Elena era una chica que viajaba muy a menudo, su trabajo era muy demandante.
El siguiente lugar al que tendría que ir es un pequeño pueblo. Estaban planeando construir una de las sucursales de su empresa ahí, aunque no entendía porque.
Desde temprano salió de su casa, y se dirigió al pueblo.
En este pueblo se respiraba un aire cargado de tensión. Cuando bajó de su auto, Elena sintió la presencia de varios ojos. Ojos que la miraban con enojo.
Lentamente se dirigió a ver el terreno. Habría que derribar algo para poder construir la sucursal, pero ella no sabía que era.
¿Un cementerio?
Elena no creía en fantasmas o esas cosas, pero ¿destruir el lugar donde varias familias habían enterrado a sus seres queridos?
Elena decidió recorrer el cementerio, solo por curiosidad.
Elena abrió una pequeña puerta en una caseta de vigilancia y entro. Ahí vio unas llaves. Las tomó y abrió la puerta principal. Sintió que un escalofrío recorrió su cuerpo. Sintió que debía solamente irse, pero decidió continuar.
Caminó por los caminos de tierra un largo rato, solo viendo lápidas. Sin qué se diese cuenta ya había anochecido. Tenía que tener los papeles de la construcción listos mañana, y no iba ni a la mitad.
Camino rápidamente a la puerta de entrada. Una sensación familiar se presentó en ella. Varias miradas de enojo fijamente en ella.
Apresuro su paso. La puerta de entrada estaba frente a ella. Pero no encontraba las llaves. Se paralizó al sentir una respiración detrás de ella.
La respiración se volvió pesada. Ella se asustaba cada vez más. Volteó y lo vio, más bien la vio. Una niña pequeña que la observaba.
Elena soltó un suspiro de alivio.
- Hola pequeña ¿Estas perdida?
La niña solo soltó una sonrisa maliciosa e hizo contacto visual con Elena. Los ojos de la niña eran blancos. Elena caminó lentamente hacia atrás, pero chocó con la puerta.
La niña se acercaba más y más. Elena recordó la caseta de vigilancia. Se acercó lentamente a la ventana, y se dio cuenta que era imposible romper la ventana.
Vio su única salida, adentrase en el cementerio. Corrió entre las lapidas. Corrió lo más rápido que pudo. Hasta qué tropezó con una lápida.
Cuando alzó la mirada pudo leer lo que decía la lápida enfrente de ella.
"Elena Hudgson"
". 1988- 2014. "Elena estaba aterrada. No estaba muerta. Bajo la mirada un momento, y cuando la volvió a subir vio a la niña. Elena no hizo el más mínimo esfuerzo por levantarse. La niña la miro directamente a los ojos por unos minutos. Elena perdió la conciencia.....
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Hola espero les gusté este creepy y bueno pues nuevo libro!
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Terror Psicológico 2
HorrorTus pesadillas están a punto de hacerse realidad. Sigue leyendo, y no dormirás.