"20"

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Todo lo que la rodeaba quedo silenciado en cuanto escucho aquella voz, tal dulce y afable como la recordaba. Miró a HeeChul anonada, queriendo comprender la situación y se giró para descubrir una verdad que conocía y que anhelaba.

Park Jimin sonreía amablemente, como un adorable niño pequeño disfrazado de adulto. Vestía unos jeans rasgados y una sudadera que le quedaba ridículamente grande. Pero se veía fantástico, como solamente Jimin lograba mirarse. Su cabello era gris, plateado y poseía pequeños destellos negros que casi no se percibían, pero Rim los vio y los amó.

Jimin se acercó a la chica un poco más y la abrazo con fuerza, como si aquel momento en realidad no estuviese sucediendo y sus mentes les estuviera jugando alguna clase de cruel broma.

Rim correspondió el abrazo, sin poder resistir las lágrimas ¡Qué feliz estaría JungKook de verlo! ¡Que feliz estaba ella de abrazarlo! El aroma de Jimin no había cambiado, continuaba hipnotizándola aquel perfume natural que poseía el muchacho. Vainilla y rosas... peculiar y quizá un poco simple, pero ese aroma permanecía impregnado en su corazón. Sentirlo de nuevo la llevaba a los viejos tiempos.

Quiso besarle, quiso regresar al pasado. Quiso pasar el resto de su vida junto a Park Jimin...

NamJoon...

Sin embargo, la chica se vio obligada a regresar a la realidad cuando el nombre de su pareja surco sus pensamientos. Rim se separó de Jimin sin dejar de sonreír, intentando disimular su desconcierto.

Jimin sonrió, la conocía demasiado bien y aunque la chica era buena actriz, supo descifrar el error en aquel acto. Ladeo el rostro sin dejar de sonreír.

— ¿Cómo te encuentras? — preguntó con simpleza. No quería inmiscuirse en la vida de su vieja amiga; no en ese momento.

— Bien, mucho mejor ahora que te veo — respondió la chica sin pensar demasiado en sus palabras, dejando que el corazón revelara lo que se debía mantener oculto. — ¿Y tú? ¿Por qué has vuelto?

— Bueno, he sido contratado por una empresa de entretenimiento para ser el coreógrafo de sus idols — Jimin formó dos comillas con ambas manos. —. Digamos que gane un poco de fama y como prometí, he vuelto — Bajó la mirada y volvió la vista en la chica. —, he vuelto por ti...

Rim lo miró.

— Jimin... yo...

— Pero creo que ya es un poco tarde — Jimin le guiño un ojo, JeRim notó la melancolía en aquel acto.

Jimin posó la mirada en Heechul, quien bebía su café, sabiéndose ignorado. Por alguna razón, ese momento parecía ser realmente íntimo y no deseaba inmiscuirse en asuntos que francamente no le interesaban. Para Heechul cualquier tipo era mejor que NamJoon y ese desconocido parecía merecer más a JeRim que aquel idiota desalmado.

Así que decidió que, si algo sucedía, simplemente se iría dejándolos a solas para amarse en secreto.

— ¿Puedo sentarme? — preguntó, sin esperar respuesta. Tomó el banco junto a Heechul y se sentó a su lado.

Heechul asintió después de un rato, Jimin recargo su rostro sobre su mano y lo miró. Ese muchacho era realmente hermoso, Heechul tenía que reconocerlo.

— Claro — respondió, encogiéndose de hombros.

— ¿Cuánto tiempo llevan saliendo? — Jimin miró el café que creyó sería el de Rim y lo tomó para darle un sorbo.

Rim comenzó a reír al notar el desconcierto en el rostro de Heechul.

— No estamos saliendo, es un ex compañero de clases y un compañero de trabajo — respondió la chica y se sentó observando al par de hombres.

Pride and Disgrace.  [KNJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora