"30"

626 95 23
                                    

La filosofía ha sido planteada como el arte de cerrar los ojos y abrir la mente. Desde el primer momento, el ser humano ha tenido como necesidad plantearse un centenar de preguntas que quizá no tienen respuestas ¿Quién soy? ¿Cómo llegue aquí? ¿Qué es la muerte? Soy Kim SeokJin y soy el hijo menor de una de las familias más ricas de Corea del Sur. Siempre estuve rodeado de privilegios y jamás pensé en nadie más que en mí mismo.

Desde muy pequeño entendí lo que es estar vivo y lo que supone estarlo, yo, yo, yo. Siempre era yo, pero sabía que encontraría el motivo verdadero cuando a mi vida llegara alguien que consiguiera que dejara de pensar en mí. Cuando forme una familia y mi pequeño hijo llegó a mi vida, supe que lo había conseguido. La vida era darlo todo por alguien más, sin egoísmo alguno, ser capaz de amar a algo o a alguien hace de este camino de mierda, menos tedioso, porque saca de ti lo mejor que tienes.

Pero ¿Qué es la muerte? Siempre creí que no le temía a la muerte, tuve claro que moriría en la opulencia, rodeado de mis seres queridos y que mi funeral sería una noticia interesante en mi país. Supe que tendría una de las muertes más geniales del universo, porque siempre he tenido todo lo mejor e incluso hasta el último de mis días, sería el mejor. La muerte era mi amiga, yo creí estar listo para morir en cualquier momento... hasta que escuche el gatillo ser presionado.

Jin... Jin...

Un cumulo de sonidos lejanos retumbaban en mi cabeza y era molestos, pero por alguna razón no deseaba que desaparecieran. Temía que cuando los dejara de escuchar, todo hubiera terminado y no estaba listo para el final.

Quería recuperar a mi esposa y ver crecer a mi hijo.

No pude abrir los ojos y mucho menos pude hablar. Mi cuerpo dejo de obedecerme y no recuerdo con claridad que sucedió después.

Sus signos vitales disminuyen.... Doctor ¿Qué haremos... ¡necesito anestesia ahora!

Intente presionar mi puño, intenté ponerme de pie. Juro por Dios que sentir a mi cuerpo desobedecerme es la peor experiencia que pude presenciar jamás. Quizá había dejado de ser mío y lo único que aún me pertenecía era mi conciencia.

Me dolía la espalda, pero no podía moverme o acomodarme, las piernas se entumecieron y mis brazos se durmieron. El estupor comenzó a consumirme acompañado de frustración y el miedo. Quería... yo quería despertar, pero ni siquiera comprendía porque estaba dormido.

Quería llorar, tal vez comencé a hacerlo, hasta que de pronto un toque cálido inundo mi mano y me brindó algo de tranquilidad.

Entonces, una voz...

Jin... despierta por favor... Te necesitamos... yo te necesito.

¿Quién era? Olvide quien era, pero sabía que era importante para mí.

¿Quién soy? ¿Cómo llegue aquí? ¿Qué es la muerte?

No lo sé, no lo sé y estoy muerto. Ojala no hubiera muerto.

Por favor Jin... te amo.

¿Me amas? ¿Por qué?

Olvide que existí y con el olvido deje de preocuparme.

Me acostumbre a la frustración y el miedo se volvió parte de mí.

La espalda me dolía más y mis piernas no me obedecían. De vez en cuando, alguno de mis brazos era acariciado por alguien y esa caricia hacían que todo ese infierno tuviese sentido.

Un día, sentí un bulto entre mi pecho y mi brazo, cerca del corazón.

Es papá...

Pride and Disgrace.  [KNJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora