Capítulo 3

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—¿En serio volviste por tus llaves en medio de la pista sin ver si venia algún carro? —pregunta Emily intentando no reír.

—¡Ya deja de burlarte! —le grito a Emily por el teléfono—. Estaba molesta y nunca pienso bien cuando estoy molesta —murmuro.

—Bueno, solo llamaba para verificar si seguías con vida —bromea.

—Solo es un esguince en la muñeca, mañana estaré en clases como siempre —contesto.

—Llevare un marcador para firmarte el brazo —declara.

—Eso es muy antihigiénico —digo—. Y no voy a tener un yeso, ya te dije que solo es un esguince. Solo tendré la muñeca inmovilizada con una ortesis —le explico.

—Que aburrido —resopla.

—Es un esguince, no voy a poder mover mi mano —informo—. No se supone que sea divertido, Emily

—Bueno, tengo un videojuego que no se va a terminar solo, te veo mañana Alice —dice—. ¡Bye! —se despide y termina la llamada.

Dejo el teléfono en su lugar y vuelvo la vista a mi libro. Estaba obligada a usar el teléfono de casa ya que estaba castigada y no podía usar mi celular, estaba confiscado hasta que mis padres decidieran que había aprendido la lección. Luego de mi caída de casi cuatro metros y casi ser atropellada por un carro en medio de la pista por buscar unas llaves que no encontré, sí que la había aprendido.

No más consejos amorosos de Francine o cualquier tipo de consejos que involucre interacción humana con otra cosa que no sea un libro.

—Hola, Alice —entra Sakura a mi habitación.

—Sakura —salto sorprendida en mi lugar—. Me asustaste —rio levemente—. No esperaba verte hoy. Ya sabes, se supone que estoy castigada y no puedo ver a nadie que no sean mis molestos hermanos —hago un ademan mientras ruedo los ojos.

—Mi hermano iba a ver a Iván y pensé que sería una buena idea si pasaba por su casa y la saludaba. Sabía que su madre no me dejaría entrar porque estaba castigada y por eso vine con todo esto —dijo Sakura sacando unos cuantos libros.

—¡Los deberes, gracias! —exclamo y empiezo a ojearlos—. Parece una broma de mal gusto como se les ocurre avanzar demasiado cuando no estoy en clases

—Solo son las notas que tomo en clase —señala—. Me gusta ser especifica y que tengan toda la información

—Muchas gracias, Sakura —contesto con una sonrisa.

—No es nada, ¿cuándo vuelve a clases? —pregunta.

—Mañana y si no me equivoco, me quitaran esta cosa de acá en algunas semanas —alzo mi brazo con el esguince en mi mano izquierda.

—Debió haber sido una gran cita para que no pensara en el tiempo, Alice —dijo—. ¿Qué tal le fue?

Repase toda la noche de ayer, específicamente la parte en la que tenía una cita con Francis. Intente buscarle algo positivo con tal de demostrar que si podía tener una cita exitosa, pero el problema no era yo y no dude ni un segundo en demostrar mi disgusto.

—¡Ese francés era un patán! —grito y la sonrisa de Sakura desaparece—. Era tan desesperante, pervertido y como si no fuera mucho ya, es amigo de Arthur

—Entonces no entiendo como terminaste con una muñeca esquinzada —comenta y se sienta a mi costado.

—Pues... —miro a otro lado—. Luego de salir de la cita, estuve enojada y casi soy arrollada por un auto por volver a por las cosas que se me habían caído cuando me tropecé con un chico —confieso y Sakura me regaña con la mirada.

Shall We Dance?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora