(Narra Jughead)
~•~
"Aquella fue la llegada de nuestro reino"
~•~El sol iluminaba suavemente las calles de Riverdale... El viento era poco, así que no molestaba.
Toqué nuevamente la puerta de la rubia. La cual, debía darme las llaves de su motocicleta.-Mierda- gritó- , no quiero otra galleta, son horribles.
-Betty- reí. Su cabellera dorada estaba enredada, al igual que su ropa con las mantas.
-Jones, es cierto...- susurró mientras bostezaba.- ¿Qué harás?
-Iré a un lugar- contesté cuando agarré sus llaves.
-¿No prefieres un auto para eso?- me desafió con aquellos celestes ojos. Los cuales no podía tomar en serio.
-Me vendría mejor pero...
-No se diga más- me interrumpió- , te acompañaré, con la camioneta de mi líder. Además, me quedaré allí cuando debas arreglar lo que quieres.
Dudé por unos segundos, aunque acepté al saber que llovería.
-Vale, te espero- ella sonrió como una niña pequeña. Corrió al baño, pero se golpeó la cara contra el piso en el intento.
-Estoy bien- gritó.
Solté una carcajada al retorcerme.
-Idiota- susurró- , ahora yo pondré la música.
-Pero...- cuando logré decirlo sin reírme, la rubia ya estaba en la ducha.- Te odio.
-¡Yo también!- chilló desde el baño.
Observé sus cosas rápidamente. Su tráiler estaba lleno de fotografías. Muchas con sus amigos, otras artísticas. Sin embargo, obtenía recortes periodísticos sobre el caso "Cooper", cuadernos con su escritura, libros y múltiples cosas misteriosas.
-Eres un maldito enigma, Betty- susurré.
Podría admitir, que una de las razones por las cuales me acerqué a ella, era para descifrarla. Tal vez me molestaba que alguien tan cerca de mi alcance, sea tan raro e indescriptible...
-Listo- susurró la rubia, sin aire.Su sonrisa era perfecta. No sólo por aquellos labios perfectos, sino que también por la bondad que demostraba.
-¿Lista?
-Jones, nací lista- Betty soltó una risa de elefante, por la cual siguió así hasta llegar al bar.
-Espérame aquí, cara de rana- la rubia saltó como niña.- No me extrañes.
-No lo...
-¡Cállate, idiota!- exclamó antes de entrar a aquel lugar.
Apoyé mi espalda contra la pared, esperando a la rubia de ojos azules que salga por aquella puerta...
•••
-Vale, yo pongo la música- Betty se sentó en el asiento delantero del auto, acompañando su música con el ruido de la lluvia caer.
-This is my kingdom come
This is my kingdom come- la rubia cantaba con una sonrisa en sus labios.- Vamos, pejelagarto. Canta.-Look into my eyes
It’s where my demons hide
It’s where my demons hide- solté exageradamente, formando caras raras en el intento.-Don’t get too close
It’s dark inside
It’s where my demons hide
It’s where my demons hide- ella siguió con una sonrisa victoriosa. Su cabellera rubia se movía al compás de su bella "actuación".-Amo ver el cartel de Riverdale, nombrando que volvamos pronto- susurró con la respiración agitada.
-¿Por qué?- pregunté, mirando el volante para no matarla.
-Obtengo un sentimiento de libertad. ¿Tú no?
-No, siento que me mantiene preso de alguna forma u otra- dije mirando aquellos ojos azules.
-Vale... Nunca lo pensé así. Pero tiene sentido...
-Todo lo tiene.
-Claro, como que tú te acerques a una serpiente la cual, piensan que trafica drogas y todo tipo de porquería, y lo que más me asusta es que sea verdad- dijo arrugando su naríz.- Sólo dime qué piensas de las serpientes.
Quedé en completo silencio. Analizando lo que podría decirle. Aunque mis neuronas no funcionaban.
-Creo que no las conozco realmente, por lo que no puedo juzgarlas.
-Dices eso para no cagarla, aunque no piensas lo mismo- Betty gira su cabeza, para observar la vista de la ventana.
-No, no es así...
-Es que te lavaron la cabeza con cosas irreales. Éso te lo afirmo.
-¿Por qué lo dices?- grité abriendo mis ojos.
-Porque no te unes a ellas- me devolvió con el mismo tono la rubia.
-¡Porque allí está mi maldito padre! ¡Y lo odio!
-Pero, ¿por qué?- la chica ya se había hartado de tanta tontería junta- ¿Sabes lo que se siente no tener un padre desde niña? ¡Maldita sea, Jughead! Disfruta lo que tienes...
Aquel sollozo, destrozó sus bellos ojos, ya entre fragmentos de lágrimas.
-Lo siento, no debía...
-Betts- interrumpí a la muchacha con cabellera rubia. Frené el auto lentamente, dejándolo en aislamiento del demás tránsito.- Eres fuerte. Más que cualquiera. Yo no. Yo no supero lo que aquel hombre hizo en su momento. Me arrebató lo que más amaba, y ahora está muerta. Y no puedo, jamás podré.
Suspiramos pesadamente a la vez, mientras nuestras cabezas se juntaban lentamente.
-Debemos huír de nuestros pasados, Jughead. Sino nos comerá y atormentará, hasta dejarnos sin nada.
-O sino nuestros demonios nos vencerán- susurré con una sonrisa.
-Exacto.- Betty mordió su labio inferior, dejando su cabeza sobre mi hombro.- Somos dos polos opuestos ¿Verdad? Aunque lo único en lo cual coincidimos, es que odiamos a un hombre, pero no es el mismo.
-¿Y tú por qué?
-Lo mismo que tú- bufó molesta.- Ush, ¡Odio ésta canción!
-¿Odias The Call? Oh, Betty, eso es horrible. Que pena por ti- solté con una mueca, ya que una botella de agua terminó en sus pies.
-Mierda. Mierda. Mierda- repitió cuando comencé a tomar rumbo a la casa de mi madre y su hija...
Ella tenía razón, éramos polos opuestos. Teníamos distintas rutas por tomar, otras personas para amar, diversas aventuras por vivir, pero los dos sabíamos, que todas las luces que nos guían nos cegaban, aunque nunca la del otro... Es momento para que tiemblen, aquella fue la llegada de nuestro propio reino...
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My Wonderwall •Bughead•
FanfictionBetty tenía una familia. Jughead era un lobo solitario. Betty amaba el arte. Jughead prefería las letras. Betty sonreía todo el día. Jughead con suerte hacía una mueca. Betty huyó de su pasado. Jughead lo estaba intentando. Betty adoraba a su chaque...