Capítulo 7: "Jugar con fuego"

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(Narra Betty)
~•~
..."Jugar con fuego" ...
~•~

-Si grita pidiendo verdad en lugar de auxilio
Si se compromete con un coraje que no está seguro de poseer
Si se pone de pie para señalar algo que está mal...

-¡Patrañas, Fito!- grité a la radio, la cual producía una y otra vez la increíble voz de Fito Páez.

Aumenté el volumen al escuchar las precipitaciones de lluvia caer con mayor fuerza.

-¡No te entiendo, mamá!- los gritos que provenían de la casa la cual Jughead entró, eran más fuerte que la música o aquella lluvia.
Aunque le prometí no meterme, que mi rebeldía no ganará...

-No lo hagas, no lo hagas- repetía con mis ojos cerrados. Pero fue en vano, ya que Jughead volvía con aquellos ojos verdes nublados por las lágrimas. Con sus demonios al borde de escapar.

-¿Qué mierda pasó? Jug, ¿Que ha pasado?

-¡No volveré!- gritó girando para las dos chicas junto la casa.- Te lo juro por mi jodida vida.

-Hijo, no es cierto ¡Vuelve!- chillaba una mujer desde la puerta.

Caminé hasta mi amigo, el cual tenía su mano cubierta de sangre. Como si hubiera golpeado algo.
La lluvia aumentó para darle un tono más dramático a la escena.

-Está bien- soltó apretando su mandíbula.

-¿FP está detrás de ésto? ¿Por qué viniste con una serpiente? No las quiero en tu vida- contestó la mujer nuevamente. Enfrentando seriamente a su "hijo".

-No, con ella no- Jughead encaró a la muchacha, poniéndome detrás suyo, en forma de... ¿Protección?- . Su nombre es Betty, y siempre estuvo allí para mí. No como tú. Ella es mejor que cualquier otro, se merece al universo entero y me eligió a mí, no me abandonó. ¿Entiendes éso?

-Jug- traté de interrumpir, aunque fallé en el intento.

-No Betts, no mereces el trato de alguien como ella.

-Jughead, mírame- sujeté su rostro entre mis manos, las cuales no querían soltarlo.- No se merece tu tiempo. ¿Sí? Vamos a Riverdale.

El muchacho asintió con las lágrimas al borde de explotar, y ser aquel chico sentimental que siempre se encuentra escribiendo.

-Y tú- proseguí cuando mi amigo ya se encontraba en el auto- , no le hagas daño ¿Sí? Estarías jugando con fuego.

-Sé manejarlo- la mujer cruzó sus brazos cuando me miró desafiante.

-Pero no conmigo, perra- finalicé mientras me metía a la camioneta.

Aceleré rápidamente entre el silencio, tratando de organizar mi cabeza de todos aquellos pensamientos oscuros.
¿Como podía haber sido tan ciega antes? Jughead jamás bromeó sobre su pasado.

-Puedes contar conmigo para todo, Jughead- susurré cuando por fin el muchacho me miró a los ojos.

-Por ésta maldita razón no te quería meter en mi vida, Betty.- el muchacho corrió su vista a la ventana, ocultando su dolor.- ¿Sabes algo? Ellos no son la peor parte.

-Lo superarás ¿Sí? Sólo hay que...

-No, no puedo hacerlo. Están detrás mío, tal vez usen a otras personas como máscaras. Y no puedo tolerar éso...

Tragué con dificultad, mientras que sentía mis uñas clavarse en mis manos.

-Es horrible- susurré. No podía perdonarme su dolor cuando sepa quién soy realmente, para qué me acerqué a él...- Jughead, agarraré cada pedazo de tu corazón cuando se rompa, seré tu otra pierna cuando no puedas caminar, te animaré cuando ni tú lo hagas. Pero arriésgate. Hazlo con miedo, pero hazlo. Siempre...

-Lo intento- aquellas dos palabras fue lo único a lo que se limitó a decir. Dejando que el silencio reine en la camioneta.

•••

-Debí decirle desde el principio, Toni.- dije mientras hundía mi cabeza en la almohada de mi cama.

-Ya, no llores tonta- reprochó mi mejor amiga, ordenando el lío que había hecho en el tráiler.

-Me dolerá más a mí...

-¿Y por qué no se lo dices? Es como aquella historia en Wattpad, las apuestas. Sólo que tú pagas lo que hicieron por ti.

-Por la papaya...

Toni se acostó junto a mí, recogiendo sus rizos rosados en una cola de caballo.

-¿Te llevo mañana?- preguntó cerrando sus ojos lemtamente.

-Sí, claro que sí...

•••

El viento golpeaba mis mejillas fuertemente.
Lo detestaba. Es una horrible melacolía... Siempre lo fue.

-Llegamos, rubia- Toni sacó brutamente su casco, observando la escuela y... A una muchacha en particular. La cereza del Riverdale High...

-Deja de babear, Eva Perón- Cheryl se acercó a mi amiga, decidida en tener una charla.

-Tortolas, las dejo- susurré con una pícara sonrisa, tratando de escapar del golpe de Toni.

Coloqué mi audífono en la oreja, esperando que se reproduzca nuevamente las voces clásicas del rock nacional.

-¿No te sobra una moneda?- canté en voz alta, sin suponer que todos se percataron de lo raro que sonó.

-Por el momento no, Fito- una muchacha de cabello negro y sonrisa perfecta, interfirió entre mi música y yo.
Fruncí el ceño al reconocer aquella voz... La que Jughead tanto amaría escuchar.

-Emily- susurré. Odiaba la idea de que vuelva. Aunque tal vez, le haría feliz a Jughead ¿Verdad?

-La misma- sonrió- ¿Viste a...

-Sí por supuesto, porque estoy siempre detrás suyo- respondí sarcástica. Aunque fue en vano. La muchacha sólo sonrió dulcemente.

-¿Emily?- los gritos de Jughead, fueron una melodía para mis oídos. Estaba feliz, y mierda que se notaba...

Me sentía jodidamente egoísta... Sí que estaba jugando con fuego... Sentía que mi respiración se aceleraba mientras que mis malditos demonios internos intentaban salir.
Tal vez me partía el corazón verlo tan feliz y no ser la razón... Sus ojos azules como el océano brillaban como estrellas. Aunque él éra la mía... ¿Quién me iluminará ahora?

My Wonderwall •Bughead•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora