Tarareaba una canción de cuna que su mamá le cantaba a la hora de dormir, se miraba frente al espejo mientras colocaba una camisa de color azul, nunca antes había probado colores tan claros, pero como era su cumpleaños aquella camisa era un objeto de su parte que yacía en la cajita donde también estaba el filme de él. Después de aquel sueño que al parecer no tenía fin, decidió ir nuevamente a la tienda a reclamar su hermoso kit de tijeras, quería verse hermoso, por primera vez pensaba en arreglarse para alguien, quizá quería arreglarse para Jimin.
Al abrir la puerta vio las gotas caer, imaginaba su día como un día caluroso, con bastante sol pero era todo lo contrario, aunque amase la lluvia esperaba ver rayos candentes. Tomó su paraguas y salió de su casa directamente a la tienda, en el camino comería algo y luego daría un paseo por los alrededores, es mayor de edad, puede hacer todo lo que se le antoje.
La marca que misteriosamente apareció en su pecho permanecía ahí, parecía un tatuaje, uno el cual Jungkook jamás se haría, le costaba recordar cosas del sueño, pero la hermosa cara de una señora vivía aún en su mente, incluso le pareció verla mientras caminaba. Era un poco más alta, pero Jungkook no podía decir con certeza que era ella.
Se quedó perplejo al llegar al pequeño almacén de su conocido, por alguna extraña razón sintió una helada por todo su cuerpo, como si le hubiesen echado un balde de agua fría. Una chica, al parecer de su misma edad, reía alegremente y escondía su rostro en el cuerpo del chico, por primera vez sentía lo que la gente suele llamar celos y era extraño, porque no se conocían del todo y aún así creía que aquella mujer de sonrisa perfecta no era la indicada para él.
Abrió la puerta y la campanilla sonó, indicando que un nuevo cliente había llegado. Ambos al verle se quedaron callados, el aspecto de Jungkook lucía aterrador, pero él no comprendía aquellas miradas asesinas, se había arreglado lo mejor posible para sí mismo y para él. La chica depositó un beso muy cerca a los labios del chico y le dijo que se verían de nuevo en la tarde.
-pensé que no ibas a venir por las tijeras- comentó Jimin rascando su nuca. -por cierto, te ves algo pálido- Jimin se acercó hacia la vitrina y las sacó, ayer en la tarde tuvo la delicadeza de ir a comprar una bolsa de regalo para meter el kit ahí.
-la chica con la que estabas, ¿es tu novia?- preguntó Jungkook sacando algo de dinero para pagar.
-Ojalá fuera mi novia- respondió entre risas. -es una conocida de mi madre, me pidió el favor de que la trajera al local, ella anda buscando trabajo- Jungkook pudo notar el leve sonrojo se sus mejillas a la hora de hablar de ella.
Jungkook retrocedió un poco al ver aquel acercamiento tan inesperado de Jimin, le miraba el cuello de una manera seductora, si no se apartaba pronto iba a tener una erección.
-tienes algunos morados y rasguños en tu cuello- rápidamente el pelinegro llevó sus manos al lugar y habló.
-tuve una noche con bastante sexo- además de haber comprobado los celos también se encontraba nervioso y cerró los ojos con fuerza tras haber dicho aquella mentira, pero era una forma de haberse excusado.
-está bien, esa información no quería saberla- tomó la bolsita de regalo y se la entregó. -feliz cumpleaños, Jeon- sonreía, era una sonrisa pura y encantadora, era un sentimiento extraño, Jimin sonriendo era perfecto.
-toma- extendió el dinero pero Jimin lo rechazó. Su tacto era cálido.
-te dije que es un obsequio de mi parte, sé que te gustan mucho las tijeras- Jimin sonrió por segunda vez, sus ojos habían desaparecido y aún así, era encantador.
-gracias- hizo una pequeña reverencia y tomó la bolsita de regalo.
Se acercó a la puerta para salir, pero sus pies no le permitirán dar un paso más, se maldecía a sí mismo, una persona con la cual no ha convivido mucho le hace sentir en pocos segundos cosas que ni él entiende, empezaba a odiarse a él mismo y a Jimin.
-verás- dio media vuelta y se acercó a Jimin. -no tengo muchos amigos con los cuales pueda pasar este día, me preguntaba si querías ir a comer algo, mi madre se ha ido y no quiero pasar mi cumpleaños solo- y se seguía odiando, su corazón se había arrugado a la hora de hablar sobre su madre, pero era verdad, no quería pasar su cumpleaños solo.
-está bien, déjame organizar unas cosas y saldré contigo.
Jungkook sonrió, mientras Jimin organizaba algunas cosas para poder salir, Jungkook en un instante abrió el kit, hoy, daría estreno a sus hermosas tijeras.
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tijeras ©jeon jungkook. [bestofmeawards]
Fanfictionjungkook era un amante a las tijeras y todo lo que veía tenía que ser cortado.