Chapter 14.

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Luego de aquella terrible noche, hace diez años atrás, solo me sentía cómoda y protegida con Tom, hasta hoy. Derek me hizo sentir feliz y con fuerzas otra vez. Amé cada segundo que su piel tocaba la mía, la forma en la que él besaba mi cuello, la ferocidad con la que sus labios tocaban los míos. Mi cuerpo sigue deseando el sabor de sus labios y sentir su cuerpo cálido contra el mío. Pero en este preciso instante hay cosas más importantes para preocuparse. Stiles sigue parado en la puerta, mirándonos. Derek salta del sillón y logra taparme mientras me coloco la remera nuevamente. Todos sus músculos se tensaron y estoy segura de que está dispuesto a atacar si algo sucede. Durante un largo momento, ellos dos se quedan en silencio, dedicándose miradas. Decido romper el silencio pero él no me deja avanzar.

-“Stiles…”.

-“No hables por favor. Cuando dijiste que tenías que hacer algo no pensé que era revolcarte con Derek mientras los demás están intentando escapar de unos profesionales y locos asesinos. Valerie, no sabes a que peligros te vas a enfrentar si estás con él. No sabes lo que es y no sabes todo lo que pasa aquí. Tú solo llegaste hace casi dos semanas y no tienes ni idea de las cosas horribles que suceden, del riesgo que corre tu vida. Nunca tendrías que haber vuelto a Beacon Hills, estarías mejor en Londres, todos estaríamos mejor”. Stiles salió rápidamente por la puerta sin dejarnos hablar, a ninguno de los dos. La manera en la que dijo esas palabras me hirió. Para él sería mejor si me hubiera quedado en Londres. Los pocos momentos vividos estas dos semanas fueron falsos, él no me extraña, él no me quiere cerca. Tiene razón, no sé a qué peligros me estoy enfrentando quedándome aquí. Sé que estar con Derek puede traer riesgos, ya vi lo que sucedió en la fiesta pero si de algo estoy muy segura es que nunca me sentí tan bien con una persona como me sentí con Derek. Esos pocos minutos que había durado nuestra felicidad me habían hecho más fuerte, pero ahora, después de las palabras de Stiles, todo se derrumbó. De reojo vi a Derek vistiéndose mientras me daba la espalda. Las palabras que salieron de su boca me afectaron más que las de Stiles.

-“Stiles  tiene razón. No sabes todos los peligros que corrimos en este tiempo. Tu hermano quedó en este lío por culpa de Peter y mía. Lo mejor será que vuelvas a Londres, sé que tu idea desde el principio era solo quedarte unos días. Esos <unos días> ya pasaron”. Durante toda la frase, él estuvo de espaldas a mí, ni siquiera se dignó a mirarme a los ojos. Sin decir más, subió unas escaleras que yo no tenía idea a donde llevaban. No puedo contener las lágrimas. Me quedo sola, sentada durante unos minutos y decido encaminarme al baño para cambiarme. Cerré la puerta del baño con llave e inmediatamente me largo a llorar en el piso. Los dos me rechazaron, al mismo tiempo. Dos personas a las que quería. La tristeza se convirtió en furia. Rápidamente me saco la ropa de Derek y me coloco el vestido con los zapatos, arreglo mi cabello y salgo del baño. Le dejo su ropa en el sillón y cierro la puerta corrediza detrás de mí.

Estoy ya a dos cuadras del apartamento de Derek, caminando sola. Ya está amaneciendo. Estoy moviendo mis pies sin rumbo. No quiero cruzarme con Stiles pero no tengo otra opción. Debo ir a mi casa para guardar mis cosas y utilizar mi pasaje de vuelta a Londres. No quiero quedarme ni un segundo más en este lugar. Mi padre debe estar todavía en la comisaría luego de lo que sucedió en la casa del lago de Lydia, pero no me importa, no pasaré a saludarlo. Necesito estar arriba del avión con destino a Londres en este mismo instante, nada puede hacerme quedar aquí.

