Chapter 13.

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-“Cuéntame cómo llegaste a mí, desde el principio”.

-“Prométeme que no me interrumpirás mientras te cuento. Déjame llegar al final”. Asiento. Esa es la señal para que Derek empiece a contarme la historia.

- “Ese día yo volvía de la escuela a mi casa cuando divisé fuego cerca de la propiedad. Me acerqué corriendo hacía allí. Frené de golpe cuando me di cuenta que el fuego provenía de mi casa. Alguien la había incendiado, con toda mi familia adentro. Me quedé varios minutos viendo como mi casa, mi familia, mi historia se hacían añicos. Me escondí en un lugar en el cual tenía una buena vista de la casa, el fuego, la policía y los bomberos. Ellos no lograron verme. Nadie me vio. Mientras todos actuaban para encontrar a alguien con vida, yo me acobardé y me escondí entre los arbustos. Oí a un policía, que estaba remplazando a tu padre ya que él estaba de licencia por lo que paso con tu madre, diciendo que no había sobrevivientes, que toda la familia Hale, había fallecido. Corrí hacía el bosque, cada vez adentrándome más. A lo lejos escuché gritos y risas. Tus gritos. Me quedé escuchando por unos minutos sin saber qué hacer. Sé que no justifica lo que hice, sé que tardé en ir a buscarte pero estaba aturdido por lo que había sucedido con mi familia, y lo siento mucho Valerie. Sacudí el malestar que tenía por mi pérdida y seguí tu voz porque quería saber que estaba sucediendo. Y allí estabas. Toda mi ira se enfocó en deshacerme de ellos. Los lastimé, pero no había forma de hacerlos pagar por lo que te hicieron. Lo siento mucho Valerie, enserio. Si hubiera llegado antes podría haber evitado lo que te sucedió. Perdóname”.

Mis lágrimas se escapan de mis ojos y no puedo ponerles fin. Miro el rostro de Derek al contarme su historia, y no puedo dejar de sentirme peor. Él había perdido a toda su familia y decidió dejar todo para salvarme. Y me pide perdón, cuando no hay nada que perdonar. En sus hermosos ojos celestes se asoman lágrimas pero él no las deja salir. Esta vez, soy yo la que toma su rostro en mis manos. Acaricio su cara con mis dedos, toco su nariz, su barbilla, sus labios. Derek coloca sus manos en mi espalda atrayéndome más a él. Estamos a pocos centímetros. En mi cuerpo se enciende el deseo de besarlo, de sentir su cuerpo contra el mío, de acariciar cada parte de su piel. Coloco mis manos detrás de su cabeza acercándolo más a mí y él no se aleja.

-“Tú no eres el culpable. Tú salvaste mi vida y voy a estar eternamente agradecida”. Su mirada bajan de mis ojos a mis labios y su agarre se aferra más a mí, esta vez, por debajo de la remera. Su tacto causó que mi corazón latiera más rápido. Estamos por besarnos pero él coloca sus dedos en mis labios. No puede decirme que interpreté mal las señales porque estoy bastante segura de no soy la única que quiere besarlo. Él también quiere. Lo siento en su cuerpo. ¿Me equivoqué? ¿Me apresuré? Comienzo a alejarme de él pero su agarre se vuelve más intenso.

-“No, no te alejes de mí. Deseo besarte, créeme, lo hago, pero no sabes la historia completa. Tú me preguntaste que soy, y que son los demás ¿Verdad?”. Hago un leve asentimiento con mi cabeza y él continua pero esta vez, se aleja unos centímetros de mí y agarra mis manos entre las suyas. –“Dime lo que notaste en mi esta noche, algo diferente. Y sé que lo hiciste, vi tu mirada cuando gire a verte”.

-“Derek, no quiero pensarlo, por favor. Siento que me estoy volviendo loca”. Alejo mis manos de las suyas y me abrazo a mí misma. Él logra acercarse más apoyando sus manos en mis piernas y haciendo círculos en ellas con sus dedos.

-“Dime Valerie, por favor”.

-“Primero vi tus ojos, eran celestes, pero no el color normal que tienes ahora, sino un celeste brillante. Cuando estabas de espaldas a mi note en tus manos… ¿garras? No sé, Derek, debo estar alucinando porque después diste la vuelta y tenías colmillos, no sé qué me está pasand…” Mi respiración se corta al igual que mis palabras. No había alucinado, es verdad. Derek tiene colmillos, garras y ojos celestes brillantes. Coloco mis manos en su rostro, obligándolo a mirarme pero él vuelve a alejar la mirada de mí.

-“Derek…”. En ese instante sellé mis labios en los suyos. Derek respondió con una ferocidad que jamás había sentido. Sus manos estaban por debajo de mi remera. Las mías agarrando su cabello. Abro apenas mi boca para que él deslice su lengua y se ponga a jugar. Logro sentarme encima de él sin cortar el beso, cada cuerpo anhelando al otro. Interrumpe el beso para dirigirse a mi cuello. Arqueo mi cuerpo hacia atrás para que tenga mejor acceso mientras que también coloco mis manos por debajo de su remera y las dejo reposar en su pecho. Puedo sentir los latidos de su corazón yendo rápidos como los míos. Su lengua hace el camino de vuelta hacia mis labios nuevamente y al tiempo que junta sus labios con los míos, me recuesta en el sillón boca arriba. Ahora, todo su cuerpo está sobre mí. Engancho mis piernas en su cuerpo y lo atraigo más a mí. Me saca rápidamente la remera, su remera. Actúo al mismo instante y le saco la suya. Sin perder tiempo, nos estamos besando, pero esta vez, nuestra piel hace contacto en más lugares provocando escalofríos. Paso mis manos de su pecho a su espalda, clavando mis uñas en ella. La puerta del apartamento se abre cortando nuestro beso.

Stiles. 

Amando a un hombre loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora