Pride and Disgrace. [KNJ]

"26" pt 2

NamJoon llegó al hospital furico, SeokJin le respondió el teléfono después de la segunda llamada y el tipo ni siquiera sabía que había sucedido con su hermana. Quería matarlo, quería deshacerse de ese bastardo rebanándole la cabeza y después arrojar su cadáver al maldito río.

La enfermera lo miró sobresaltada cuando llegó hasta su escritorio para pedirle el paso.

— Kim JenHa, habitación. Soy su hermano.

La chica buscó en el registro.

— Cuarto piso, está en labor aún. Fondo a la izquierda.

NamJoon asintió y camino sin dar las gracias. Después, tras pensarlo mejor, regreso y miró a la chica.

— Vendrá Kim SeokJin, un imbécil de mi estatura, con la cara bonita, pero un ego de idiota. Es el esposo de mi hermana, si lo dejan pasar, les tumbo el maldito hospital, cuando llegue, envía una enfermera a buscarme — NamJoon sacó un par de billetes grandes de su billetera y se los entrego. —. No me digas que esto es un soborno, por qué no cederé. Sólo has lo que digo.

Y sin más, se fue.

El ascensor tardaba demasiado en bajar, le era imposible controlar sus malditos impulsos, estaba demasiado preocupado por su hermana.

Su móvil vibró, lo sacó de su bolsillo para ver de lo que se trataba. Taehyung le había respondido el mensaje avisándolo que lo alcanzaría en unos minutos.

Nam no respondió, el ascensor llegó a la planta baja y se montó junto a tres personas más.

— ¿Qué piso? — preguntó un hombre.

— El cuarto — respondió NamJoon.

El sujeto presiono el botón y le sonrió.

— ¿Le sucede algo? ¿Todo está bien con su familia?

NamJoon lo miró con un rictus adornando su rostro ¿Qué carajo le importaba? Sin embargo, respondió.

— Mi hermana está por dar luz — NamJoon miró el rostro de aquel desconocido, tenía una cicatriz en la sien derecha y le hacían falta dos dientes frontales. Su piel estaba bronceada, era fácil notarlo por el color de su cuello semi descubierto.

El hombre sonrió.

— Felicidades, aunque no se ve muy feliz.

— Es que se casó con un imbécil.

— Ya veo...

El ascensor se abrió y NamJoon bajó sin despedirse.

Camino por el pasillo hasta el fondo, la suela de sus zapatos retumbaba contra el azulejo y sus pasos podían escucharse hasta el otro extremo. Giró a la izquierda y diviso a Yoongi sentado solo frente a la sala.

Suspiró aliviado, seguramente él había sido el encargado de llevar a su hermana y de cargar todo a su cuenta.

— Min, estoy aquí.

Yoongi se puso de pie, alarmado al ver a su ex jefe. Le dedico una reverencia sin mediar palabra. NamJoon se percató del atuendo del muchacho, llevaba el pijama puesta.

— Gracias por traerla — dijo y le sonrió.

Tal vez esa había sido la primera vez que le había sonreído de esa manera, tan sincera.

Yoongi negó.

— Es mi responsabilidad — declaro.

— No, sabes que no lo era — replico. —. Pero te lo agradezco.