Temporada De Halloween ©

Hechizo de Amor

"Los personajes y hechos relatados en esta historia son completamente ficticios. Cualquier parecido con personas verdaderas, vivas o muertas, o con hechos reales es pura coincidencia".

¡Que disfrutes la lectura!

 Sinopsis

Margaret era una joven bruja. A sus veinticinco años sentía que había vivido lo suficiente y todo a causa de su abuela Sara, quien constantemente la metía en líos con el único fin de encontrarle pareja.

Cuando las celebraciones de halloween comenzaron en la aldea vecina, la abuela de Margaret no perdió el tiempo y obligó a su nieta a trasladarse con ella a la otra aldea, donde el apuesto y SOLTERO hechicero que lideraba la aldea vecina buscaría esposa.

Lo que Margaret jamás se esperó fue que su abuela, con ayuda de un potente hechizo, armaría un complot que llevaría a la pobre Margaret a hacer cosas tan ridículas y vergonzosas que ella en su sano juicio jamás haría y todo para conseguir la atención del hechicero.

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Margaret terminó de colocar algunas calabazas en el porche de su pequeña casa y sonrió con satisfacción. Le encantaba Halloween y lo que más amaba de esa época eran las decoraciones.

Se recogió la larga y lacia melena en una coleta alta y luego de acomodar bien la escoba de bruja que había colgado en la puerta, entró a la casa y fue directamente por un vaso con agua.

Estaba dándole unos pequeños sorbos a su vaso cuando su abuela Sara entró a su casa como un vendaval, provocando que la escoba que colgaba de la puerta fuera a dar al suelo.

Margaret dejó el vaso sobre una encimera de madera y exhaló con cansancio.

—Abuela... —comenzó ella—. Sé que eres mi abuela, pero no puedes entrar de esa forma tan irrespetuosa a mi casa. —Caminó hasta la puerta, recogió la escoba del suelo y la colocó de nuevo en la puerta. Cuando estuvo segura de que la escoba estaba en la posición perfecta, cerró la puerta con suavidad y miró a su abuela, quien se había dejado caer en su mullido sillón amarillo favorito.

—¡Escuché algo sorprendente! ­—dijo Sara, ignorando por completo las palabras que su nieta le había dicho.

Sara, a sus 89 años, era una mujer llena de energía. Su rostro lucía muy joven gracias a los brebajes que se preparaba cada mañana para rejuvenecer la piel. Tenía una larga y ondulada cabellera blanca, sus ojos, al igual que los de su nieta, eran grises y su delgada figura siempre la cubría con largos y bastante anticuados vestidos en colores apagados.

—¿Ahora qué? —preguntó Margaret, sentándose frente a su abuela en otro sillón.

—Sabes de sobra que la aldea vecina se especializa en las celebraciones de Halloween. Desde que comienza octubre dan inicio a todo tipo de actividades. —Margaret asintió con la cabeza, pues todo eso ella ya lo sabía—. Pero este año, no solo las actividades de la aldea son el centro de atención. ¡Hay algo más! —Margaret arqueó una ceja a la espera de que su abuela se dejara de tanta cháchara y fuera directo al grano—. ¡Dicen que el líder de la aldea vecina buscará esposa durante las festividades de Halloween!

­—Bien por él —dijo Margaret mientras se ponía de pie y se alejaba todo lo que podía de su abuela. ¡Sabía a dónde llegaría todo eso!

­—¡Y bien por ti! —aseguró Sara poniéndose de pie y siguiendo a su nieta—. ¡Esta es tu oportunidad, Margaret! ¡Puedes casarte con el líder de la aldea vecina! ¡Finalmente podremos largarnos de esta aldea que nada nos ha aportado!