Temporada De Halloween ©

El Asesino del Centro Comercial

"Los personajes y hechos relatados en esta historia son completamente ficticios. Cualquier parecido con personas verdaderas, vivas o muertas, o con hechos reales es pura coincidencia".

¡Que disfrutes la lectura!

Sinopsis

Johana era una fiel amante de las fiestas de Halloween, las películas de terror y las casas embrujadas, su amor por el terror era completamente excesivo, sin embargo, cuando se presentó a una entrevista de trabajo en el centro comercial de la ciudad y presenció como un sujeto asesinaba a un hombre, su cordura falló un poco. Días después se enteró de que le apodaban el asesino del centro comercial y que iba asesinando uno a uno a los empleados del lugar, su ansiedad por verlo de nuevo se volvió enfermiza, se ponía en riesgo esperando a que fuera muy tarde antes de salir por los oscuros pasillos del centro comercial, esperaba en el sótano del lugar hasta que le daba la madrugada y cada vez que escuchaba algún grito, corría ansiosa deseosa de encontrarlo. Una noche su deseo se hizo realidad, pero ella jamás pensó que llegaría a tener una relación tan diabólicamente enfermiza con el asesino del centro comercial.

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Johana estaba desesperada por un empleo, no tanto por mantenerse alimentada y pagar el alquiler de su departamento, sino porque se aproximaba Halloween, no tenía su disfraz, ni había podido comprar las últimas películas de terror, además, sabía que habría varias casas embrujadas en la ciudad y ella necesitaba desesperadamente asistir.

Leyendo el periódico encontró que el centro comercial necesitaba personal por la temporada de Halloween, eso sería todo el mes de octubre, era perfecto para Johana, sin pensarlo mucho preparó su currículo y se marchó al lugar.

Casi se desmayó al entrar al lugar, decoraciones, disfraces, accesorios, películas, todo lo que ella necesitaba para ser feliz este Halloween. Apresuradamente se acercó a recursos humanos, donde se encontró con una hermosa mujer de cabellera rubia, ojos verdes y cuerpo curvilíneo, vestía una blusa en color blanco y una falda y saco en color verde.

—Buenas ­­—saludó Johana.

­ —Hola querida. ¿En qué te puedo ayudar? —le preguntó la mujer mirándola de pies a cabeza.

Johana no era una mujer despampanantemente hermosa, su cabello era castaño y ondulado, sus ojos color café oscuro, su piel pálida y vestía siempre con vaqueros y blusas sencillas.

—Leí en el periódico que necesitaban personal, así que vine a dejar mi currículum —respondió ella entregándole los papeles.

La rubia la miró por unos largos segundos antes de aceptar los papeles.

—¿Te importa si te realizo una entrevista? —preguntó la mujer.

Johana negó ansiosa de empezar a trabajar, no le importaba si tenía que vestirse de manera ridícula o hasta andar en cueros, ella necesitaba dinero y lo iba a conseguir a como diera lugar.

—Siéntate por favor, le pidió la mujer señalándole la silla frente a su escritorio.

Johana obedeció rápidamente y la miró a los ojos con esa ansiedad que no dejaba de lado.

—¿Cuántos años tienes? —le preguntó la rubia mientras acercaba un formulario para irlo llenando.

—Veinticinco años —respondió Johana observando el lugar.