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Viajar junto a NamJoon en el mismo auto completamente solos era una experiencia nueva. El moreno no solía hablar demasiado, pero le gustaba escuchar música. Conducía con parsimonia y casi siempre insultaba a los otros conductores.

La chica dedujo que en serio necesitaba un chófer.

Ese sería su primer día de trabajo, JeRim estaba impaciente por conocer a sus compañeros y comenzar a relacionarse con gente nueva. Tenía altas expectativas, pero, sobre todo, deseaba ver a NamJoon desarrollarse en su habitad natural.

Como el chico siempre había sido tan buena persona con ella y JungKook; JeRim imaginaba que el ambiente laboral sería fabuloso.

No obstante, se equivocó.

Al entrar en el enorme edificio, NamJoon cambió su semblante. Y no importo con cuantas personas se cruzará, Nam evitaba a todos por igual.

JeRim se sintió extremadamente avergonzada. De pronto, todos a su alrededor comenzaron a mirarla desconcertados. La chica que caminaba al lado de su jefe "el tirano" ¿Era aliada o enemiga?

Tomaron el elevador dejando a un puño de personas atrás, era evidente que nadie estaba dispuesto a montar el mismo ascensor que Nam. Al quedarse solos de nuevo, JeRim miró a NamJoon, mientras el chico soltaba un bufido y miraba su móvil con impaciencia. Negó con la cabeza y suspiró.

Un par de venas brincaron de sus cienes y su ceño se frunció ligeramente.

— ¿Ocurre algo? —. Rim no supo si era correcto preguntar, pero preguntó.

NamJoon la miró y sonrió.

— Estamos atrasados, por dos minutos exactamente. Tendrás que acomodar mi agenda para que quede acorde a este maldito retraso. —. Bufó de nuevo. — ¿Entendido?

JeRim sintió que dos minutos no era demasiado, pero tal vez en el mundo de los negocios (el de NamJoon) se acercaba a una eternidad. Asintió y volvió la vista al frente.

Llegaron al piso sin hablar demasiado. NamJoon salió sin esperarla. Rim miró a su alrededor, percatándose de algo que sospechó desde que entró en el lugar. Los empleados evitaban a Nam, mientras formaban reverencias exageradas.

Nam la guío hasta su escritorio y la miro.

— Rim... Este será tú nuevo lugar de trabajo. La chica de capacitación llegará en cualquier momento y te explicará lo que tienes que hacer. —. Suspiro. — No me gusta ser molestado por pequeñeces, así que evítalo. Ok?

Rim asintió. Nam miró a su alrededor y para asegurarse de que nadie lo mirase. Cuando así fue, le sonrió y caminó hasta su oficina, metió una tarjeta y las dos puertas gigantes se abrieron, cerrándose al ritmo tintineante de su caminar.

JeRim suspiró y se sentó sobre el escritorio ¿Qué acababa de suceder? Miró su pequeño pero elegante nuevo escritorio y no pudo evitar sonreír. Un montón de hojas se encontraban apiladas perfectamente. Atrás, en un pequeño librero se acumulaban grandes carpetas con papeles que ella no conocía. Un cajón repleto de post it, un lapicero lleno de plumas y una calaverita que sostenía un pequeño letrero que decía "bienvenido" en español.

Rim se acomodó en el asiento, disfrutando el cuero de la gran silla de oficina. Sus zapatos nuevos y su traje sastre también nuevo, combinaba con el ambiente del sitio. Se miró en el espejo diminuto que se escondía en unos de los pliegues del escritorio y sonrió. No había demasiadas cosas, pero podía asegurar que, con el tiempo, volvería ese pequeño espacio, su lugar favorito.

— ¿Estas saliendo con el jefe? —. JeRim soltó un respingo al escuchar aquella brusca voz interrumpir sus fantasías.

Levantó la mirada para descubrir de quien se trataba y se tocó el pecho, para calmar su corazón.

Pride and Disgrace.  [KNJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora