Le doy un pequeño abrazo a Lydia por su cumpleaños, Stiles me agarra del brazo y me acerca a una mesa. El primero es Scott, su mejor amigo. Lo conocí antes en la salida del colegio. A su lado está Kira, la reciente novia de Scott, es asiática. A su lado se encuentra Malia, la novia de Stiles. El siguiente no parece tener más de quince años. Estoy en lo correcto. Su nombre es Liam. A él le sigue un hombre grande, Chris. Stiles se acerca a mi oído y me informa acerca de que él es el padre de Allison, la chica que falleció. A éste le siguen los Hale. Primero Derek y después Peter. Pose mi mirada en Derek, al igual que lo hice cuando llegue. El no aparta su mirada de mí. Lleva puesto un jean claro, una camisa blanca y un chaleco marrón. Se ve tan elegante en él. Desvié mi mirada hacia otro lado. Hacia la puerta. Y allí veo entrar a mi padre. Esta vez no tiene puesto el uniforme de Sheriff. Llegó con una mujer. Stiles me dice al oído, otra vez, que su nombre es Mellisa y es la mamá de Scott. Peter rompió el silencio.
-“Vaya, pero si es la diseñadora que no quiere trabajar para nosotros”. Puse mis ojos en blanco, este señor era frustrante. Me senté al lado de Scott mientras Lydia nos ofrecía algunas bebidas.
Están todos bailando menos nuestro grupo. Peter y Chris se habían ido al patio, Kira y Scott estaban haciendo de las suyas. Liam está intentado alejarse de una chica que lo persigue. Stiles se levanta y agarra la mano de Malia.
-“Iremos a bailar ¿tu vienes?”.
-“No por ahora, debo llamar a Stacey. Luego me uno”. Le dedico una pequeña sonrisa y el me la devuelve. Se va.
Tensión. Estoy sola con Derek a cuatro asientos de diferencia. Intento parecer desinteresada. Cinco minutos que estamos así. De reojo veo que me está mirando. Levanto la vista y arqueó una ceja. Esta vez, yo rompí el silencio.
-“¿Se te perdió algo?”. Si le molestó o le gustó mi respuesta no lo puedo decir. La cara de póker de éste hombre es impresionante. No responde. Escucho vibrar mi celular. Miro la pantalla y es un mensaje de Stacey: “Valerie, no puedo hablar ahora, lo siento. Te llamaré cuando pueda”. Bloquee el celular y noté que Derek seguía mirándome. Habló antes de que yo pudiera.
-“¿Por qué volviste de Londres?”. Su pregunta me dejo boquiabierta. Nunca nadie me preguntó eso. Me quedé observándolo para ver si estaba bromeando o algo. Nada. Su rostro no dice nada. En cambio sus ojos, sí. Muestran una ferocidad. Pienso en por qué debo contestarle. A él que le importa. Pero me encuentro soltando mis palabras.
-“No lo sé. Terminé de estudiar y decidí volver por un tiempo a visitar a mi familia. Supongo que es eso”. Le hago una mueca. El sigue mirándome. No es una mirada que me aterra pero es rara.
-“¿Por un tiempo? ¿Vas a marcharte, otra vez?” Ese otra vez lo pronunció como si me lo estuviera reprochándolo. No lo entiendo. Es tan complicado de leer.
-“Si, esa fue mi idea principal. Veré depende de cómo sucedan las cosas”. ¿Y por qué le estoy contestando? Lo veo pararse. Pienso que se va...y no. Se sienta en la silla a mi lado.
-“Lo siento por cómo te trate en el bosque aquel día. Enserio quiero que trabajes para mí, no lo hago para fastidiarte”. Sus palabras parecen sinceras. Me muevo incómoda y clavo mi mirada en sus ojos. Son bellísimos, de un color celeste sin igual. Decido hablar para no quedar como una tonta.
-“Lo siento también. ¿Puedo preguntarte algo?”. Me mira extrañado y da un leve asentimiento con la cabeza. –“¿De dónde conoces a Stiles? Viendo a todos los que me presentó hoy, no pude pasar por alta la diferencia de edad”. Ahora él es el que se mueve incómodo en su silla.
-“Pensé que Stiles te había dicho”. Hay un breve silencio. Continúa. –“Lo encontré una vez con Scott en el bosque, estaban perdidos y los acompañe a cada uno a sus respectivas casas”. Aparta la mirada de mí, de una manera abrupta.
-“¿Acaso vives en el bosque o qué?” le digo, lanzándole una pequeña sonrisa. Vuelve a fijar sus ojos en mí.
-“Solo me gusta pasear por ahí. Me tranquiliza. Estoy en paz, excepto cuando alguien no ve por dónde camina y me lleva puesto”. Pongo cara de ofendida y noto que se asoma una sonrisa en su rostro pero desaparece en dos segundos.
-“Siento por interrumpir tu velada aquel día”. Dejo de mirarlo y sigo con mi celular. Levanto la cabeza y sonrío. Están pasando una de mis canciones favoritas. Sí, soy de esas personas que no pueden elegir una sola. “Give Me Everything” de Pitbull está sonando a todo volumen y no puedo evitar recordar las veces que baile esta canción con mis amigos. La empiezo a cantar felizmente, mientras le respondo el mensaje a Stacey: “No hay problema. Hablaremos luego. Pd: están pasando Give Me Everything ¿bailamos virtualmente?”. Mientras la canto, giro mi cabeza hacia Derek, quien me miraba con una ceja levantada. Me está sacando de quicio sus caras.
-“¿Vas a prohibirme cantar?”
-“No, sigue. Cantas bonito”. Primer halago que recibo de su parte. Nos quedamos mirando. Ninguno apartó la vista del otro hasta que Stiles apareció.
-“¿Acaso están jugando a quien pestañea primero? Mira primero a Derek, después a mí, a Derek y así. Derek es el primero en cortar el contacto de nuestros ojos y también el silencio.
-“No, solo estamos charlando”. Hago un leve asentimiento con la cabeza y sonrío.
La habitación se volvió oscura. Se empezaron a oír gritos y cosas rompiéndose. No puedo ver nada y el pánico se apoderó de mí. Perdí todo sentido de orientación, intenté pararme pero alguien me agarró de mi cadera y me abrazó. Quiero soltarme pero no puedo. Siento unos suaves labios en mi oreja izquierda que pronuncian unas palabras de tranquilidad.
-“Soy yo, Derek. No te muevas”.
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Amando a un hombre lobo
FanficValerie Stilinski está devuelta en Beacon Hills con su familia. Cree saber todo acerca de esta, excepto por los hechos sobrenaturales y un recuerdo que la va a atormentar pero al mismo tiempo la va a acercar al amor de su vida.