Capítulo 3: Distancia.

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A la mañana siguiente, Aristóteles despertó. Al principio, cuándo aún seguía adormilado y no había reaccionado por completo, sintió los brazos de su madre que lo envolvían en un abrazo y entonces recordó, que así era cómo se había dormido, con Polita abrazándolo e intentando reconfortarlo. Deseo poder quedarse así por mucho tiempo, sin tener que salir a dar la cara y enfrentarse a sus acciones del día anterior, él sólo quería quedarse así, sintiéndo que su mamá estaba ahí para él, brindándole paz y seguridad, pues ahora que se sentía tan confundido con sus sentimientos, Aristóteles no sabía si ese cariño y ese apoyo permanecería intacto, le gustaba pensar que así sería, pero estaba muy aterrado para averiguarlo.

Se sentía muy cansado, sin energía, con ganas de quedarse encerrado en su habitación todo el día, no quería darle explicaciones a nadie, sobretodo, por qué ni siquiera él tenía la respuesta para lo que estaba sintiendo, Aristóteles no se creía lo suficientemente fuerte o valiente para volver a ver a Temo, lo único que quería es que el tiempo se detuviera o que se pudiera regresar.

Pero las cosas no son así, el tiempo no se detiene para nadie, todos debemos enfrentarnos a las cosas y seguir adelante, no podemos quedarnos estancados y no podemos huir de nuestros sentimientos. Y eso, Aristóteles lo sabía, así que decidió que era tiempo de romper ese momento de tranquilidad e ir a darle una respuesta clara a Temo, que después de tanto apoyo y de tantos momentos felices que le había brindado, al menos merecía una aclaración.

Pero sólo por qué Aristóteles sabía que debía aclarle sus sentimientos a Temo y de verdad quería hacerlo, no significa que no intentó prolongar su reencuentro tanto cómo le fue posible, es por eso que Aristóteles se fue a la escuela más temprano de lo normal, para evitar encontrarse a Temo en el camino, también, es por eso que decidió sentarse en la banca más alejada de la de Temo que pudo encontrar y que durante todo el día, evitó hablarle y evitó mirarlo.

Aunque esto último, fue más difícil para Aristóteles de lo que pudo haber imaginado, de pronto, le pareció que verlo era prácticamente una necesidad y que cualquier persona que le pidiera alejar sus ojos de él estaba conpletamente loca. ¡Esa era una petición imposible de cumplir! Y no era justo, de verdad que no lo era... ¿Cómo le pedían que lo dejara de ver? Si seguramente Temo se había arreglado de forma especial ese día, o al menos eso es lo que Aristóteles creía, por qué no era normal que Temo se viera así, ¡claro que no era normal que una persona se vea tan bien con el uniforme de la escuela!, ¡no era normal que su sonrisa fuera tan bella que pudiera iluminar tanto sus días! Y sobretodo... ¡NO ERA NORMAL QUE ESTUVIERA PENSANDO EN ESAS COSAS!

¿Qué te pasa Aristóteles? -Se reprochaba Ari internamente- Ya cóntrolate, no es para tanto. Temo ni siquiera te gusta, sólo es un amigo, lo que pasa es que llega con todas sus palabras bonitas y pues te confundió... ¡Sí, claro que es eso!

Al pasar todo el día, tratando de evitar a Temo, llegó un momento en el que la situación se volvió ridícula... Y con cada vez que Temo intentaba buscar su mirada, pero ésta no era correspondida o con cada vez en la que se intentaba acercar pero fallaba, a Temo únicamente le quedo la opción de acorralar a Aristóteles en los vestidores, antes del entrenamiento del equipo de Básquetbol, antes de que llegaran los demás miembros del equipo.

Por supuesto que Aristóteles era ligeramente más alto que Temo y lo suficientemente fuerte para apartalo, pero una vez que lo tuvo de frente y tan cerca, todo su cuerpo se debilitó. Además, él sabía que está vez alejarse de él no sería tan fácil, Temo no iba a dejar que se volviera a escapar, especialmente cuándo había pasado el día entero con una frustración enorme debido a la actitud que había tomado Aris con toda la situación.

-Aristóteles -Temo comenzó a hablar con una mirada decidida y un tono de voz firme- Ya fue suficiente, ya no aguanto más que me sigas evitando.

Con miedo a quererteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora