Cuidado con Alice Kyteler

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"Los personajes y hechos relatados en esta historia son completamente ficticios. Cualquier parecido con personas verdaderas, vivas o muertas, o con hechos reales es pura coincidencia".

¡Que disfrutes la lectura!

Sinopsis

El primer día en el que todos escuchamos sobre Alice Kyteler fue en la noche de Halloween en mi segundo año de universidad. Habíamos tenido una fiesta agradable, con música, baile, tragos y concursos de disfraces, era diversión sana. Sin embargo, al pasar la media noche los gritos despavoridos de nuestra némesis Rossana de Santi nos alarmó a todos. Cuando la hallamos, la pobre chica se encontraba en sus últimos segundos de vida, su cuerpo se encontraba desmembrado y la sangre corría como si de un río se tratase, sus últimas palabras nos angustiaron a todos. —¡Cuidado!... ¡Cuidado con Alice Kyteler! Y después de esas palabras, murió.

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Caminaba por el campus cuando Leah, una de mis amigas me detuvo.

—¿Qué necesitas? —le pregunté mirando mi reloj, llegaría tarde a clase.

­—¿No has visto el cartel de Halloween de este año? —me preguntó emocionada.

—No. ¿Qué pasa con eso?

—¡La universidad ha aceptado realizar una fiesta en el campus, ya no tenemos que celebrarlo clandestinamente! —exclamó llena de euforia.

—No tendrás que celebrarlo tú, que fuiste la de la idea el año pasado de realizar una mugrienta fiesta en el sótano de la casa que la universidad nos dio —le reclamé un poco molesta, recordando la desastrosa fiesta que terminó en ebrios y drogados jóvenes.

—¡Por favor Celia no seas amargada! —me suplicó.

—¿Qué es lo que necesitas? —le pregunté con resignación.

—¡Que me confecciones un traje de Vampiresa y que tú te confecciones una de lo que te dé la gana, pero mierda! ¡Tienes que asistir conmigo! —me ordenó.

—¡Primero que nada cuida esas malditas palabras! —le exigí.

Ambas nos mantuvimos en silencio, mirándonos directamente a los ojos y tres segundos después comenzamos a reír a carcajadas.

—De acuerdo Leah, iré contigo y confeccionaré los trajes —le respondí.

—¡Asombroso! Estoy segura de que tendremos posibilidades de ganar gracias a tus habilidosas manos.

—¿Ganar qué? —pregunté confundida.

—¡Están regalando mil dólares al mejor disfraz! —respondió emocionada.

—De acuerdo, eso no me interesa, simplemente te acompañaré por diversión.

Nunca me había gustado ser el centro de atención, me sentía extraña cuando la gente en multitud me observaba solo a mí, no era para nada asocial, al contrario, me llevaba bien con todas las personas de la Universidad que conocía, bueno... Con casi todas. Y como si estuviera llamando al diablo la tipa se apareció frente a mí, su nombre era Rossana de Santi, su familia era adinerada y su padre trabajaba en la política por lo que creía que podía hacer lo que le diera la gana, era una estúpida consentida.

—¡Mira nada más a quienes tenemos aquí! ¡A las putitas del campus! —gritó con su voz chillona.

—¡Puta tú, tus amigas, tu madre y tu abuela imbécil! —se defendió Leah, incapaz de controlarse, como siempre.

Temporada De Halloween ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora