➼ Secrets [Élite;Samuel]

3 ➼ A really bad night

Mía se hallaba en su habitación concentrada en su portátil, en cuanto, una notificación de Facebook la saco de aquel tranquilo trance. La chica, curiosa, abrió rápidamente el mensaje al visualizar de quién se trataba, era de Samuel, éste había creado un evento, en donde invitaba infinidades de personas a una fiesta mañana por la noche. Ella, sonriente, aceptó, no le venía nada mal distraerse un poco y muchísimo menos, después de aquella catastrófica noche en el evento de Marina.

Esa noche, Ander volvió a altas horas de la madrugada, con su camisa mal abotonada y un aspecto desalineado, sin nombrar qué todavía no estaba para nada sobrio. Mía, logró cubrirlo con sus padres, sin embargo, se moría de curiosidad por saber con quien había estado su hermano esa noche, no obstante, todavía no encontró el momento indicado para hablar con él.

O bueno, quizá, eso creía hacía unos segundos atrás, ya qué ahora mismo, se hallaba estancada en la puerta de la habitación del mayor, lista para sacarse de su mente todas sus dudas.

—Ander...¿Puedo pasar? —cuestionó la chica, en un tono suave, aquel que empleaba para conseguir lo qué quería—.

Al obtener una afirmación por parte del chico, Mía se adentró a la habitación de éste, tumbándose en la cama junto a él. Ander la observaba ambiguo, no tenía ni la más pálida idea de con qué le saldría esta vez su hermana.

—¿Debo de preocuparme o salir corriendo? —cuestionó él, empleando un tono burlón—.

—Hey, solo vine para hablar contigo sobre algunos temas —le especificó ella, alzando ambas cejas, provocando cierta expresión de espanto en el mayor—. Joder tío, no te hablaré acerca de mi periodo y mis malditos cólicos de mierda.

Al oír aquello, Ander soltó una gran carcajada, la espontaneidad de su hermana era capaz de alegrarle el día a cualquiera.

—Entonces...¿Qué quieres preguntarme? —interrogó el chico alzando ambas cejas, dejando a la vista una expresión cómplice—.

—Seré directa, por qué tengo los ovarios suficientes —afirmó ella, lista para completar su oración—. ¿Con quién estuviste el día de la fiesta de Marina? Y no me digas qué no te acuerdas por qué no te creo ni mierdas.

Ander tragó en seco, sin saber qué responder. Si bien ambos hermanos tenían la confianza suficiente para comentarse ese tipo de cosas, Mía era siempre la qué contaba aquellas situaciones, el chico, por su parte, solo se callaba, ya qué contarle alguna experiencia amorosa abarcaría el echo de explicarle qué es homosexual.

—Estuve con un tío —soltó el joven, notablemente nervioso, especulando
en su cabeza cuál sería la reacción de su hermana—.

—Lo sé, tan solo quería qué tuvieras las agallas suficientes para decirlo —le respondió la chica, sonriéndole con cierto orgullo—. Eres mi hermano joder...¿A caso crees qué eso cambiará alguna vez? Sí qué eres gilipollas.