MARATÓN 4/5
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Han pasado muchos meses desde que Erika había fallecido,hacía pocas semanas Eduardo había salido del hospital luego de su accidente que por suerte no perdió la vida. Él no hablaba estaba en silencio, alquiló un departamentos donde Tomasina lo ayudaba, ella había acomodado todo en su nuevo hogar.
Eduardo llegó casi por la noche cuando miraba todo a cada paso que daba, entró al baño a lavarse el rostro mirándose al espejo aún se notaban algunas cicatrices de aquel accidente, a veces él pensaba por que no había muerto ese día quizás ahora estaría con Erika viviendo su amor por toda la eternidad, pero no era así, se encontraba solo en aquel baño cuando comenzó a llorar.
Tomasina estaba fuera del baño escuchando los sollozos de Eduardo, ella sabía cuan destruido estaba por dentro, primero había perdido a su hija y ahora al amor de su vida, nadie podía entender como es que Erika había decidido terminar de esa forma con su vida.
Cuando Eduardo salió del baño se encontró con Tomasina esperándolo, él sin decir nada la abrazó a lo que ella correspondió como si fuera su madre, sin duda él se había quedado sólo pues la relación que tenía con Olga no era la mejor, ella salió en un viaje largo por el caribe cuando se enteró que la pequeña Mia falleció algo que nadie entendía pues según ella odiaba a ese pequeño pedacito de cielo.
Tomasina al ver más compuesto a Eduardo decidió llevarlo hacía la sala donde ayudó a sentarlo pues era el momento de conversar de todo lo que había pasado estos meses en los que él estuvo hospitalizado.
- Eduardo debemos conversar- dijo Tomasina tomándolo de las manos.
- No Tomasina, me duele aún- dijo Eduardo secándose las lágrimas.
- Han pasado ocho meses hijo, es momento que hables, que me digas que sientes no quiero que me pase nuevamente. Erika nunca dijo que sentía y mira lo que pasó- dijo Tomasina llorando.
- Yo quiero irme con Erika, no quiero estar aquí Tomasina- dijo Eduardo llorando.
- Hijo, ¿Quiéres verla? ¿Quiéres que te diga donde la enterraron?- dijo Tomasina secándose las lágrimas.
- No Tomasina, aún no me siento fuerte para poder enfrentarme a verla enterrada- dijo Eduardo llorando aún.
- Yo sé que la extrañas, pero es momento que continúes con tu vida. A veces debemos respetar los designios de Dios- dijo Tomasina abrazándolo.
- Dios se olvidó de mi y de Erika cuando más lo necesitamos- dijo Eduardo enojado pero aferrado a los brazos de Tomasina.
Laura por su parte había conocido en esos meses a un buen hombre, era bueno y la amaba mucho que era lo principal así que ella había decidido alejarse de todo y de todos para poder reconstruir su vida.
Era una mañana de invierno cuando en el cementerio se escuchaban algunos pasos, el sonido de unos tacones negros que caminaban a prisa por las tumbas. De pronto esos tacones se plantan en aquella tumba que tenía por nombre ERIKA BUENFIL GIL, en aquella tumba se encontraba Denisse con los ojos cerrados mientras las lágrimas caían por su rostro.
Denisse decidió sentarse en la tumba tocando la lápida lloraba y unas palabras querían salir de su boca.
- Perdóname, perdóname por haber sido la peor hermana del mundo, yo debí protegerte de mi padre y lo único que hice fue hundirte más, eras apenas una niña y tenías una vida por delante- decía Denisse llorando mientras se abrazaba a ella misma.
Horas más tarde Denisse entró a su casa, estaba todo completamente vacío cuando depronto los recuerdos agolpaban su cabeza.
INICIO FLASH BACK:
- Hija ya nació tu hermanita- dijo Manuel sonriendo.
- Mi muñeca- dijo Denisse sonriendo mientras veía a la pequeña bebé durmiendo en los brazos de su madre.
- Denisse, te presento a tu hermana Erika- dijo Laura dándole a Erika para que la cargara.
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- Erika, di Denisse- decía Denisse mientras le daba de comer a Erika.
- Dede- decía Erika entre risas, apenas tenía 9 meses.
- No hermana, Denisse- decía Denisse vocalizando su nombre.
- Denite- dijo Erika sonriendo.
- Dijo mi nombre, ¿Escuchasta mami?- dijo Denisse sonriendo y abrazando a su hermana.
- Si princesa, fuiste la primera palabra de Erika- dijo Laura abrazando a sus hijas.
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- Papi, papi, ¿Quiéres jugar conmigo a las princesas?- dijo Denisse mostrándolo su disfraz de principe.
- No hija, lo lamento- dijo Manuel sin mirarla pues estaba jugando con Erika.
- Papi, pero ya jugaste con Erika ahora te toca jugar conmigo- dijo Denisse un poco enojada.
- ¡Te dije que no Denisse! ¡¿No entiendes acaso?!- gritó Manuel enojado.
- Tú me quitaste a mi papi, te odio Erika- dijo Denisse llorando mientras miraba con odio a Erika.
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- Señorita Denisse, aquí está su hermana- dijo Zoila acercando a Denisse al cuerpo.
- Gracias- dijo Denisse tratando de no llorar.
- Con permiso me retiro- dijo Zoila yéndose.
Denisse destapó el cuerpo y vió como el rostro de su hermana estaba destrozado, ella sólo atinó a abrazarlo y llorar desconsolada sin importarle que se encontraba llena de sangre.
FIN FLASH BACK
Denisse salió de sus pensamientos cuando fue a la habitación de Erika, la habitación se encontraba tal cual ella la había dejado como si el tiempo no hubiera pasado. Denisse se dirigió a uno de los cajones que tenía Erika en su mesa de noche y recordó lo que Rosario le había dicho.
INICIO FLASH BACK
- Señorita Denisse, la señorita Erika me dijo que le dé esto a su bebita- dijo Rosario llorando mientras le entregaba una cadena de la virgen de la piedad.
- ¿Y esto para qué?- preguntó Denisse.
- Esa cadenita la niña Erika se la iba a entregar a su bebita, es una igual a la que lleva la niña en su cuello. Por favor póngaselo al angelito antes que lo entierre- dijo Rosario.
FIN FLASH BACK
De pronto Denisse abrió un cajón oculto que había echo de manera casera, tomando algo de ahí dentro sacó aquella cadenita, la tomó bien y la llevó a su pecho mientras más lágrimas corrían por su rostro.
Denisse tomó su auto y se dirigió hacia la casa de Julia, cuando ella abrió la puerta le sonrió con tristeza al ver el estado de la ahora pelirroja. Denisse con más lágrimas en los ojos sacó la cadena de su cartera y sólo extendió la mano de Julia para entregársela y cerrarle la mano.
Julia entendió perfectamente lo que Denisse le quiso decir, por ello, la mujer sólo asintió y cerró la puerta de su casa mientras que Denisse se voltió y miró al cielo.
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LA VIUDA NEGRA
RomanceLa gente que me lastimó pagará cada una de mis lágrimas, me hicieron pasar por loca, me quitaron a mi hija y él que yo pensé que era el amor de mi vida terminó burlándose de mi por culpa de una venganza que tenía pendiente con mi familia. Ahora 25 a...