Era lunes y no fui a la escuela. Pero Mike vino a mi casa.No sabía si dejarlo pasar, pero luego recordé lo que dijiste. Ya estaba cansada de secretos.
Ya estaba cansada de todo esto.
- ¿Podemos..hm..hablar?- dijo rápidamente.
-Sí, claro- dije tratando de sonreír.
Entrando vi que estaba nervioso.
Me atreví a preguntar.
-Sí, vengo a hablarte de Nick- Asentí nerviosa, comencé a arrepentirme.
-Ah... cómo empezar esto- dijo tan bajo que parecía un pensamiento.
-El año antepasado, yo era mejor amigo de Nick, ambos estábamos sin pareja hasta que conocí a Anna- dijo lentamente- Yo... era muy feliz con ella, mi felicidad llegó hasta el punto de decirle que la amo el día de su cumpleaños. Ese mismo día Nick y yo preparamos una fiesta sorpresa para ella, había tanta gente que claro una de ellas trajo alcohol.-
-¿Qué era lo importante sobre Nick?-
-A eso iba- me dijo con un fugaz intento de sonreír- Después de un tiempo, todos estában borrachos, Nick uno de ellos, Anna tuvo que ir al baño, y ahí se encontró con él... Ni- se le cortó la voz- Nick al estar borracho no sabía lo que hacía, o al menos quiero creer... Anna no paraba de decirle que pare...-en ese momento dejé de respirar- me imagino lo traumatizada que estuvo... no... no puedo creer que alguien como Nick hiciera eso... había escuchado gritos desde fuera y fuí al baño en busca de Anna, cuando la ví, ella tenía lágrimas por sus mejillas, su cara parecía como si el alma hubiese salido yo- suspiró- yo solo lograba ver su expresión mientras Nick estaba sobre ella... no sabía qué hacer, yo sólo tenía 14... él es mayor que yo.-expresó con una lágrima cayendo en su mejilla.
《Anna... ella sólo quería ser feliz... siempre lo fuimos. Estaba paralizado, no sabía qué hacer, tenía que hacer algo, pero mis pies... no se movían, yo... yo quería ayudarla pero- su respiración era entrecortada- pero yo-
-Ya no tienes que decir más- Dije, sin haberme dado cuenta mis ojos llorosos ni mi nariz roja- No quiero que te tortures, esto no es tu culpa, ¿okey? Tenías 14, ¿cómo ibas a actuar?-
-Pude al menos gritar-
-Pero lo intentaste y no pudiste- toqué su hombro- Deja de tortutarte a ti mismo, no lo mereces-
Y en ese momento, Mike me abrazó, comenzó a llorar. No le respondí hasta unos segundos.
-Ella... ella se suicidó, Melissa. Ella se suicidó por mi culpa, porque no pude ayudarla. ¿Cómo quieres que deje de torturarme?- terminó bajando la voz.
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Ojos Cafés
Short StoryDicen que el primer amor nunca se olvida, ¿sabes? Yo nunca lo creí hasta que te conocí. Y desde ese momento jamás te he olvidado.