aún peor, si mis padres se enteran que salgo con Govert, dirán que es culpa de Lovino por presentarme a sus amigos y nos obligarán a ambos a alejarnos de Govert. Mis padres son los peores hijos de puta de la historia

—¿Porque harían algo como eso? —me siento a su lado.

—Yo que sé Kirkland, tal vez porque Govert no tiene nada que aporte al negocio familiar

—Bueno, tus padres son unos idiotas —le digo y ella ríe débilmente.

—Si, lo son, pero son los idiotas que me mantienen y debo seguir sus reglas hasta que me largue de esa estúpida casa —rueda los ojos—. Debería pedirte una disculpa por haberte gritado enfrente de todos y haber empujado a tu idiota americano, pero apesto pidiendo disculpas

—Alfred no es nada mío y no importa que lo hayas empujado —murmuro sonrojada.

—Lo que digas Kirkland —se burla Chiara—... Lo siento

—No importa —digo—. Solo volvamos con el resto y trataré de calmar a Lovino —digo y ella asiente.

Nos levantamos y al abrir la puerta vemos Daysi con los ojos rojos.

Shall We Dance?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora