Terror Psicológico 2

Historia de Medianoche

-El baño esta a tan solo unos metros del cuarto. No hay problema alguno. Serán solo unos segundos en el pasillo. Ese miedo a la oscuridad es una estupidez. Están exactamente las mismas cosas que hay cuando la luz esta prendida.- pienso.
Abro lentamente la puerta del cuarto y corro al baño. Suelto un suspiro de alivio. Ni siquiera yo mismo se porque le tengo tanto miedo a la oscuridad. Tal vez solo sea sugestión, o lo pesado que se siente el ambiente.

Abro lentamente la llave del agua. Me lavo la cara. El agua esta helada. Sin abrir los ojos, tomo la toalla que estaba a mi lado. Comienzo a secar mi rostro. Todas las noches durante el último mes eh tenido ese mismo sueño...

Hay algo raro en el borde del espejo. Un pedazo pequeño de hielo. Cuando intento quitar el hielo, se escucha que alguien toca la puerta. Mis padres tiene baño en su cuarto, así que no tienen necesidad de venir a este. La puerta comienza a abrirse. No hay absolutamente nadie en el pasillo. Apago rápidamente la luz, y corro al cuarto. Le pongo seguro a la puerta, y me meto en las cobijas tapándome por completo.

Llevaba 20 minutos intentando dormir cuando el sonido de la puerta abriéndose me exalta. Una respiración casi imperceptible se escucha en la esquina del cuarto. Abro un pequeño agujero ente la cobija y el colchón para ver que pasa. Una sombra alta esta parada ahí, sin moverse.
Cierro el agujero e intento conciliar el sueño....
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Cuando conté lo ocurrido a mis padres en el desayuno, me dijeron que no era nada. Que de seguro lo había soñado. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Un zumbido bastante molesto taladraba mi oído.

Todos manteníamos una platica muy amena, hasta que el estruendo producido por varias latas cayéndose de la repisa más alta de la alacena nos distrajo. ¿Cómo es eso posible? Ningún miembro de mi familia es tan alto como para llegar a esa parte de la alacena sin un banco. Y aparte, todos estábamos sentados en la mesa desayunando.

Mi madre volvió su mirada a mi. ¿Ahora me cree no?
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Toda la mañana fue bastante tensa. Estática espontánea en el televisor. Hielo en los espejos entre otras cosas.Decido relajarme un poco, así que me dirijo al baño y preparo una ducha caliente.
No llevo más de 10 minutos aquí y ya siento que alguien me mira. La puerta se abre.
-¿Qué pasó mamá?- no contesta nadie. Empiezo a estrésarme. No quiero salir, pero tengo que. Tomo rápidamente la toalla y salgo corriendo. Había algo. Estoy seguro.

Comienzo a vestirme apresuradamente. Siento como si mi corazón fuera a escaparse de mi pecho. Cuando menos me doy cuenta siento un líquido rojo escurrir por mi nariz. Sangre. Mi nariz esta sangrando. Tomo la toalla y aplico un poco de presión. Después de unos 10 minutos, el sangrado paro. -Tengo que calmarme un poco-pienso. Tomo mi PC, me pongo mis audífonos, y comienzo a revisar mi redes sociales.

Veo algo caer a mi lado. Mis camisas...¿qué hacen mis camisas volando por el cuarto? Todos mis cajones están abiertos. Intento cerrarlos, pero algunos vuelven a abrirse. De la nada se escucha vidrio romperse. Bajo rápidamente a la sala de estar, para ver a mi madre horrorizada. El cuadro de la pared se había caído.. Esto ya está siendo suficiente.
Cada vez me asusto más.
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Esta noche me encuentro solo en casa. Hace mucho frío. Muero de sed. Necesito bajar a la cocina por un vaso con agua. Tomo mi celular, enciendo el flash, y abro la puerta. Comienzo a bajar lentamente. Escucho pasos detrás mío. La misma respiración de la sombra de mi cuarto.

Comienzo a caminar un poco más rápido. Sirvo rápidamente el agua en cuanto llego a la cocina, y por inercia comienzo a tomarla. Cambia de no tener sabor, a algo metálico, caliente y espeso. Mi cerebro trata de procesar todo...sangre. Tiro el vaso al suelo causando un gran ruido.

Una figura alta, tosca, y regordeta se acerca a mi y por alguna extraña razón comienza a hacerme cosquillas. Comienzo a reír frenéticamente. Si me da risa, pero también es un estrés enorme. Intento patearle para poder escapar. Todo en vano. Como ultimo esfuerzo decido morderle el brazo. Sabe raro. Como a plástico. Esta era mi pesadilla. La misma de todas las noches, pero nunca acaba bien.

Esto dio resultado. Mi corazón se acelera junto con mi respiración. Decido intentar salir de casa. La puerta esta atascada. Esta figura llega por detrás y me carga. Comienza a subir las escaleras. Me lleva al baño de mis padres. Cuando entramos el olor a putrefacción penetra mis fosas nasales. No quiero saber que hay ahí dentro.

Veo la figura de un pequeño niño. Ya no esta la figura. Reconozco a ese niño. Mi sobrino. Murió en un accidente de auto con sus padres y la abuela cuando tenía 5 años. Comienza a susurrarme que me están esperando. ¡Dios! Esta no era la primera vez que lo veía después de muerto, siempre estaba en mi jardín jugando; o caminando por toda la casa. Recuerdo perfectamente una vez que estábamos en una cena y una de sus manos se marcó en la puerta de vidrio.

Cuando abro la puerta del baño, el cuarto de mis padre ya no esta. Es como si estuviese en el patio. Un hombre con capucha utiliza en columpio. Hace mucho frío. De la nada me extiende la mano. En ese momento lo que paso por mi mente, fue la idea de la muerte. Pero recordé que mi abuela me dijo. No darle la mano, solo voltearme. Y eso fue lo que hice.

Era como un monje. Se le podía escuchar cantando. Cánticos que a cualquiera le enchilarían la piel a cualquiera. También a él lo había visto en varias ocaciones. Y ese cántico, me resulta familiar. Comienzo a caminar lentamente a lo que parecía ser la puerta de vuelta a la casa. Conforme camino lentamente a mi cuarto ignorando lo que sucedía a mi alrededor, los cánticos se hacen más y más fuertes. Mi nariz vuelve a sangrar, y todo comienza a dar vueltas. Caigo al suelo, pero sigo consciente. Ahí esta él. Comienza a acercarse. Trae un rosario en la mano, pero con una cruz al revés. Se agacha a mi lado. Me ofrece la mano nuevamente. Lo rechazo. Así que presiona la cruz contra mi brazo, quema. La cruz deja una marca. No se como pero logró pararme.
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Pase toda la noche encerrado en el clóset. No me di cuenta de cuando llegaron mis padres. Cuando tuve la oportunidad les conté absolutamente todo lo que había pasado. No sabíamos que hacer.

-Bendijimos la casa.
-Llamamos a un espiritista.
-Entre muchas cosas.

Al final acabamos cambiándonos de casa, pero esa sombra aún me persigue...en mis sueños. Siempre a media noche...

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Hola. Espero que todos hayan pasado muy buena Navidad. Solo les comento como extra para la historia, las cosas que pasaron (algunas, casi todas) son cosas que a amigos míos les han sucedido. Y lo de la figura de las cosquillas, era un sueño recurrente que tenía cuando era pequeña. Por eso odio las cosquillas. :) en los comentarios cuéntenme ¿que cosa paranormal les ha pasado a ustedes?