My Wonderwall •Bughead•

Capítulo 4: "Ella"

(Narra Jughead)
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"Ella"
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La semana transcurrió rápidamente. Algo anormal para mi rutina. Ya que era una tortura... Todas las noches, cenábamos en Pop's, con el grupo de Betty, "Los idiotas", según ella.

-¡Jughead!- Betty corría por los pasillos de la secundaria, enredada entre papeles, libros y cuadernos.

-Hey- sonreí al verla. Sólo con sus ojos podía notar que se quedó dormida.

-¡Mira esto!- exclamó con cara de niña- . La película de "Christopher Robin: un reencuentro inolvidable" saldrá en el autocinema.

-¿No es para niños?- levanté una ceja, aunque no logré evitar reírme.

-Cállate, idiota. Aunque vendrás conmigo- sonrió victoriosa- , sábado a la noche. Pásame a buscar al Whyte Wyrm.

-Como digas, pejelagarto- golpeó mi hombro, para luego renunciar a nuestra conversación e ir a enfrentar su destino... Tan valiente. ¿Por qué yo aún lucho con mi pasado, y ella con el presente? ¿Por qué ella es un alma libre, y yo soy preso de lo que alguna vez fui? ¿Por qué una maldita sonrisa podría cambiarle el día, mientras que a mí, ni un perdón me haría feliz?
Seguí mi paso, nuevamente firme. Trataba de recordar los momentos con Betty y su grupo. Eran... Reconfortantes. Lo único bueno, luego de aquella noche.

-¡Jughead Jones!- los chillidos de Cheryl, me desconectaron de aquellos pensamientos que prefería evitar.- ¡Basta de escribir sobre el asesinato de mi hermano!

Lágrimas brotaron de aquellos ojos marrones, tan irritantes, pero comprensibles.

-Lo único que te importa, es seguir con tu horrible escritura, idiota- depositó un fuerte golpe en mi mejilla, para luego proseguir por otras partes de mi rostro... Cerré mis ojos, me lo merecía, por no pensar en la pobre muchacha, tan amada por aquel chico.

-Jughead- los gritos de la rubia, aumentaron, aunque me limité a observar por qué soltaba amenazas, que definitivamente no iban a la pelirroja.

-Suéltala- susurré. El estúpido de Chuck, la mantenía pegada a él, obligándola a besarlo.

Recibí otro golpe. Aunque no saqué la vista de la serpiente.
Cheryl se vengó nuevamente, generando que caiga al suelo sin equilibrio.

-Esto dolerá- logré escuchar por parte de Betty. Que golpeó con su cabeza la frente de el muchacho.
Se separó, mareada y un poco idiota.

-Basta- gritó- . Por favor, déjalo... Es su trabajo informar a las personas hipócritas de éste maldito pueblo. Sé que duele, sé lo que se siente que todo el maldito mundo quiera saber quién ha matado a lo que más amabas, mientras que tú sólo necesitas que te abracen, y que te digan que todo estará bien. Pero sabes que no pasará- los ojos de Betty se humedecieron. Se sentó frente a mí, mientras que yo trataba de entender lo que dijo- . Pero no lo castigues a él, te lo pido...

-¿Por qué te debería creer?- la pelirroja lloró débilmente.

-Sólo hazlo- Betty bajó su cabeza.- Sé lo que se siente, que tu amado ser, sea un cerdo para el matadero. Pero no te desquites con Jug... Por favor.

Cheryl abrazó temblando a Betty, aunque la rubia estaba pálida y sin una pizca de vida. Definitivamente, recordando aquello que tanto la atormentaba.

-Cuenta conmigo para lo que quieras- susurró la serpiente. La que nadie apreciaba. Pero hoy, demostró su lealtad y valentía, a todos. A cada persona que rodeaba circularmente a este show.

Respiré profundo, tratando de no cerrar mis ojos.

-¡Jughead, mierda!- gritó Betty, ya recobrando su color natural.

-Hey, tranquila Betts- sonreí con una media mueca. Cerré lentamente mis ojos, escuchando su dulce voz gritar...

•••

-So sad her eyes
Smiling dark eyes
So sad her eyes
As it began- el dolor de cabeza me mataba. Comía rápidamente las fuerzas de abrir mis ojos, para poder encontrarme a Betty, la cual de seguro pintaba.

-Hey- la voz de Toni retumbó en mis oídos.- ¿Qué tal va Jug?

-Lleva más de tres horas durmiendo- contestó, seguramente la rubia.

-Vete a dormir, mañana trabajarás todo el día.

-¿Lo cuidarías por mí?

-Siempre por ti, rubia.- la voz de Betts desapareció por el resto de la noche. Aunque no la de Toni.

-Jughead Jones- susurró ésta- ... Te han dado con un caño.

Con la voz dulce de Betty, que aún recobraba vida en mi cabeza, levanté mis párpados lentamente.

-Mierda que sí- susurré llevando una mano a mi frente.

-Santo Cielo que despiertas... Betty no durmió en toda la noche para ver si al menos seguías viviendo- la muchacha de cabellos rosados, sonrió con la noticia.

-Es una gran chica- susurré- . Con una gran vida y maravillosa familia.

-Su pasado la atormenta- bajó la cabeza, para luego morder su labio inferior- . Es valiente, más de lo que todos creen...

-Sí- miré por la ventana. La noche era hermosa, con sus bellas estrellas lucirse como nunca antes.- ¿Sabes? Mi vida se volvió aburrida. Misma rutina, mismas caras, mismos secretos. Hasta que ella apareció. Con su estúpida sonrisa desafiante...

-Conclusión: Nuestra amiga es grandiosa.- Toni apagó la única luz que iluminaba el tráiler de Betts- Duérmete, idiota...

-¿Eso significa que...

-Jones, eso significa que estás dentro del grupo, ahora duérmete, sapo.

Tal vez, aquella muchacha de cabellos dorados, éra mi ángel. El cual, me salvaba del pasado... Pero temía que vuelva al Cielo, para olvidarse de mí...