My Wonderwall •Bughead•

Capítulo 20: "No Intentes Olvidarme"

(Narra Jughead)
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"No Intentes Olvidarme"
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-No puedo creer que me dejarás aquí- mumuró Emily, mi gran amiga, quien me había ayudado en estos días infernales.
En los que perdí a mi amor.

-Vendré cada dos semanas, Em- sonreí, empacando más libros en una mochila.- Necesito un cambio... Ya sabes...

Ella bufó tristemente, para luego balancearse en mis brazos.
  Inhalé su aroma cerrando mis ojos, deseando que Elizabeth Cooper sea tal persona.
  Anhelaba la idea, de que sólo haya sido un sueño.
  Que lo haya hecho por amor, no por mi estúpido padre.

-Te amo, no lo olvides- susurró la muchacha de sonrisa brillante, escondiendo su cabeza en mi abrigo negro.- Pero, ahora vamos a la estación. No quiero despedirme de nuevo.

Apreté mis labios, dudando entre las posibilidades que tenía ante mí.

-Vale, pero iré solo- dije, finalizando la despedida con un dulce beso en su frente.- Es muy tarde para andar en Riverdale, niña.

-Mamá me pasará a buscar cuando salga del trabajo- dijo, aferrándose a mi brazo.- Así que iré contigo...

•••

  La única condición que me ofreció FP para que pueda escapar de este infierno, era ir a Whyte Wyrm hoy por la noche.
No sabía la razón, pero debía irme.
Debía hacer mi camino.
Debía parar de luchar.

-No sé cómo accediste a venir conmigo- mumuré en el oído de Emily, quien se escondía un poco mi pecho, gracias a la falta de protección que había en el ambiente.

-Iré a por agua- dijo ella pícaramente, mientras que yo dejaba mi peso en el marco de la débil pared.
Esperando a que el show termine.

-Gracias, serpientes, por siempre haber luchado por nuestra familia- comenzó FP. Buscándome con la mirada.
Le agradecía a Dios, que estaba entre una gran multitud de gente.  Esperando a que mi mejor amiga vuelva con un copa de "agua".

-Así que, por eso, brindaremos por más integrantes en nuestra comunidad- gritó, intentando sonreír un poco.
Tal y como yo hacía antes de ella.
Todo aquel tumulto, levantó sus brazos hacia el estúpido rey. El cual me había obligado a venir a su estúpido bar.

-Ahora, ¿Quién quiere música?- habló otro, que a decir verdad, sus facciones se parecían mucho a las de Fangs, el cual había fallecido en una trágica mañana de invierno.
Bajé levemente mi cabeza hacia al suelo, observando el movimiento de mis pies con tales botas.
Dos personas habían subido al escenario, con la vista fija en el público.

-¿Lista?- se escuchó el susurro por parte del muchacho.
Levanté mi vista, identificando la verdadera identidad de los misteriosos cantantes.

Betty... Mi querida Betty...
El amor de mi vida. Se encontraba acomodando un micrófono, que estaba perfectamente puesto.

-He estado aquí, toda mi vida...- soltó, sonriendo un poco.- Las serpientes me protegieron siempre, me han amado y cuidado... Y tal acto, será lo mismo que yo haré con ustedes, así que... ¡Bienvenidos!

Todos los integrantes en el salón, levantaron nuevamente sus copas, festejando las palabras de la rubia...

-Vale...- murmuró, intentando que su voz no se quebrara.- Quiero dedicar esta canción a mi amor de alma pura...

Apreté mis labios fuertemente, intentando no llorar ante las palabras de la muchacha. La cual se aferraba fuertemente al trípode para no temblar.

-Tal vez, ni escuches esto- soltó, junto con una pequeña lágrima.- Pero, eres un ángel, Jughead. Mereces lo mejor; a otra vida, y a un amor perfecto... Pero desde la primera vez que te ví, sentí que ya te conocía... Que ya te amaba desde hace siglos y lo volveré hacer todo el resto de mi puta vida...