Comienzo a escuchar unos ruidos detrás de mí y me apresuro a caminar. Mis pasos se aceleran pero alguien me agarra del brazo y me obliga a frenar. Al darme la vuelta siento sus labios sobre los míos nuevamente. Ese calor que sentí con su tacto vuelve a aparecer y me llena de alegría y fuerza. Sus manos viajan por todo mi cuerpo hasta apoyarse en mi trasero. Mis manos revuelven su pelo, pidiendo más. Muerde mi labio inferior y en ese preciso momento quiero estar en su sillón como antes. Se aleja de mí para mirarme, posando sus manos en mi rostro. Sonríe.

-“Lo siento Valerie. Tuve que unir fuerzas para alejarme de ti pero como veras no duré mucho. Debí haberte defendido frente a Stiles, no quedarme parado sin hacer nada mientras él te hablaba de esa manera. Él se equivocó en muchas cosas pero su mayor error estuvo en pensar que todos estarían mejor sin tu presencia aquí. Déjame decirte algo, yo no estaría nada bien si tú te vas de mi lado. No estés sola en la noche, ni nunca. Ven conmigo. Ahora. Cuidaré de ti, siempre lo haré. Te quedarás en mi apartamento, nada de ideas locas como volver a Londres. Pasa esta noche conmigo, bueno, no es de noche pero tú me entiendes. Luego decides que haces, pero quédate conmigo por favor”. Mis palabras no salían. Lo agarre de su remera y lo atraje hacia mí. Besos apasionados inundaron el amanecer que se avecinaba.

Stiles no es el único que se equivocó. Yo también. Si hay algo que puede hacerme quedar aquí y no irme nunca. Mejor dicho, alguien.

Estamos caminando hacia el apartamento. Su mano enlazada en la mía y nuestros dedos jugando. Lo miro andar serio hasta que se da cuenta que mi vista está posada en él y sonríe. Lo freno y le doy un beso en la mejilla. No borra la sonrisa de su cara hasta que sella sus labios en los míos. Otra vez esos labios que anhelo cada segundo que están separados de los míos. Al separarse coloca su brazo alrededor de mi cadera y seguimos caminando.

Unos minutos después estamos en su apartamento. No puedo eliminar la sonrisa que tengo en mi cara y cuando él me habla, se transforma en una pequeña risa.

-“Creo que esto te pertenece”. Hace el movimiento de acercarme su ropa pero la aleja antes de que pueda tomarla. Con su dedo índice me hace seña para que me acerque y no me niego. Cuando estoy a un solo paso de él, me toma en sus brazos y me lleva al sillón. Si, lindos recuerdos. Esta vez me sienta de espaldas a él y comienza a bajar el cierre del vestido. Cuando termina me lo saca y empieza a pasar sus labios y su lengua por toda mi espalda. Arqueo mi cabeza hacia atrás y sus labios pasan de mi espalda a mi cuello mientras que posa una mano en mi barbilla y la otra en mi cadera. Decido tomar el control y al darme vuelta lo empujo contra el sillón y me subo arriba de él mientras le quito la remera. Beso sus labios mientras que mis dedos recorren su pecho, sus músculos. Muerdo su labio inferior como él me había hecho antes mientras desabrocho el cinturón y el pantalón. Sus manos están por debajo de mi sujetador lo que provoca que todo se produzca con mayor ferocidad. Derek no me deja tomar el control por mucho tiempo. Me levanta agarrando mi cadera y yo coloco mis piernas a su alrededor. Me acuesta sobre la cama y me observa, de arriba abajo, con una sonrisa maliciosa en su rostro. Me encanta. Estando debajo de las sábanas nos despojamos de toda la ropa que obstruye el contacto de toda nuestra piel y en ese mismo instante siento como Derek entra y sale con rapidez y deseo, provocando que éste, sea el mejor día de mi vida.

PD: Gracias por los más de 150 votos y más de 1500 lecturas! Estoy muy feliz J espero que les vaya gustando la historia y cualquier cosa que quieran preguntar o corregir, déjenlo en los comentarios. Muchísimas gracias! 

Amando a un hombre loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora