Caminos que se cruzaron en el mismo mes, y que poco a poco fueron formándo lazos irrompibles.
Una chica que tiene una imagen fría según la prensa, una que está incursionando en el mundo de sus sueños, una mejor amiga y manager que tropezara al lite...
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Abrir mis ojos y encontrarme con Yongsun a mi lado durmiendo, es lo más especial que me ha pasado en años. Luego de una apasionada noche ambas nos entregamos a Morfeo, dormí toda la noche teniéndola en mis brazos, sintiendo el olor de su cabello y piel sobre mí, un olor tan suave y adictivo.
Verla tan profundamente dormida, se ve tan linda como siempre, el que no tenga una gota de maquillaje la hace verse tierna a morir. Duerme boca abajo mientras que la manta con la que se tapa solo le llega a su cintura desnuda dejándome la vista la suave piel de su espalda. Me acerco a sus hombros desnudos y comienzo a depositarle pequeños besos en ellos, mi mano se encuentra sobre una de las de ella y termina dándome seña de que se estaba despertando con el movimiento de ella. Me alejo un poco para ver su rostro, y la veo abrir lentamente sus ojos mientras que me apoyo de un lado de mi cuerpo para poder verla bien. Ella sonríe mientras que entrecierra sus ojos.
— Buenos días Byulyi— dijo sonriente mientras que yo me sentía más enamorada al verla así.
— Buenos días, Sun— dije y me acerqué a ella para poder darle un corto beso. Me separe de ella y hable — ¿Cómo dormiste? — dije retirándole un mechón de pelo del rostro.
— Mejor que nunca, dormir contigo a mi lado es lo mejor que me ha pasado nunca— dijo con timidez, y yo me limite a dejarle un beso en la frente para luego acariciarle la mejilla.
— Sucede lo mismo conmigo, Sun, me tienes enamorada hasta la medula de ti— dije y ella enrojeció, aunque la he visto así muchas veces me sigue pareciendo tierna.
Luego del intercambio de palabras comenzamos a darnos mimos en la cama hasta que el maldito celular sonó. Al ver que se trataba de la secretaria de mi padre conteste sin ganas.
— ¿Qué sucedió Hyoyeon? ahora mismo yo...
— Señorita Moonbyul, el joven Xiumin tuvo un accidente— fue lo único que me dijo para sentir que mi cuerpo comenzaba a gritar por mí, no puede, no mi hermano.
[...]
— Byul, todo estará bien, si, no te preocupes— me dice Solar tratando de tranquilizarme, pero cómo hacerlo cuando la vida de mi hermano está en riesgo.
Están junto a mi ella, Seulgi y la novia de mi hermano quien por cierto aun desconozco su nombre, mi padre estaba en camino al igual que Wheein que estaba terminando de hacer unas cosas por mí en la empresa y vendría con Hyejin.
— ¿Cómo se encuentra Xiu? — pregunta Wheein apenas llega y me abraza, ella siempre ha sido cercana a mi hermano, el que lo comprometieran con Hyejin fue duro para ella.
— Él está en cuidados intensivos, su estado no es delicado, pero el doctor dice que es fuerte y que saldrá de esta, no podemos entrar a verlo porque aún le están haciendo exámenes— explica Solar, y yo agradecida, no estoy de humor para explicar.
— Moon, en serio lo siento mucho— escuchar a Hyejin, me ha hecho acordarme de algo, nada de esto estuviera pasando de no ser por el estúpido compromiso.
— ¿Seguro Hyejin? — pregunte cortante.
— ¿A qué te refieres?
— Ahora podrás estar con Wheein, si él muere no tendrás que casarte con él eso seguro que te alegraría mucho— dije de una forma cruel.
— ¡MOONBYUL! — exclamó Wheein y me hizo darme cuenta de lo que acababa de decir, Hyejin no tenía la culpa de esto, la culpa la tenía otra persona, solo deja que llegue.
— Lo siento Hyejin, tú no tienes la culpa, no debí haberte dicho eso— dije muy arrepentida y ella pareció entenderlo terminando por abrazarme y diciéndome que no me preocupara.
[...]
— ¿Qué han dicho los doctores? ¿cómo está mi hijo? — pregunta mi padre un rato después de la llegada de las chicas, yo sentía como mi sangre hervía al verlo hablar con los doctores, Jimin la novia de Xiu me dijo por qué fue el accidente.
— Ahora vengo— le dije a Sun para ponerme de pie, pero ella me toma de la mano antes de caminar.
— Byul, no digas nada de lo que te puedas arrepentir, hablen después cuando estés relajada.
— Sun, es culpa de él— dije y ella negó con la cabeza — Después, ahora solo empeoraras las cosas.
Me acerqué a ella y le di un corto beso — Lo haré ahora, él debe abrir sus ojos— dije y le solté la mano para ir a donde mi padre.
Al quedar frente a él lo miré con la mirada más fuerte e insensible que tengo, él me miro preocupado y hablo.
