Luke and Derek // Luke Hemmings

Capítulo cuatro. "Eres hermosa"

Alexandra's POV

Eran las 5:30 y estaba viendo una película. Luke vendría por mí en una hora así que me metí a bañar. Salí y me puse un pantalón negro ajustado, una blusa holgada y mis converse. Cepillé mi cabello y preparé mi bolsa. Eran las 6:45 cuando el timbre de mi casa sonó. 

—¡Ya me voy, Michael! —grité avisándole a mi hermano que me iba.

—¡Usen protección! —contestó y se echó a reír. Idiota.

Tomé mi chamarra y abrí la puerta encontrándome con unos hermosos ojos azules. Llevaba unos pantalones negros ajustados y un suéter a rayas blanco y negro con sus converse negros. Dios, se veía tan guapo. Sus ojos brillaban en la oscuridad y estaba mordiendo su piercing, es jodidamente sexy. ¿Cómo hice para tenerlo de novio?

—¿Nos vamos? —preguntó sacándome de mis pensamientos.

—Eh, claro. —dije cerrando la puerta.

—¿A dónde quieres que vayamos? —dijo abriendo la puerta de su auto para que subiera. Rodeó el auto y tomo asiento frente al volante.

—¿A dónde me quieres llevar?

—¿A dónde quieres que te lleve? —dijo y me eché a reír.

—No sé. Ah, ¿el parque? —pregunté

—Bien, el parque será.

Condujo por las atestadas calles de Sydney hasta que encontró un lugar donde estacionarse cerca de nuestro lugar favorito. Bajamos y caminamos hasta encontrar un lugar donde no había tanta gente.

—Tengo hambre —dije recostándome en el pasto.

—Te amo —dijo recostándose a mi lado. ¿Me quiere volver loca o qué?

—Idiota —dije volteándome para quedar frente a su hermoso perfil.

—¿Cómo me dijiste? —preguntó enarcando una ceja y en un rápido movimiento ya estaba encima mío con sus brazos a cada lado de mi rostro.

—No dije nada —dije sonríendo.

—Me parece que sí —dije dándome un rápido beso en el pómulo izquierdo.

—Nop. —dije en un intento fallido por zafarme de su agarre.

—Bonita —dijo besando esta vez mi mejilla.

—Nope —dije volteando a otro lado.

—Te amo —dijo besando mis labios.

—Te amo más —dije correspondiéndole el beso. Nos separamos para tomar aire y cuando se descuidó me moví para quitarlo de encima.

—Hey —dijo riendo.

—¿Qué? Tú empezaste  —dije recostándome de lado para poder abrazarlo.

—No. Tú lo hiciste —besó mi frente. Mierda, ¿puede ser más tierno?

—Oye, aún tengo hambre. —dije levantándome y comenzó a reír.

—¿Qué te parece si tú y yo vamos a comer una hamburguesa? —dijo tocándome la nariz.

—Suena delicioso —dije relamiendo mis labios en un intento por parecer sexy, fallido, por supuesto.

Salimos del parque y fuimos a un lugar cerca de casa en donde venden las mejores hamburguesas de todo Australia. Tomamos asiento en una mesa al fondo y pedimos nuestra orden.

—¿Quieres ir a mi casa cuando terminemos? —pregunté viéndolo a los ojos.

—¿Qué insinuas, Alexandra Clifford? —enarcó una ceja.