Capítulo cinco. "Tranquila, bonita"

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Alexandra's POV

Lunes, genial. Me levanté a las 6:00am como de costumbre y seguí la rutina. Me puse lo primero que encontré y bajé a desayunar. ¡Sorpresa! Mamá está en casa.

—Hola, mamá —la saludé entrando a la cocina.

—¿Cómo estás, cielo? —preguntó besándome lal mejilla

—Bien ¿y tú? ¿qué tal te fue? ¿cúando regresa papá?

—Bien. Bien. La próxima semana.

—Genial, ¿y Michael?

—Oh, estaba en el... —Michael la interrumpió.

—Buenos días, Alex —dijo besando mi frente.

—Hola, Michael —le sonreí.

—¿Desayunan, chicos? —preguntó mamá sirviendonos el desayuno: hot cakes y malteada, genial. Ya la extrañaba.

—Oh, gracias mamá —dije sentándome frente a mi plato.

—Por nada, Lexi. Quería compensar estos días que me fui.

—Mamá, están deliciosos —dijo Michael con la boca llena.

—Mike, no hables con la boca llena —le reprendió mamá.

Terminamos nuestro desayuno y tomamos nuestras cosas para la escuela. Nos iríamos Michael y yo solos, mamá tenía que trabajar. Llegamos al enorme edificio que conocía como prisión, ugh. Entramos y nos dirigimos a nuestros casilleros que estaban casi juntos. Estaba guardando unos libros cuando sentí a alguien respirando en mi cuello.

—¿Qué mier...?

—A mi también me alegra verte, Alex.

—Joder, Calum. No hagas eso, es extraño.

—Lo siento. Quería una entrada dramática —se encogió de hombros.

—Eres un raro —dije riendo.

—Igual te quiero, tonta —dijo abrazándome.

—¿Y Luke?

—No lo he visto, supongo que se ha ido a clase ya.

—Um, bien. ¿Nos vamos? —dije metiendo los libros de la clase a mi mochila.

—Vamos —dijo pasando su brazo por mi hombro y nos dirigimos al salón de clases.

—¿Qué tal tu fin de semana? —pregunté rompiendo el silencio que se había formado.

—Aburrido. A mi hermana le dio por usarme de conejillo de indias. —reí.

—¿Cómo está Mali?

—Bien, al parecer. ¿Cómo estuvo el tuyo?

—Regular. Ayer salí con Luke, lo noté algo raro.

—¿Raro? —preguntó frunciendo el ceño.

—Estaba más cariñoso de lo normal, como si fuera la última vez que me vería.

—Quizás está en sus días —dijo y ambos reímos.

—Calum Hood, eres un idiota —dije parándome frente a él adoptando un aspecto serio.

—Alexandra Clifford, retira tus palabras —amenazó.

—No lo haré —lo reté.

—Bien, así lo quisiste  —dijo y me levantó cargándome sobre su hombro.

—¡Mierda, Calum! ¡Bájame! —chillé lanzando patadas al viento y golpeando su espalda.

—¿Qué dices? ¿Qué soy el mejor y más guapo amigo que existe?

Luke and Derek // Luke HemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora