Esta es una novela separada en one shot. ya verán a que me refiero.
12 chicas, hermanas se mudan y van a la misma escuela que nuestro queridos vampiros, pero ¿Que harán ellos cuando las vean?¿Se llevarán bien o mal?
Dedicado a las fanáticas de nue...
Ayato no paraba de dar vueltas y vueltas por toda la cama, no podía dormir. Frustrado se levantó de la cama y comenzó a vestirse. Seguro que una caminata le devolverá el sueño. Salió de la mansión en silencio para no despertar a sus hermanos. Estuvo caminando un largo rato hasta que llegó, sin darse cuenta, a la casa de Ayala. No sabía porque razón sus pies lo guiaron hasta allí. ¿Acaso quería ver a la pelirroja? No sabía bien la respuesta, pero de todos modos fue a buscar su cuarto si es que lo encontraba. Después de un largo rato buscado, logró encontrarlo ya que era el único cuarto que tenía una cesta colgada en la pared de baloncesto. Miraba desde la ventana del cuarto haber si aparecía la chica y así fue. Ayala apareció en ropa interior del baño. Eso le dio a entender al vampiro que se había bañado. Y ahora que la miraba bien, ella no parecía ser tan... chichinashi como el pensaba. Miro un poco más de cerca y vio que ella tenía en su espalda algunos moretones y quemaduras. Con eso quedó más que sorprendido y un poco aterrado. ¿Quien se atrevió a tocar a su futura novia? Quien quiera que fuera le cortaría la cabeza, eso era seguro. La chica se colocó un camisón que resaltaba su figura, tanto de arriba como abajo tenía muy buenas curvas.
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Si lograba verla con ese camisón todas las noches seguro se excitaría de sobremanera y podría controlarse. La vio acostarse en su cama para luego apagar la luz y dormir. Espero unas dos horas antes de colarse en el cuarto de la joven. Se acercó a la cama y estaba por acariciar su brazo desnudo cuando vio su rostro. Tenía lágrimas. ¿A caso hizo algo malo?¿Por que razón lloraba? Y sus preguntas fueron contestadas como si la chica hubiera leído sus pensamientos. Ayala: P-Por favor y-ya no me torturen más-lloraba la chica mientras dormía-Me alejare de Ayato pero no me torturen más-comento sin dejar de clavar sus uñas en las sábanas de la cama. ¿Quien demonios la torturaba?¿Quien no quería que se le acercará? Ayala no dejaba de llorar, es causo en el vampiro un fuerte enojo. Estaba decidido a matar al responsable de eso. A pesar de que ella era una vampiresa y él siempre estuvo rodeado de chicas humanas, deseaba que fuera ella su hime~sama y no otra. Se alejó de la cama ya que no quería despertarla. Observo todo el cuarto. No estaba nada mal para su gusto. Miro en su mesa de luz y vio una foto de el y ella juntos cerca del lago. Sonrió al verla de niña. Entonces ellos ya se conocían desde hace tiempo. ¿Por que no la recordaba entonces? No lo sabía, lo que si sabía es que no iba a dejarla sola. La observo una vez más y luego se fue de la habitación. Llego a su casa y trato de conciliar el sueño aunque estaría algo difícil.
Regalo extra:
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