Luke and Derek // Luke Hemmings

Capítulo quince. "Demasiado tarde"

Capítulodedicadoaandreaaguilar20 :)

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Alexandra'sPOV

Después de las clases, que tuve con Luke -intente estar lo más alejada de él que pude- Samantha me invitó a dar un paseo. No había tarea así que Michael accedió, después de avisar a mamá.

—¿Entonces? —pregunta Sam mientras caminamos al parque.

—No lo sé —respondo con la mirada baja.

—Alexandra, no puedo apoyarte sin saber que ocurre ¿comprendes? —me reprende y asiento con la cabeza. ¿Cómo le digo qué me siento la peor persona del mundo?

—Lo quiero tanto —susurro.

—Lo sé —apoya su mano en mi hombro.

—Es complicado ¿sabes? Me siento traicionada, pero sé que actuó correctamente. Me refiero a que, él intentó protegerme; no estoy segura de qué, pero sé que lo hizo de buena manera. Pero, vamos ¿quién se imaginaría que Luke Hemmings tiene un hermano gemelo? —suspiro.

—Creí que lo sabía todo de él —dice, más para si misma que para mí. La comprendo, o sea, ellos son como los mejores amigos; si Sam se sentía mal lo llamaba.

—No eres la única Sam —digo poniendo mi cabeza en su hombro. Estamos sentadas en el césped de la zona más vacía que encontramos. Justo donde venía con Luke.

—¿Lo dejarán así? —interroga interrumpiendo mis pensamientos.

—Supongo. Creo que debe arreglar toda esta mierda con su hermano antes de quedar conmigo. Yo tampoco estoy en condiciones de seguir en una relación inestable —confieso haciendo una mueca.

—Once meses, Alexandra.

—Cierra la boca —escupo.

—Toleré sus llamadas hablando de lo maravillosa que eres once meses, ¿y dejan que termine así?

—Tenía que pasar tarde o temprano —digo apoyando mi peso en un codo.

—Sabes que este no era el momento. Alex, su amor se nota a millas de distancia, lo juro.

—No hay nada que hacer. Ya se darán las cosas —me encojo de hombros. No es que no me importe, me destroza de verdad. Intento no dejarme caer. Es una mierda sentirme así, pero aparento ser fuerte a pesar de no serlo.

—No sé como lo llevas —murmura y siento las lágrimas aproximarse. Me levanto y tallo mis ojos. No me dejaré caer; no aquí, no ahora.

Se levanta y me abraza. Mierda, ¿qué haría sin ella?

—Te quiero a montones ¿vale? —susurra en mi oído.

—Claro. No quiero ponerme sentimental.

—¿Te apetece comer en mi casa? —pregunta sonriendo.

—Seguro que sí —respondo juguetonamente.

Caminamos hasta su casa. Llama a la puerta y abre su hermana mayor, Leah. No sé como se soportan. Leah tiene veintiún años y es la persona más apropiada que conozco, en cambio Sam es... Sam.

—Hey, niñas —nos sonríe.

—¿Qué tal Leah? —pregunto a manera de saludo.

—¿Y mis padres? —pregunta Sam haciéndola a un lado para poder pasar. Le doy una mirada de disculpa y me hace una señal para que pase.