Solté un leve sollozo, mientras tiraba mi peso hacia quién sabe dónde.
Mis ojos ardían como el infierno.
Mi alma moría lentamente con cada frase que formulaban los labios de mi amada Betty, la cual ya me había encontrado en medio de su discurso.

-Pero te lastimé, y no puedo permitirme tal cosa... Así que, cuando te vayas de Riverdale, quiero que seas feliz y que intentes todo lo que puedas... Cualquier maldito desafío, cualquier amor, cualquier amistad. Vive, ríe, llora, ama, cumple, abandona... Inténtalo... Pero, por favor, la única cosa por la cual te ruego mi vida a cambio... No intentes olvidarme...

Mordí mi labio inferior nuevamente, torturándome por las lágrimas que derramaba la muchacha de cabellera dorada.
Superar a una persona que amabas, era fácil para algunas personas.
  "Haz lo que te haga feliz".
Pero, ¿Qué sucede si ella era tu felicidad?
Quería gritar, aprender a amar y a sanar... Pero había algo, que me retenía salir adelante.

-Te amo, Jughead Jones- susurró, para luego dedicarme una triste sonrisa.- Y es por eso, que la siguiente canción es para ti... Espero que la disfrutes...

La chica de sonrisa hermosa, había cerrado sus ojos para que el dolor no sea consecuencia de lágrimas. Apretó nuevamente el micrófono, preparándose para su canto.
Mi corazón se comenzaba a partir lentamente, por cada palabra que formulaban sus labios. Por cada lágrima que escupían aquellos brillantes ojos. Por cada sonrisa triste que me dedicaba, la cual me alentaba a que siga adelante.
Sin ella.
Sin mi amor de corazón valiente.

-The day we met,
Frozen I held my breath
Right from the start
I knew that I'd found a home for my  heart
Beats fast
Colors and promises
How to be brave?
How can I love when I'm afraid to fall
But watching you stand alone?
All of my doubt suddenly goes away somehow

Sentía mi corazón caer, mi respiración se aceleraba rápidamente al ver a mi ángel, luchando por mí...

- One step closer
  I have died everyday waiting for you
  Darling don't be afraid I have loved you
  For a thousand years
  I'll love you for a thousand more
  Time stands still
  Beauty in all she is
  I will be brave
  I will not let anything take away
  What's standing in front of me
  Every breath
  Every hour has come to this

Sus ojos volvieron a abrirse, junto con algunas lágrimas.
Sostuvo su voz por un largo tiempo, jugando con su respiración.
Pero no con el dolor.

- One step closer
  I have died everyday waiting for you
  Darling don't be afraid I have loved you
  For a thousand years
  I'll love you for a thousand more
And all along I believed I would find you
Time has brought your heart to me
  I have loved you for a thousand years
  I'll love you for a thousand more

La muchacha terminó con una triste sonrisa, acostumbrándose a la luz que la cegaba permanentemente.
  Parpadeé, espantando las lágrimas que consumían mis ojos.
Mierda, mierda.
  No podía escapar de mi propio infierno, de mi dolor. Pues, porque debía acostumbrarme de que nadie podría salvarme, saldrían heridos sin haber entrado.
  La multitud entera, lloraba junto a nosotros. Junto a los pobres adolescentes con los corazones rotos. Junto a los muchachos, quienes no podían seguir luchando. Junto a unos estúpidos niños, que alzaban sus
banderas blancas, enseñando la derrota que había causado todo el mal.
Las serpientes se mantuvieron de pie, dedicándole miradas perfectas a la rubia.

-Gracias- murmuró, para luego escapar hacia quién sabe dónde.
Seguramente, hacia un lugar más seguro.
A su hogar.
Pero, gracias a Elizabeth Cooper, aprendí que el hogar no es un lugar.
Es una persona.