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A media tarde, encerrado en su oficina y con ganas de suicidarse del aburrimiento, el alfa Min Yoongi se quitó el saco y la corbata. Empujó su silla para atrás y acomodó sus pies sobre el finísimo escritorio de caoba. Sacó su celular y buscó entre su galería un vídeo en especial.

-¡Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños Lil Meow Meow, feliz cumpleaños a tiiii!-La hermosa sonrisa de Jimin llenaba su pantalla, era el vídeo de felicitaciones que le envío ese año por su cumpleaños.-¡Hola Yoongie! Trata de que esa montaña de papeles en tu oficina no se robe todo tu tiempo y disfruta de tu día. ¡Ah y por favor luce un poco sorprendido cuando llegues a casa, todos estamos muy emocionados con tu fiesta de cumpleaños!

Yoongi sentía que su corazón de hielo se ablandaba cada vez que veía al omega. Desde cachorro se había encaprichado con tener a Jimin. Llevaba cortejandolo desde que tenía memoria, pero la falta de resultados lo estaba cansando. Le mandaba joyas, sus dulces favoritos, le regalaba viajes y demás cosas. ¿Qué más necesitaba Jimin para aceptarlo?

-¡Pero que vergüenza!-Yoongi se cayó de la silla por el sobresalto al escuchar la estridente risa del abuelo Min. -¡Otra vez te encuentro besando la pantalla de esa cosa!

El poderoso abuelo Min entró sin aviso a su oficina. A pesar de llevar puesto un gorrito negro de algodón, una bata, pijama y sus sandalias, el viejo alfa se cargaba un aura de dueño y señor que nadie se aguantaba. Con la edad, empezó a cambiar sus trajes por pijamas y nadie pudo hacer nada al respecto cuando decidió que asistiría así a la oficina. Lo único elegante que llevaba era su bastón de madera pulida y mango de oro y diamantes, diseñado especialmente para él.

Yoongi se recompuso levantándose del suelo de un respingo.

-¡Abuelo!

-¡Me gusta atraparlos así, desprevenidos! ¡Cómo ciervos en el bosque asustados de una escopeta!

-Seria bueno que avisarás para preparar tu recibimiento, Abuelo. -Yoongi se dijo que debía ser paciente.-Y sabes que todo está en orden.

-¡Ya te dije que no hables entre dientes, cachorro, que no te escucho!

-¡Dije que tú sabes que todo está en orden!-Repitió con fuerza.

El abuelo se irguió en toda su estatura, blandiendo su bastón.

-¡Vuelve a gritarme así y te acomodo las ideas de un...!

La secretaria de Yoongi entró sin tocar, interrumpiendo.

-Señor, la reunión de las siete se canceló...-Al ver al abuelo Min, agrandó los ojos.-¡Perdón, no sabía que estaba aquí, Presidente!

-No quiero más interrupciones.-El viejo lobo sonrió con apreciación.-¿De acuerdo, linda jovencita?

La beta se sonrojó de los pies a la cabeza.

-Si, por supuesto, Presidente. Lo que usted diga, yo me encargo...-Cerro la puerta haciendole reverencias.

Al ver la ceja arqueada de Yoongi, el alfa sonrió.

- Podré estar sordo, pero no ciego.

-Eres todo un caso, abuelo.

-A lo que vine.-El abuelo se dejó caer en la silla de Yoongi y palmeo los papeles del escritorio.-Quiero revisar los estados financieros.

Pasó alrededor de una hora hasta que el abuelo Min tomo un descanso, satisfecho con el manejo de su nieto sobre la empresa.

-¿Y como vas con la pedida de mano de Jimin?

-No creo que sea oportuno. Su padre tuvo un infarto y Namjoon está demasiado ocupado tratando los asuntos de la empresa que...

-Estas perdiendo el tiempo.-El abuelo Min se hizo para atrás y puso sus manos sobre su estómago.-Escúchame bien, cachorro. Si no te apresuras alguien más tomará tu oportunidad.

-Ya sé que quieres a Jimin para que te dé bisnietos, pero debes darme algo de tiempo en lo que formalizo las cosas. Quiero hacerlo correctamente.

-Ese omega es una belleza. Pero sigo pensando que no es el indicado para ti.

Yoongi negó con la cabeza y se rió.

-¿Y de qué otra manera sería tu nieto entonces?

Había un asunto que ocupaba la mente del Abuelo y no lo dejaba tranquilo. Era algo tan importante que ya no podía esperar pacientemente a que las cosas se dieran por si solas.

- ¿Y el asunto que te encargué?

-Estamos igual que siempre.-Yoongi se aturdió por el cambio tan brusco de tema.-Fue suficiente con vernos a la fuerza mientras éramos niños. No quiere saber nada de nosotros.

-Cítalo de nuevo. Está vez yo hablaré con él.

-Abuelo, deberíamos dejarlo en paz...

-Basta, Min Yoongi.-Dió un puñetazo en la mesa. Tenía que solucionar las cosas antes de que la vida le robara la oportunidad.-Es una orden.

Yoongi suspiró, cansado mucho antes de tiempo, ante la semejante tarea que tenía sobre sus hombros. Y es que, sus dos medios hermanos no querían saber nada de él. En especial el menor, que lo mandaba al diablo cada vez que podía. Contactarlo, no sería sencillo.

Esto va para largo, pensó.


Cuando imagen al abuelo Min, piensen en Yoongi, pero con bastantes años encima. 😆

Chiquito, Bonito y Caprichoso•|| (Kookmin) Trilogía De Los Herederos KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora