¿Amiga? Temp 2 - Veintinueve Dias Para Que Me Recuerdes ||COMPLETA||

Una pagina suelta

BRENDA GONZALES

En esta parte de esta pagina suelta hablare de como me senti aquella vez que por primera vez sus manos tocaron mi cuerpo. El alcohol estaba en todo mi cuerpo e hicieron que mis hormonas se desesperaran y quisiera tenerla ya encima de mi cuerpo. No se si era tanto licor que me hacia sentir que volaba o eran sus besos apasionados, si eran sus labios suaves que al morderlos no queria soltarlos, queria ya sentirme dentro de ella, sentir sus besos en mi cuello y sus manos en mis senos.

Al quedar ambas completamente desnudas, cada una admiro el cuerpo de otra y por lo menos a mi, me quedo grabado para siempre esa imagen. Me faltaron besos para llenar su cuerpo, mi desespero por tenerla no dejaron que me entregara con paciencia. Me volvi loca entre su pecho, jugando con sus senos, chupando (y disculpen mi forma ordinaria de hablar) al chuparlos y cerrar mis ojos me di cuenta que ahi me queria quedar. En ese momento senti como algo se apoderó de mi y me convirtió en alguien sin suavidad, en alguien que no esperaria nada para comerse a la presa.

Llegue al punto donde supe que ahi me ibas a enamorar un poco más y que yo te iba a enamorar quizá más. En ese momento senti miedo, miedo a que no te gustara y eso que pensaba que te iba a enamorar se convirtiera en odio. Quizas al primer instante empece mal, como si fuera mi primera vez, y si. Contigo me sentia como la primera vez, mi lengua se enredo, mi lengua se apeno, mi lengua se convirtio en niña. Mis manos se pusieron fria, más fria de lo que mantenian. Quizas al momento en que mi primer dedo entro en ti, sentiste el frio mas fuerte y te habrás preguntado el porque. Mis nervios, mis miedos se apoderaron de mi.

Mi dedo frio se sintió seguro en la cueva caliente, se sintio en casa y no queria salir, queria quiza invitar a más de sus acompañantes, de sus hermanos. En ese momento que estaba una parte de mi en ti. En ese preciso momento me senti segura, me senti bien. Todo miedo desapareció y mi lobo salvaje salio. Me sentia viva y despues me moria con el sonido de sus gemidos, renacia con su aliento en mi cuello.

La queria en todas las posiciones que existiera o las que pudiéramos inventar ella y yo. No sabria explicar lo que sentia cuando mis dedos salian y entraban de aquella cueva como si fuera su casa. No queria parar mientras besaba su cuello y un poco de su espalda con algunos mordiscos. Mi otra mano recorriendo algunas otras partes de su cuerpo, principalmente sus senos, aprentandolos y masagiandolos con agresividad.

LAURA GIRALDO

Mi turno de contar como me senti en aquel mejor momento para mi. Cuando senti su primer dedo frio dentro de mi, desde ese momento supe que iba a disfrutar todo, ese frio que senti hizo que mi piel se pusiera de gallina, apreté para sentir aun mas rico el movimiento que ella hacia.

Jugo tanto conmigo en la cama, hizo tanto conmigo, que ahi supe que no iba a querer que nadie más tocara mi cuerpo. No creia poder llegar a la altura de ella, no creia poder jugar de la misma manera pero hice mi intento. El ser yo la activa no me quedaba muy bien, ni a ella ser la pasiva. El yo tener el control la desesperaba y a mi me volvía aun más loca por querer jugar con ella en cama. Aunque yo fui un poco más romantica, recorri su cuerpo con suavidad, la tocaba como si fuera una porcelana rota, la tocaba con cuidado al igual que cuando la besaba.

La queria marcar y dejarle huella de mi amor. Cuando estaba dentro de ella sentia pavor de que esa fuera la ultima vez, cuando recorría su cuerpo, deseaba que fuera solo mio, deseaba que ella no olvidara la noche que estabamos teniendo, que no olvidara mi besos en su espalda, que no olvidara mis dedos haciendo de las suyas dentro de ella y mi lengua en la debilidad de cada mujer, que no olvidara en la forma en la que decia mi nombre y en la que yo decia su nombre cuando queria más 

Ella fue la que volcó toda mi vida para mucho mejor, ella fue la que me lleno de sudor e hizo que nuestras fragancias se mezclaran dejando que cada una tuviera olor de ambas. Desde ese momento me enamore mucho más de ella y sabia que el dia que se fuera iba hacer mi dolor.