Canibal (Parte 1)

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Julliet era una chica como cualquier otra, o por lo menos eso aparentaba. De día era una ángel pero de noche se convertía en una psicópata. En ese lapso de la noche sus padres la encerraban amarrada en el ático.

Los padres de Julliet estaban hartos, así que decidieron ir a un hospital psiquiátrico y abandonarla ahí. Julliet intentó escapar varias veces de su casa después de haberse enterado de que la iban a encerrar. Todo fue en vano.

Julliet fue llevaba al hospital a la semana siguiente, entre jaloneos, jadeos y hasta mordidas las enfermeras lograron ponerle una camisa de fuerza. Julliet tenía un plan en su mente. Algo que ya venía pensando desde hace algunos días. A pesar de que era su primer día ahí, ella ya sabía como escapar.

Julliet empezaría con su plan mañana a primera hora. Repasaba cada paso que debería seguir en su mente, hasta que un grito la sacó de sus pensamientos. Con esfuerzos logró pararse y caminar hasta una pequeña rejilla que había en la puerta. Justo en el cuarto de enfrente habían entrado un doctor y un par de enfermeras. Constantemente se seguían repitiendo los gritos. Julliet hacia lo que podía para tratar de ver que sucedía.

De pronto salieron las enfermeras y el doctor, dirigiéndose a su cuarto. Julliet asustada se tiró a la cama fingió estar dormida.

Julliet sintió un piquete en el brazo. No era un sedante, pues no la causaba ningún sueño. Intentó mover los dedos de sus manos, pero no podía. Siguió intentando hacer algún movimiento y seguía sin poder hacerlo. Cuando se dio cuenta estaba acostada en una camilla, y había entrado a un... ¿Quirófano?

Su corazón comenzó a latir rápidamente. Tenía los ojos abiertos, podía verlo todo, y lo peor, sentirlo todo.

El doctor tomó un pequeño bisturí de la plancha de metal donde tenía sus utensilios. Julliet sintió como el bisturí cortaba lentamente su costado izquierdo. Quería gritar, pero no podía. Sentía cada corte que hacía el doctor. Veía como las manos del cirujano se llenaban de sangre. Logró ver como el doctor sostenía una pequeña jeringa con un líquido verde, y la inyectaba lentamente en su costado. Ardía. Mucho. Después de varias horas de sufrimiento regresaron a Julliet a su cuarto. Esta se había quedado inconsciente unos minutos antes.

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A la mañana siguiente Julliet se despertó sintiéndose rara, con mucha...hambre...Una enfermera entró al cuarto de Julliet. Olía delicioso. En un abrir y cerrar de ojos Julliet estaba comiendo se a la enfermera. Literal. La enfermera término en los huesos. Esto no era parte del plan de Julliet, pero serviría igual seguramente.

Tomó las llaves de la enfermera y salió corriendo. Enfermeras, doctores y demás comenzaron a perseguirla. Todos olían delicioso. Julliet no lo resistió y su instinto la traiciono. Se volteó. Tomó un profundo respiro, y se aventó al doctor que estaba más próximo a ella y comenzó a comerlo. Entre varias enfermeras lograron quitarla del cuerpo sin vida del doctor. La pusieron en una camilla y la amarraron.

La llevaron a un pequeño cuarto. No como el quirófano, sólo había una pequeña cama en medio. La pusieron en la cama, ella intentaba escapar. Otra vez amarrada como un animal. Mojaron un poco sus sienes y el doctor fue como a un tipo de caja de voltaje. Sabía lo que iba a pasar. Una enfermera tomo una diadema con bolas blancas en los extremos. El doctor hizo una pequeña señal y la enfermera colocó la "diadema" en las sienes de Julliet. Esta sintió como una corriente eléctrica recorría su cuerpo. Poco a poco todo se puso negro.

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Se qué no es uno de mis mejores perdón pero últimamente he estado bajo muchísimo estrés. Prometo mejorar.

Terror Psicológico 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora