« Enamorando a HeeChul » ••(SiChul)••

ESPECIAL YEWOOK.

Un lugar que solo nosotros conocemos.

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"JongHoon, que tus padres no te hayan dado "el ejemplo" significa que tú serás igual. Aprende de sus errores para que no los repitas tú. Date la oportunidad de amar".

JongHoon terminó la llamada y arrojo su celular a la cama. Pensando acerca de las palabras de JungSoo, tal vez tenía razón y debía darse una oportunidad, es decir, no perdía nada...
Termino por también arrojarse a su cama y rebotar en el colchón, ya ahí pensó acerca del pequeño Wook. Es decir, estaba siendo amable con él porque no le gustaba verlo triste. A JongHoon no le gustaba ver triste a nadie de sus amigos.

<Pero los amigos no deben estar mucho en los pensamientos ni acelerar mi pulso cuando me abraza, o sonreír cuando veo su tierna sonrisa debido a algo que lo alegra o el hermoso brillo de sus ojos cuando... ¡Mierda! Incluso lo lleve ahí... Jamás había llevado a nadie ahí>.

Haciendo memoria, JongHoon jamás había llevado a nadie al terreno baldío, lugar al cual SÍ llevo a Wook.

🐢Hace unas semanas...🐪

Bajo la sombra del árbol, la brisa veraniega refrescaba a ambos jóvenes quienes se encontraban sentados en el columpio doble, JongHoon se acomodó en los cojines con estampados de jirafas que el menor había traído. Suspiro relajado, amaba estar así; con tanta tranquilidad y con el aroma de Vainilla Francesa de Wook.

— Hyung.

— ¿Qué? —pregunto dejando salir un bostezo.

— Oh, ¿está cansado?

— RyeoWook, ¿cuántas veces tengo que repetir que me hables informal? Me haces sentir como un anciano.

— A veces te vistes como un anciano —cometo risueño. — Ahora mismo lo estas. —lo señalo y JongHoon miro su ropa.

Jeans poco ajustados y con ciertos cortes, un suéter negro grande y holgado junto con un gorro negro que dejaba salir unos cuantos mechones de su cabellera negra.

— Por supuesto que no.

— Bueno...también un poquito como vago —susurro risueño.

— ¡Ven aquí! —JongHoon se abalanzo hacía el menor, aprisionándolo entre sus brazos y haciéndole cosquillas 

— ¡No, ajajajajaja! —Wook reía mientras se trataba de liberar de las manos ajenas. — Jajaja, ha, ha... —respiro tratando de controlar su respiración en cuanto el mayor dejo de hacerle cosquillas.

JongHoon se detuvo embobado por el rostro sonrojado del menor, su sonrisa tan preciosa, la risa armoniosa. Y cuando las miradas de ambos se conectaron fue extraño. Algo volvió a revolverse en su estómago; pero esta se sentía bien.

RyeoWook por otro lado también admiro el rostro del mayor. A pesar de que su rostro estaba bastante delgado era hermoso, agregándole a eso la mirada penetrante que le estaba dando. Wook llevo inconscientemente su mano arriba y retiro el gorro. La cabellera negra rebelde cayó y le dió al mayor, atreviéndose a pensar, una mirada salvaje.

Por otro lado, JongHoon llevo su mirada de los ojos ajenos hasta los labios. Carnosos, de una tonalidad rosita y... <Besables> pensó inconscientemente.

— Yesung... —al escuchar su apodo ser susurrado de tal manera se separó levemente. Estaban en una posición bastante comprometedora.

— Y-yo... L-lo lament-to, n-no sé qué me está pasando —hablo nervioso, sentía su rostro arder, su aroma se había liberado fuertemente. — N-nos vemos el lunes... —corrió nervioso, alejándose del lugar.